Forman tándem con Valdano y Cruyff, son más que un segundo entrenador, comparten ideología futbolística, pero tienen un pasado totalmente opuesto.
Uno nació en un barrio marginal de Bahía Blanca (Argentina) y el otro en una zona residencial de Barcelona. Uno tuvo que vender lámparas y libros, y el otro no dejó nunca el fútbol de elite. Uno es un izquierdista que tuvo que huir de la dictadura del general Videla y el otro un simpatizante del nacionalismo de Convergencia. Pero Angel Cappa y Carlos Rexach tienen algo en común: comparten la misma idea sobre el fútbol y forman tándem con dos de los mejores entrenadores de España.
La comunión entre Cappa y Valdano se parece mucho a la de Rexach y Cruyff. No son los «segundos» entrenadores, más bien actúan como dúos indivisibles, en los que a veces las palabras de uno expresan lo que el otro está pensando. En ambos equipos, las decisiones las toma una pequeña sociedad de dos, basada en la coincidencia ideológica y en la amistad.
El fútbol tomado como un juego a base de inspiración y toque resume lo que Cappa y Rexach viven, entienden y profesan. Cuando Valdano o Cruyff no han querido hablar, Cappa y Rexach han extendido opiniones y provocado la polémica. En eso también se parecen.
Pero, sus vidas no anunciaron las coincidencias del presente.
Uno de los abuelos de Angel Cappa era peón en el campo y el otro cochero de caballos. Su padre era peluquero. «Ser de izquierdas no es una opción, es mi lugar. Mi sitio es el de los oprimidos y siempre lo será».
Desde niño vivió «alrededor de una pelota». «En los potreros (descampados) de Bahía Blanca nos juntábamos todos los pibes pobres y le dábamos al fútbol, que es el juego más barato». La carrera futbolística de Cappa -un jugador «tipo Milla o Sanchis»- comenzó en el Villa Mitre, el equipo de los pobres de su ciudad, fundado por árabes. «La camiseta era verde, blanca y negra y es la que todavía me emociona». Después pasó al Olimpo, el equipo de los adinerados, «lo que fue considerado como una traición».
Mientras, estudiaba Filosofía y Psicología. «La filosofía me enseñó que mi situación social no era una fatalidad del destino, si no que tenía una causa y unos culpables».
Cuando abandonó el fútbol -por culpa de los ligamentos- dio clases en un instituto de Bahía Blanca e intensificó su militancia política. «Hacíamos un peronismo de izquierdas, una pasión inútil, como dijo Sartre». En marzo del 76 le sorprendió el golpe de estado de Videla. «El fútbol me salvó la vida. Un día yo venía de una reunión clandestina y tenía el coche repleto de panfletos políticos. De pronto hubo una redada y los militares pidieron la documentación. Uno de ellos me dijo: "Tú eres Cappa el futbolista. Andá marchate", y me dejó ir. Si me pillan con los papeles, me matan».
El 21 de septiembre de 1976, Cappa llegó a España con 150 dólares en el bolsillo. «Alquilé un piso vacío y la gente me iba dando muebles y mantas. Fui negrero, o sea, escribía cosas que otros firmaban, vendí seguros, libros, lámparas y tuve una tienda de muebles. Pero volví a mi vocación». Hizo el curso de entrenador, se casó y dirigió equipos juveniles.
Conoció a Menotti y se fue con él al Barcelona. Por entonces, ambos escribieron «Fútbol sin trampa». A mediados de los ochenta, Cappa volvió a Argentina y entrenó a Bandfield, Huracán y Boca. Después se quedó sin trabajo y regresó a España. Conoció a Valdano y ambos se documentaron sobre equipos. Tras una oferta argentina y otra del Betis, los dos se fueron al Tenerife...
Carlos Rexach ha cambiado menos de sitio. Nació en el seno de una familia burguesa catalana. «Desde pequeño fui un privilegiado», ha dicho varias veces. Sus primeros años los pasó en los equipos juveniles del Barça. A los 19 debutó con el primer equipo y enseguida destacó. Le llamaban «Charly» y llegó a ser uno de los símbolos azulgrana en la década de los setenta por ser un producto íntegro de la cantera.
Un sector de la afición le criticaba su poca tendencia al sacrificio, pero Rexach ha pasado a la historia por su talento y por su dominio en la banda derecha.
A Rexach siempre le gustó la noche. Se le emparentó con actrices como Bárbara Rey o Guillermina Mota y nunca ocultó su machismo. «El mejor regalo que le puedes hacer a tu mujer es hacerle más grande la cocina».
