Sunday, July 20, 2008

El triunfo del buen fútbol

España dio un ejemplo más de que, desde la alegría, también se puede jugar. Y ganar.

Con inteligencia, con talento, con habilidad, con buenos jugadores y con un estilo que entierra para siempre la tristemente famosa 'Furia', España ganó la Eurocopa sin perder ni un partido, y haciendo merecimientos de sobra para erigirse en la capital europea del buen fútbol.

Le costó 15 minutos acomodarse en la cancha, hasta hacerse con la pelota y pasar a dominar la situación. Los dos aspectos tácticos, la ocupación racional de los espacios y el manejo de los tiempos, son virtudes de los buenos equipos y los buenos jugadores. Iniesta, especialmente, Fábregas, Xavi Hernández, Senna y Silva viven la táctica con naturalidad, con atrevimiento, con alegría y con responsabilidad.

El gol del 'Niño' Torres es un ejemplo de lo que digo: España tocaba en el medio a una velocidad más bien lenta y sin aparente peligro. De pronto el goleador marca el pase picando entre los centrales y Xavi le pone la pelota con precisión y maestría. Aceleró el juego con un pase y de 40 km/h pasó a 140. Después, Torres le metió el cuerpo al defensor alemán, y aprovechando que Lehmann se tiró muy rápido al suelo, se la tocó sutilmente por arriba. Golazo.

España ya era el dominador absoluto del partido. Alemania no tenía el suficiente talento que oponer a ese mediocampo español y dependía de las subidas de Lahm y alguna ocurrencia de Podolski. Los volantes españoles tocan y rotan y casi nunca aparecen por los lugares habituales. Por eso son difíciles de marcar. Solo Senna juega como eje central, detrás de la pelota, por si esta no avanza por un sector, cambiarla al otro. Es la figurita buscada del álbum, el jugador escondido.

En el segundo tiempo, España eligió esperar un poco más atrás, para cerrar el partido de contragolpe, y entonces se vio la casi total ausencia de ideas del equipo alemán, que se limitó a tirar centros a ver qué pasaba. Así y todo, el equipo español no pasó casi ningún apuro. No tuvo Alemania situaciones de gol, ni esperanzas de empatar el partido. Ballack, que jugó por delante de la línea de la pelota, apenas intervino.

En definitiva, un triunfo enorme para España, que no ganaba una competencia de este nivel desde 1964, y para el buen fútbol, que tiene ahora un ejemplo más para decir que jugando bien, generando ilusión, desde la alegría, también se puede ganar y vale doble: por el título y por el juego.


Ángel Cappa para El Comercio (Perú) - 30 de junio de 2008

La selección de todos

Acepto la propuesta de este Diario para hablar de la selección, porque nunca me han tratado en el Perú como un extranjero. Y con la esperanza de que pueda servir como una idea más, como un aporte para los cambios imprescindibles que, según mi criterio, hay que hacer en su fútbol. No se trata de cambiar a un técnico por otro. Se trata de algo más profundo.

Creo que el fútbol peruano necesita un cambio de estructuras y otra mentalidad dirigencial. No se puede tratar al fútbol como hace 50 años, ni siquiera 20. El mundo que vivimos nos exige una permanente actualización.

Pienso que lo primero que se requiere es una reunión con todos los presidentes de los clubes profesionales, la FPF e instituciones implicadas; técnicos y jugadores, y darle prioridad a la selección con un plan de trabajo a mediano y largo plazo.

Nombrar un director general de las selecciones, que a su vez sea el entrenador de la absoluta y así designe a los distintos técnicos y preparadores físicos. Formar jugadores para la selección es un trabajo más que necesario y se podrían establecer tres o cuatro categorías. Por ejemplo, una de 15 y 16 años, otra de 17 y 18 y una tercera hasta 23 años. Hacerlos jugar internacionalmente siempre. Ayudarlos económica, socialmente y en su preparación escolar. Y trabajar con libertad y sin agobios inmediatos. Ponerse como plazo el Mundial 2014 y darle a ese objetivo continuidad y seriedad, única manera de hacer compartir la responsabilidad al jugador. Si se sigue viviendo en la inmediatez y no se ataca la cuestión desde su raíz, no habrá solución. Igual de los resultados de hoy, sin cambiar el modelo y las estructuras sin un compromiso nacional, será imposible pensar en la recuperación del prestigio de su fútbol. Hacer jugar a la absoluta y las distintas selecciones en todo el país para generar una adhesión nacional y así sea la selección el equipo de todos.

Pero de verdad. Ese acuerdo que propongo de todo el fútbol peruano es para que, una vez asumido, se trabaje sin presiones ni urgencias. Será preciso también conseguir patrocinadores. Un calendario anual de partidos para cada uno de los equipos. Y entrenadores capaces, con la sensibilidad necesaria para entender el significado del fútbol en la sociedad y el estilo del fútbol peruano. "El que no cambia todo, no cambia nada", dice una canción argentina. Y pienso que en este caso, tiene razón. Por supuesto, el plan que me atrevo a mencionar en este artículo está muy resumido por cuestiones de espacio, aunque espero haber insinuado lo que yo creo que es preciso emprender en el Perú para volver a tener una selección competitiva capaz de recuperar el prestigio perdido.


Ángel Cappa para El Comercio (Perú) - 23 de junio de 2008