"Quiero saldar una deuda con la gente"

"Partido a Partido". Es la frase de cabecera de Cappa, y dice que pretende que su equipo gane jugando bien.

Con el paso tranquilo, ingresa a la misma oficina que ocuparon Reinaldo Carlos Merlo, Osvaldo Ardiles y Emilio Commisso, y cuando se sienta, escucha un crujido y tambalea. "Es la silla del entrenador. Siempre está inestable", bromea y confiesa al mismo tiempo con una sonrisa sincera. Es de noche en Escobar, pero Angel Cappa ilumina con su felicidad. Y le explica a MÁS Deportes: "Disfruto cada minuto, cada entrenamiento, cada charla con los jugadores... Estoy viviendo este momento con mucha alegría". Le sobran motivos para sonreír. Hace un mes que regresó a su Buenos Aires querido, más allá de que su domicilio está en Madrid desde hace 25 años: "No coincido con Aníbal Troilo, que decía siempre estoy llegando, porque yo siento que nunca me fui". Pero, especialmente, el técnico toca el cielo con sus manos por una razón: Racing es una cuestión de piel, como aquellos amores que se cruzan en la vida de las personas y perduran en el alma.
"Tenía ofertas superiores, muy importantes. Me pagaban el doble o hasta el triple de lo que me ofrecía Blanquiceleste. Pero yo creía que tenía que volver a Racing, porque acá fui muy feliz", dice.

- ¿Salir campeón con Racing es como una espina clavada, una asignatura pendiente para usted?

- Sí. No puedo ocultar que mi ilusión y mi sueño es salir campeón con Racing y con un equipo que juegue bien al fútbol. Por eso volví a Argentina.

- ¿Se siente en deuda también con la gente?

- Así es. Quiero saldar una deuda con la gente... Me hace acordar cuando en Universitario, el Chemo Del Solar me dijo: "Angel, si usted agarra el equipo, somos campeones". Ese fue un compromiso tremendo, por la amistad que nos une. Y ahora me pasa lo mismo con los hinchas de Racing, por el cariño que me dan, por las cosas que me dicen en la calle... Estoy muy comprometido, más de lo que estoy conmigo mismo.

- ¿No tiene miedo de arriesgar ese crédito?

- Para nada. La vida, el fútbol, es asumir riesgos. Para eso estoy preparado. Y es un compromiso hermoso, el que estuve esperando hace cinco años, desde el día en que me fui de Racing.

- A Ardiles le costó convivir con Merlo. A pesar del afecto que tiene la gente por usted, ¿no lo asusta ese fantasma?

- No pienso en eso. Cuando uno se hace cargo de un equipo piensa en que va a ganar y a jugar bien. No puedo tener la cabeza puesta en adivinar cómo voy a reaccionar si me va mal. Pienso en hacer bien las cosas y cuando tomo un equipo lo hago desde la ilusión, nunca desde el miedo. Además, el afecto no se pide. Se gana en la cancha con un equipo generoso, que lo dé todo y que sea respetuoso del orgullo de la gente. Es lo mínimo que me van a reclamar. Y si esto sucede, y encima se gana, entonces el sueño estará cumplido.

- ¿Ese es el equipo que se verá a partir del sábado?

- Todavía no lo sé. Cuando uno trabaja en la pretemporada, con un equipo en formación, es casi igual al ensayo de una obra de teatro. Una vez que se levanta el telón, ahí recién se verá la realidad. La idea, repito, es armar un equipo con buen juego, que maneje todos los conceptos básicos del fútbol. Soy consciente de que vivimos en la cultura de la urgencia y de la inmediatez, pero eso es imposible con apenas tres prácticas de fútbol.

- En una encuesta publicada, entre 20 jugadores protagonistas del Apertura ninguno dio como candidato a Racing. ¿Lo sorprende?

- No me sorprende ni me deja de sorprender. Las encuestas son modas periodísticas. Y los medios manejan muy bien la opinión de la gente. Si a River se le agregan Salas y Montenegro, y a Boca, los colombianos, es lógico que se diga que son los candidatos.

- ¿El campeonato es una obligación?

- Mi deber es intentar conseguir el título con todo, no resignarme, no entregarme en los malos momentos que seguramente vendrán... Más que una obligación, es una ambición y un deseo.

- Merlo habló del paso a paso y Ardiles se jugó que ganaría la Copa. ¿Cuál sería su frase de cabecera?

- No tengo ninguna.

- Por su discurso se vincularía con el paso a paso...

- Eso es obvio. Una palabra que está de moda y no me gusta para nada, pero es así. Yo no puedo jugar seis partidos juntos, el más importante es el primero, ante Colón. Después nos ocuparemos de lo que vendrá. Si quieren una frase, la mía es partido a partido.

"Partido a partido", entonces, Angel Cappa buscará devolverle "su identidad" al nuevo Racing y hacer realidad ese sueño que tuvo cinco años de espera. Por su orgullo y, sobre todo, por la gente.

Diario Los Andes - 31 de julio de 2003