El día que Cruyff llegó al Barça como jugador marcó un antes y un después en Rexach. Se hicieron amigos y cuando Cruyff fue tanteado por Núñez en 1987, Rexach le dijo al holandés: «Yo de tí, flaco, no vendría. Con este equipo acabaremos a ocho puntos del Madrid». El Barça quedó a 18.
Su carrera como entrenador se inició en las categorías inferiores del club. Hizo campeón juvenil al Barça y de ahí pasó a ser ayudante de Luis Aragonés. Rexach fue primer entrenador dos veces. La primera, cuando Luis sufrió un síndrome de agotamiento por estrés y la segunda tras el infarto padecido por Cruyff en febrero del 91. A los jugadores les dijo: «Si con Cruyff váis al cien por cien, conmigo tendréis que ir al ciento cincuenta». Su amistad con Cruyff es profunda. «Cuando Johan se vaya, yo dejaré el Barça. Me retiraré».
CUESTIONARIO
Diez preguntas antes del derbi
1.-¿Para qué sirve una figura como la suya?
2.-¿Qué es lo que no debe ser una figura como la suya?
3.-¿Cuánto de usted hay en Valdano/Cruyff?
4.-¿Cuánto de Valdano/Cruyff hay en usted?
5.-¿Qué es Valdano/Cruyff?
6.-¿En qué se parece y diferencia de Rexach/Cappa?
7.-Haga una breve definición del fútbol.
8.-¿Qué cosas teme del Barça/Madrid?
9.-¿En qué coincidirán Madrid y Barça el sábado?
10.-¿Qué está en juego el sábado?
ANGEL CAPPA
1.-Fundamentalmente, para compartir decisiones y tener una mayor seguridad a la hora de tomarlas. Hay más cosas, pero lo más importante está ahí. Saberse un equipo.
2.-Alguien sin opinión, un mero seguidor del primer entrenador. Alguien que repita lo que dice y hace el otro.
3.-Eso habría que preguntárselo a Valdano. No es una pregunta para mí, aunque supongo que habrá algunas cosas.
4.-Hay una comunión de ideas. Hay cosas que no sé si son mías o de él. A veces se hace difícil distinguir de quién de los dos es una idea. Una vez, cuando los dos entrenábamos al Tenerife ocurrió una anécdota curiosa. En un momento del partido, yo dí un grito desde el banquillo. Fue una orden a un jugador o algo así. Jorge me miró y me sonrió. Le pregunté qué pasaba y me contestó que él iba a gritar lo mismo.
5.-Jorge Valdano es un excelente entrenador joven al que su inteligencia permite resistir los intentos de la sociedad de consumo por convertirle en un producto.
6.-Nos diferencia que Rexach jugaba al fútbol infinitamente mejor que yo. Me parezco a él en cuanto a la visión que tenemos del fútbol. Para los dos, el fútbol es como una fiesta, una alegría constante, o eso intentamos transmitir a los jugadores. El tratamiento del fútbol como un juego.
7.-Es un juego para las clases populares. La necesidad, la pobreza y la falta de recursos lo convirtió para ellas en un medio de expresión. Para las clases dominantes es un gran negocio.
8.-Por encima de todo, el talento de sus jugadores.
9.-En que el Barcelona es como el campeón del mundo y el Madrid el más serio aspirante.
10.-El orgullo de ser los más grandes. El que gane lo tendrá, sin duda. No creo que sea nada definitivo. Dos puntos a estas alturas de la temporada no son irrecuperables, pero esa sensación inmedible de haber ganado al máximo rival quedará satisfecha.
CARLOS REXACH
1.-Cuatro ojos ven más que dos. Sirve para reafirmar las opiniones del primer entrenador. Es un tándem que debe ir a una sola visión. Es necesario que comulgue con las ideas que el primero.
2.- Ponerle la zancadilla al primero. Debe seguir la línea que marca el primer entrenador.
3.-Nos conocemos desde hace muchos años y siempre he podido decir lo que pienso sin contemplaciones porque nunca se enfada con lo que yo le pueda decir. Yo soy el complemento de Cruyff y le aporto la forma de pensar de los catalanes.
4.-Cruyff es una persona que transmite una fuerte personalidad. Todo lo que dice, prácticamente, va a misa.
5.-Lo más importante es que es un técnico convencido de sus ideas. Tiene un poder de convocatoria total entre los jugadores. El, que ha sido un monstruo en el mundo del fútbol, logra que la gente esté más predispuesta a aceptar su punto de vista.
6.-No nos conocemos demasiado. Nos respetamos mucho. Tenemos una concepción muy parecida de lo que es el fútbol. Nos gusta el fútbol ofensivo, el espectáculo. Ambos estamos muy vinculados a nuestros primeros entrenadores.
