Saturday, December 9, 2006

Cappa llegó para marcar un nuevo rumbo en Racing (04-01-1998)


Angel Cappa arribó ayer desde Madrid, dice que es un aplicado alumno de Menotti y espera que mañana lo designen como técnico de Racing para intentar el viejo sueño del campeonato.


La primera impresión que genera Angel Cappa es la de un hombre que hace de la serenidad una cuestión cotidiana. Aunque esa mansedumbre no está exenta de firmeza. Su tono, aún con la inocultable invasión de las calles y de los bares de Madrid, así lo denuncia. Enemigo de los flashes y partidario de las palabras elegantes, Cappa prepara uno de los desafíos profesionales más importantes de su carrera aferrado a esa postura. Racing, con sus sueños postergados a cuestas, lo espera. Sin embargo, él prefiere una muletilla para no asumir lo inevitable: Me gustaría hablar con los hechos consumados. Después, se presenta: Soy un aplicado alumno de Menotti.

- Lalín buscaba un entrenador menottista. ¿Cree que Menotti tuvo que ver en la decisión de los dirigentes de Racing?

- No. Espero que no sea así. Ojalá ellos se hayan fijado en mí por mis condiciones. Aunque es cierto que yo pertenezco a la misma línea que a Lalín le gusta.

- ¿Le sorprendió que Lalín lo haya elegido para hacer campaña?

- No. Cuando él viajó a Madrid habló conmigo. Estuvimos cuatro o cinco días juntos y me comentó de su proyecto.

- ¿Por qué Racing se fijó en usted al momento de pensar en su técnico?

- No sé. Eso deberían preguntárselo a los directivos de Racing. Es como si alguien se enamora de mí: no tenés que preguntarme las razones a mí, sino a ella, a la que se enamoró.

- Racing es un monstruo devorador de técnicos. ¿No le teme a esta realidad?

- No. Cada compromiso tiene que ser asumido con alegría, no con miedo. Además si no confiara, no hubiera venido.

- Valdano criticó la actitud de Lalín de armar su propio equipo antes de la llegada de un técnico.

- Es una cuestión de Valdano. Yo soy muy amigo de él. Pero nuestras opiniones son personales.

- ¿Usted aceptaría que le eligieran los jugadores?

- El fútbol ha cambiado. El técnico ya no es más omnipotente, porque los clubes se han convertido en una especie de empresa. Por lo tanto, el entrenador es un consejero deportivo de la empresa. Lo importante es que cada uno cumpla su función.

Cappa, a pesar de su experiencia europea, guarda un espacio para la añoranza. "Volví a mi lugar", dice. Por eso, no le es ajena esta Buenos Aires que durante mucho tiempo disfrutó en cuotas. Posa frente al Río de la Plata con timidez. "¿Ya está?", pregunta y no por falta de cordialidad o por cansancio (llegó ayer a Ezeiza, pasadas las 9.30), sino porque no se siente a gusto en el centro de la escena, delante de las cámaras.

El almuerzo con Dardo Ferrari y Eduardo De María, directivos de Racing, y Roberto Zapata, futuro colaborador suyo, en el restaurante Happening, de la Costanera, estaba en los últimos instantes de la sobremesa. Y Cappa, en diálogo con Clarín, mezclaba entre sus palabras la pasión por el fútbol y su indisimulable vocación docente (es profesor de Filosofía y de Sociología)...

- Usted participó del libro Fútbol sin trampa. Y hoy el fútbol está condicionado por un entorno peligroso. ¿Sigue creyendo en aquello?

- Sí. Pero eso no sólo está vinculado al fútbol sino también a la vida. Hay que tener la convicción de jugar sin trampa. Lo fundamental es el respeto por la gente, por ese hincha que paga su entrada.

- ¿El fútbol de hoy, tan urgido por la obtención de resultados inmediatos, representa el ocaso del romanticismo?

- El romanticismo nunca existió. Todos sabemos que el resultado es lo primero. La diferencia la marcan los medios, la forma en que se busca ese resultado.

- ¿Cree en los estilos?

- Por supuesto. Eso significa una identidad. Y las identidades son inevitables. Hay un estilo brasileño, uno italiano, uno argentino, uno alemán, aunque mucho menos marcados que hace treinta años. Yo creo en el estilo de Menotti, que es el del fútbol argentino.

- ¿Cómo se va a manejar con las barras bravas?

- Soy el menos indicado para hablar de este tema porque hace mucho que no estoy en el país.

- ¿Les daría dinero?

- Es un tema complicado. Ya veremos...

Después, Cappa, quien hasta el lunes se hospedará en la casa de un amigo en Tortuguitas, suelta una de sus frases de cabecera: "Soy un soñador, pero desde realidades concretas". Esa es la fórmula que trae para terminar con más de tres décadas de frustraciones y desencanto.

Diario Clarín - 4 de enero de 1998

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