Monday, February 25, 2008

Román y el medio ambiente

El regreso de Riquelme al fútbol argentino manifiesta de alguna manera la incomprensión por parte del posmodernismo de la esencia de un estilo en extinción. Riquelme es la pausa en medio de un vértigo irracional y arrogante que atropella el sentido común y no muestra ni un rasgo de elegancia y conocimiento. Desde la profunda ignorancia lo confunden con la lentitud y lo acusan de ser poco flexible para adaptarse a las tácticas actuales. No saben que para ser rápido hay que saber frenar y que precisamente Riquelme es el freno pensante que necesita todo equipo. Y tampoco saben --en realidad no saben casi nada-- que no hay mejor táctica que los buenos jugadores.



Riquelme tiene una visión estratégica que le permite intuir la jugada antes que los demás, por eso es mucho más rápido que casi todos. Normalmente elige bien y tiene un toque preciso que utiliza para ir buscando el espacio y el momento de atacar. Y basta que una camiseta amiga se le mueva delante para que ponga uno de esos pases de gol que justifican el precio de la entrada. Posiblemente jugar sea su mayor pecado para un fútbol que cada día nos arrebata un poco más el placer del juego y nos obliga a aceptar como natural el criterio comercial que impone el negocio con esa frase tan repetida como absurda: hay que ganar como sea. Nadie --que yo sepa-- ha explicado qué significa semejante cosa.

Riquelme pertenece a una especie que hay que proteger, como al medio ambiente, porque en nombre del beneficio rápido lo quieren destruir. Y digámoslo también sin ocultar el orgullo: es un exponente del fútbol que tanto amamos. Suerte que volviste, Román.

Ángel Cappa para El Comercio (Perú) - 25 de febrero de 2008

Saturday, February 16, 2008

Entre Messi y el 'Kun' Agüero

Leonel Messi es la gambeta. Sergio Agüero la inspiración. Messi gana por habilidad, Agüero porque sorprende. Los dos están abonados a la genialidad que desconcierta y los dos desarman cualquier sistema defensivo.

Messi lleva la pelota atada al pie izquierdo a una velocidad inconcebible sin que se le desvíe ni un milímetro.

Agüero es de gambeta corta dentro del área y el disparo al lugar inesperado.

Messi recorre más trayecto, abarca más espacio y siempre apunta al corazón.

Agüero juega más centrado en la zona de definición y se las ingenia para esconderse en la multitud y aparecer donde haya un hueco.

Los dos son pequeños, pero potentes, y es difícil derribarlos en el cuerpo a cuerpo. Y mucho más difícil intimidarlos.

El aprendizaje

Messi, que era pura gambeta, aprendió a tocar en zonas de distracción. Agüero a mostrarse en espacios libres para recibir, y a no jugar de espaldas a la portería.

Los dos acaban de empezar y ya son referencias mundiales. Los dos son atrevidos para hacer lo que sienten y, como se divierten, les resbala la presión del entorno. Los dos significan la alegría del fútbol. Si queremos buscarles parecidos, digamos que Messi es la imagen que devuelve el espejo de Maradona y --como dijo Menotti-- Agüero recuerda a Romario.

Los inventores

Pero, en realidad, tanto Messi como Agüero vuelven a inventar el fútbol en cada partido. Los dos desmienten que para ganar haya que sufrir.

Los dos hacen del fútbol un generador de ilusiones. Los dos son una promesa de felicidad.

Ángel Cappa para El Comercio (Perú) - 11 de febrero de 2008

Tuesday, February 12, 2008

El recuerdo de Cappa y el dolor por el presente

Lisandro López se hizo conocido en Europa por sus grandes actuaciones en Racing. El atacante tiene muy buenos recuerdos: "Viví cosas muy lindas. Angel Cappa fue uno de los técnicos que más me marcaron, me bancó en primera, me pedía que me divirtiera, que tirara caños, gambetas...". A Lisandro, el presente de la Academia le duele: "Leo todas las informaciones por Internet y me pone triste. Ojalá que mejore. Pero no sé qué está pasando internamente y no quiero opinar del gerenciamiento sin saber bien".

Fragmento de una entrevista realizada por el diario La Nación a Lisandro López, jugador del Porto - 30 de enero de 2008

Monday, February 11, 2008

Típicos tópicos en el fútbol

La banalización del fútbol, promovida en casi todo el mundo desde los medios de comunicación por razones económicas, ha reemplazado conceptos básicos que permitían entender y explicar este juego, por tópicos sin sentido que mantienen el tono de superficialidad ideal para que el producto llegue a más 'clientes' y se venda mejor.

Por ejemplo, se habla de 'fútbol directo' como sinónimo de practicidad, cuando en realidad el engaño, es decir el fútbol indirecto, es la esencia no solo del fútbol sino de todos los juegos. Imaginen si no el ajedrez directo, el póker directo. Cuando un equipo tira un pelotazo largo a ver qué pasa y van los volantes a buscar un posible rechazo o la dejada de un '9' grandote, se dice que se trata de buscar 'la segunda jugada'. ¿Y cuál es la primera? ¿O llaman jugada a ese pelotazo aventurero? Si un equipo necesita imperiosamente ganar por los motivos que fueren, hablan de que hay que 'ganar como sea'.

Nadie ha explicado hasta ahora qué significa 'como sea', pero todo el mundo adhiere a ese imperativo como si supieran de qué se trata. Uno sospecha que 'como sea' quiere decir prescindiendo del buen fútbol, a los pelotazos limpios o algo así. Pero si esa fuera la fórmula más acertada para ganar, ¿por qué no utilizarla siempre? Porque en realidad siempre se trata de ganar. Si a un equipo le hacen un gol de pelota parada, es que 'no estaba concentrado', y si gana en el último minuto aunque sea de pura suerte, es que estaba 'muy concentrado'.

Encontraron en la palabra concentración el argumento mágico que todo lo explica y no explica nada. También distinguen un fútbol 'moderno' de otro 'antiguo' asociando moderno a bueno y antiguo a malo. Con el mismo razonamiento no habría que leer "El Quijote", porque es muy antiguo. Dicen que ahora hay un fútbol 'físico' como si alguien hubiera suprimido la pelota. En fin, decenas de palabras vacías que nos van alejando poco a poco del contenido del fútbol, a la vez tan complicado y tan sencillo. Más o menos como el amor, ¿o no?

Ángel Cappa para El Comercio (Perú) - 11 de febrero de 2008