7.-Es un espectáculo. El fútbol no es un deporte más. Es un deporte que, al margen del físico, exige al futbolista ser inteligente para superar cada situación.
8.- Que cuando coge la onda puede resultar letal y acabar con cualquier equipo en apenas un cuarto de hora. Esta situación también se da a la inversa.
9.-Habrá nerviosismo por las dos partes porque nos jugamos mucho. No obstante, también coincidiremos en nuestra mentalidad ofensiva. En los últimos enfrentamientos entre ambos equipos ha habido un fútbol bastante vistoso, pese a la trascendencia de los puntos en juego.
10.-Para el Barcelona volver a estar en la cima. Este partido nos puede devolver la credibilidad. Pese a no ser decisivo, perder este partido sería bastante peligroso.
Extraído del diario El Mundo (España) - 5 de enero de 1995
Uno nació en un barrio marginal de Bahía Blanca (Argentina) y el otro en una zona residencial de Barcelona. Uno tuvo que vender lámparas y libros, y el otro no dejó nunca el fútbol de elite. Uno es un izquierdista que tuvo que huir de la dictadura del general Videla y el otro un simpatizante del nacionalismo de Convergencia. Pero Angel Cappa y Carlos Rexach tienen algo en común: comparten la misma idea sobre el fútbol y forman tándem con dos de los mejores entrenadores de España.
La comunión entre Cappa y Valdano se parece mucho a la de Rexach y Cruyff. No son los «segundos» entrenadores, más bien actúan como dúos indivisibles, en los que a veces las palabras de uno expresan lo que el otro está pensando. En ambos equipos, las decisiones las toma una pequeña sociedad de dos, basada en la coincidencia ideológica y en la amistad.
El fútbol tomado como un juego a base de inspiración y toque resume lo que Cappa y Rexach viven, entienden y profesan. Cuando Valdano o Cruyff no han querido hablar, Cappa y Rexach han extendido opiniones y provocado la polémica. En eso también se parecen.
Pero, sus vidas no anunciaron las coincidencias del presente.
Uno de los abuelos de Angel Cappa era peón en el campo y el otro cochero de caballos. Su padre era peluquero. «Ser de izquierdas no es una opción, es mi lugar. Mi sitio es el de los oprimidos y siempre lo será».
Desde niño vivió «alrededor de una pelota». «En los potreros (descampados) de Bahía Blanca nos juntábamos todos los pibes pobres y le dábamos al fútbol, que es el juego más barato». La carrera futbolística de Cappa -un jugador «tipo Milla o Sanchis»- comenzó en el Villa Mitre, el equipo de los pobres de su ciudad, fundado por árabes. «La camiseta era verde, blanca y negra y es la que todavía me emociona». Después pasó al Olimpo, el equipo de los adinerados, «lo que fue considerado como una traición».
Mientras, estudiaba Filosofía y Psicología. «La filosofía me enseñó que mi situación social no era una fatalidad del destino, si no que tenía una causa y unos culpables».
Cuando abandonó el fútbol -por culpa de los ligamentos- dio clases en un instituto de Bahía Blanca e intensificó su militancia política. «Hacíamos un peronismo de izquierdas, una pasión inútil, como dijo Sartre». En marzo del 76 le sorprendió el golpe de estado de Videla. «El fútbol me salvó la vida. Un día yo venía de una reunión clandestina y tenía el coche repleto de panfletos políticos. De pronto hubo una redada y los militares pidieron la documentación. Uno de ellos me dijo: "Tú eres Cappa el futbolista. Andá marchate", y me dejó ir. Si me pillan con los papeles, me matan».
El 21 de septiembre de 1976, Cappa llegó a España con 150 dólares en el bolsillo. «Alquilé un piso vacío y la gente me iba dando muebles y mantas. Fui negrero, o sea, escribía cosas que otros firmaban, vendí seguros, libros, lámparas y tuve una tienda de muebles. Pero volví a mi vocación». Hizo el curso de entrenador, se casó y dirigió equipos juveniles.
Conoció a Menotti y se fue con él al Barcelona. Por entonces, ambos escribieron «Fútbol sin trampa». A mediados de los ochenta, Cappa volvió a Argentina y entrenó a Bandfield, Huracán y Boca. Después se quedó sin trabajo y regresó a España. Conoció a Valdano y ambos se documentaron sobre equipos. Tras una oferta argentina y otra del Betis, los dos se fueron al Tenerife...
