Los hinchas de Racing insultaron al DT Cappa, quien admitió que éste es el momento más "triste y delicado" desde que volvió al club
El gozo burlón de la marea azul y oro que ocupó gran parte del sector visitante y deliró con el potrero de Tevez agotó la paciencia de los hinchas de Racing, que optaron por abandonar el aliento comprometido -ese que se hace sólo para no reconocer la debacle anímica- y apuntar los insultos a sus jugadores y al DT Angel Cappa.
Si bien son pocas las fechas disputadas del Apertura para juzgar el trabajo de un cuerpo técnico, la gente no estaba conforme con el rendimiento del equipo, pese a que hasta el huracán xeneize se encontraba invicto. Y ayer, la tolerancia explotó; hizo rememorar algunas tardes ingratas cuando el DT era el inestable Osvaldo Ardiles.
La angustia del público albiceleste comenzó a los 11 minutos de la segunda mitad, tras el golazo de Tevez, que dejó por el piso a cuanto marcador se le arrimó; los gritos fueron contra una supuesta falta de actitud de los futbolistas. "Y pongan huevo, la p... que lo p...!" Seis minutos más tarde, el colombiano Orozco fue expulsado, luego de cometerle una nueva infracción al delantero de Fuerte Apache y toda la ira se centró en él: ingresó corriendo en el túnel del vestuario local y recibió escupitajos e insultos. El clima candente reinó en las tribunas académicas hasta el final del partido, que despidió al técnico con el grito hiriente: "°Borombombom, borombombom, andate Cappa, sos un c...!"
Un rato después, en la conferencia de prensa, se observó a un Cappa incómodo, con claros signos de dolor. "Este es el momento más triste y delicado desde que llegué al club (en julio último). Nos habíamos hecho muchas ilusiones con prendernos entre los punteros, pero bajamos la guardia y Boca ganó con una facilidad apabullante. La relación con la gente se rompió; supongo que había un feeling , pero lo perdimos contra Vélez (3-3, en la última jornada) y hoy (por ayer). Ahora hay que empezar todo otra vez", fueron los primeros lamentos del DT, nacido en Bahía Blanca.
Cappa, que no quiso buscar excusas futbolísticas ("Nos equivocamos en momentos fundamentales del partido; Boca fue mejor en la definición"), confesó: "Por ahora tengo la mente confusa, llena de frustraciones, tristezas... Tengo que llegar a mi casa, calmarme y pensar en todo lo que pasó. Ahora, tendremos que volver a plantearnos (junto con sus dirigidos) los objetivos. Este es el momento donde la conducción, no me refiero sólo al cuerpo técnico sino también a los dirigentes, debe mantener la serenidad".
Luego de algunos conceptos más de Cappa, uno de los locutores que coordinaban la conferencia la dio por finalizada con una última información: "No hubo lesionados"... Serio, Cappa se levantó de la silla y con las manos en los bolsillos y, la mirada en el suelo, susurró: "Solamente el alma". Y se perdió por los pasillos del estadio, rumbo al ómnibus que lo llevó a otro infierno .
Unos cien hinchas de Racing esperaron al plantel en el estacionamiento del club para repudiar una vez más a Cappa (lo acusaron de "mentiroso y ladrón"), a los jugadores y al gerenciador Fernando Marín. Fue allí dónde otra vez, como en cada oportunidad que los malos resultados aparecen, sobrevoló el fantasma del director técnico Reinaldo Merlo. "Que vuelva Merlo, la p... que lo p...!"
El ómnibus con los futbolistas se alejó del estadio con una fuerte custodia policial; una imagen penosa, que obligará hacer diversos replanteos en la vida de Racing.
Diario La Nación - 29 de septiembre de 2003
El gozo burlón de la marea azul y oro que ocupó gran parte del sector visitante y deliró con el potrero de Tevez agotó la paciencia de los hinchas de Racing, que optaron por abandonar el aliento comprometido -ese que se hace sólo para no reconocer la debacle anímica- y apuntar los insultos a sus jugadores y al DT Angel Cappa.
Si bien son pocas las fechas disputadas del Apertura para juzgar el trabajo de un cuerpo técnico, la gente no estaba conforme con el rendimiento del equipo, pese a que hasta el huracán xeneize se encontraba invicto. Y ayer, la tolerancia explotó; hizo rememorar algunas tardes ingratas cuando el DT era el inestable Osvaldo Ardiles.
La angustia del público albiceleste comenzó a los 11 minutos de la segunda mitad, tras el golazo de Tevez, que dejó por el piso a cuanto marcador se le arrimó; los gritos fueron contra una supuesta falta de actitud de los futbolistas. "Y pongan huevo, la p... que lo p...!" Seis minutos más tarde, el colombiano Orozco fue expulsado, luego de cometerle una nueva infracción al delantero de Fuerte Apache y toda la ira se centró en él: ingresó corriendo en el túnel del vestuario local y recibió escupitajos e insultos. El clima candente reinó en las tribunas académicas hasta el final del partido, que despidió al técnico con el grito hiriente: "°Borombombom, borombombom, andate Cappa, sos un c...!"
Un rato después, en la conferencia de prensa, se observó a un Cappa incómodo, con claros signos de dolor. "Este es el momento más triste y delicado desde que llegué al club (en julio último). Nos habíamos hecho muchas ilusiones con prendernos entre los punteros, pero bajamos la guardia y Boca ganó con una facilidad apabullante. La relación con la gente se rompió; supongo que había un feeling , pero lo perdimos contra Vélez (3-3, en la última jornada) y hoy (por ayer). Ahora hay que empezar todo otra vez", fueron los primeros lamentos del DT, nacido en Bahía Blanca.
Cappa, que no quiso buscar excusas futbolísticas ("Nos equivocamos en momentos fundamentales del partido; Boca fue mejor en la definición"), confesó: "Por ahora tengo la mente confusa, llena de frustraciones, tristezas... Tengo que llegar a mi casa, calmarme y pensar en todo lo que pasó. Ahora, tendremos que volver a plantearnos (junto con sus dirigidos) los objetivos. Este es el momento donde la conducción, no me refiero sólo al cuerpo técnico sino también a los dirigentes, debe mantener la serenidad".
Luego de algunos conceptos más de Cappa, uno de los locutores que coordinaban la conferencia la dio por finalizada con una última información: "No hubo lesionados"... Serio, Cappa se levantó de la silla y con las manos en los bolsillos y, la mirada en el suelo, susurró: "Solamente el alma". Y se perdió por los pasillos del estadio, rumbo al ómnibus que lo llevó a otro infierno .
Unos cien hinchas de Racing esperaron al plantel en el estacionamiento del club para repudiar una vez más a Cappa (lo acusaron de "mentiroso y ladrón"), a los jugadores y al gerenciador Fernando Marín. Fue allí dónde otra vez, como en cada oportunidad que los malos resultados aparecen, sobrevoló el fantasma del director técnico Reinaldo Merlo. "Que vuelva Merlo, la p... que lo p...!"
El ómnibus con los futbolistas se alejó del estadio con una fuerte custodia policial; una imagen penosa, que obligará hacer diversos replanteos en la vida de Racing.
Diario La Nación - 29 de septiembre de 2003
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