Sunday, December 17, 2006

“Estoy dispuesto a irme”


El entrenador desea continuar en Racing, pero aseguró que no quiere convertirse en “un obstáculo

Visiblemente abatido, cerca de quebrarse, el DT Angel Cappa aseguró que está dispuesto a alejarse de Racing. "Mi renuncia está ahí... Estoy dispuesto a irme si el problema soy yo. No tengo problema en dar un paso al costado, pero también tengo que decir que siento mucho apoyo de la dirigencia. Tengo un compromiso con Marín (el titular de Blanquiceleste SA). Cuando me contrató imaginamos tres posibles escenarios: bueno, regular y malo. El me pidió que cuando llegara el malo no me fuera; mi intención es quedarme, pero no quiero ser un obstáculo", afirmó el DT, que cuando festejó el gol de Claudio Ubeda recibió un botellazo de agua en la cabeza, arrojada desde la popular local.
El entrenador del conjunto de Avellaneda reconoció que su gestión es "mala en resultados. Lo mejor para superar este momento es mantener la serenidad -dijo Cappa-. Ahora estoy muy dolido, golpeado... ¿Cuál es el problema del equipo? No sé, lo tendré que analizar con más calma. No creo que sea mala suerte; son rachas que debemos saber manejar y enfrentarlas".

Ayer, tal como sucedió luego del último partido de la Academia como local -hace ocho días, ante Boca-, unos 150 hinchas que reclamaban la renuncia de Cappa y el regreso del técnico Reinaldo Merlo fueron dispersados por la policía. Sin embargo, Cappa señaló: "Hay algunos que me quieren enemistar con el verdadero hincha de Racing, pero no lo van a lograr. Desde que llegué, siempre hay 15 o 20 borrachos que buscan cualquier excusa para insultarme".

A la hora de describir las circunstancias de la caída con Banfield por 2 a 1, Cappa fue terminante: "Racing no liga nada". Y prosiguió, tomando aire: "A nuestro rival casi no le permitimos cruzar el medio campo. En el primer tiempo se vio lo mejor de Racing en el torneo. Pero en la segunda mitad, nos hicieron un gol de casualidad, el primero de Cervera: la pelota le rebotó a Galliquio y le quedó al delantero. Fue como para ponerse a llorar. Todo lo bueno que hicimos no nos sirvió para nada porque perdimos otra vez. Realmente siento muchísima lástima porque los jugadores tuvieron un coraje enorme ante la histeria de la tribuna".
Sincero, como siempre, Cappa se lamentó antes de abandonar el Cilindro de Avellaneda envuelto en tristeza: "Estoy sufriendo golpes anímicos muy fuertes". Todos se preguntan hasta cuándo aguantará...

Diario La Nación - 6 de octubre de 2006

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