Carlos Rexach ha cambiado menos de sitio. Nació en el seno de una familia burguesa catalana. «Desde pequeño fui un privilegiado», ha dicho varias veces. Sus primeros años los pasó en los equipos juveniles del Barça. A los 19 debutó con el primer equipo y enseguida destacó. Le llamaban «Charly» y llegó a ser uno de los símbolos azulgrana en la década de los setenta por ser un producto íntegro de la cantera.
Un sector de la afición le criticaba su poca tendencia al sacrificio, pero Rexach ha pasado a la historia por su talento y por su dominio en la banda derecha.
A Rexach siempre le gustó la noche. Se le emparentó con actrices como Bárbara Rey o Guillermina Mota y nunca ocultó su machismo. «El mejor regalo que le puedes hacer a tu mujer es hacerle más grande la cocina».
El día que Cruyff llegó al Barça como jugador marcó un antes y un después en Rexach. Se hicieron amigos y cuando Cruyff fue tanteado por Núñez en 1987, Rexach le dijo al holandés: «Yo de tí, flaco, no vendría. Con este equipo acabaremos a ocho puntos del Madrid». El Barça quedó a 18.
Su carrera como entrenador se inició en las categorías inferiores del club. Hizo campeón juvenil al Barça y de ahí pasó a ser ayudante de Luis Aragonés. Rexach fue primer entrenador dos veces. La primera, cuando Luis sufrió un síndrome de agotamiento por estrés y la segunda tras el infarto padecido por Cruyff en febrero del 91. A los jugadores les dijo: «Si con Cruyff váis al cien por cien, conmigo tendréis que ir al ciento cincuenta». Su amistad con Cruyff es profunda. «Cuando Johan se vaya, yo dejaré el Barça. Me retiraré».
CUESTIONARIO
Diez preguntas antes del derbi
1.-¿Para qué sirve una figura como la suya?
2.-¿Qué es lo que no debe ser una figura como la suya?
3.-¿Cuánto de usted hay en Valdano/Cruyff?
4.-¿Cuánto de Valdano/Cruyff hay en usted?
5.-¿Qué es Valdano/Cruyff?
6.-¿En qué se parece y diferencia de Rexach/Cappa?
7.-Haga una breve definición del fútbol.
8.-¿Qué cosas teme del Barça/Madrid?
9.-¿En qué coincidirán Madrid y Barça el sábado?
10.-¿Qué está en juego el sábado?
ANGEL CAPPA
1.-Fundamentalmente, para compartir decisiones y tener una mayor seguridad a la hora de tomarlas. Hay más cosas, pero lo más importante está ahí. Saberse un equipo.
2.-Alguien sin opinión, un mero seguidor del primer entrenador. Alguien que repita lo que dice y hace el otro.
3.-Eso habría que preguntárselo a Valdano. No es una pregunta para mí, aunque supongo que habrá algunas cosas.
4.-Hay una comunión de ideas. Hay cosas que no sé si son mías o de él. A veces se hace difícil distinguir de quién de los dos es una idea. Una vez, cuando los dos entrenábamos al Tenerife ocurrió una anécdota curiosa. En un momento del partido, yo dí un grito desde el banquillo. Fue una orden a un jugador o algo así. Jorge me miró y me sonrió. Le pregunté qué pasaba y me contestó que él iba a gritar lo mismo.
5.-Jorge Valdano es un excelente entrenador joven al que su inteligencia permite resistir los intentos de la sociedad de consumo por convertirle en un producto.
6.-Nos diferencia que Rexach jugaba al fútbol infinitamente mejor que yo. Me parezco a él en cuanto a la visión que tenemos del fútbol. Para los dos, el fútbol es como una fiesta, una alegría constante, o eso intentamos transmitir a los jugadores. El tratamiento del fútbol como un juego.
7.-Es un juego para las clases populares. La necesidad, la pobreza y la falta de recursos lo convirtió para ellas en un medio de expresión. Para las clases dominantes es un gran negocio.
8.-Por encima de todo, el talento de sus jugadores.
9.-En que el Barcelona es como el campeón del mundo y el Madrid el más serio aspirante.
10.-El orgullo de ser los más grandes. El que gane lo tendrá, sin duda. No creo que sea nada definitivo. Dos puntos a estas alturas de la temporada no son irrecuperables, pero esa sensación inmedible de haber ganado al máximo rival quedará satisfecha.
CARLOS REXACH
1.-Cuatro ojos ven más que dos. Sirve para reafirmar las opiniones del primer entrenador. Es un tándem que debe ir a una sola visión. Es necesario que comulgue con las ideas que el primero.
2.- Ponerle la zancadilla al primero. Debe seguir la línea que marca el primer entrenador.
3.-Nos conocemos desde hace muchos años y siempre he podido decir lo que pienso sin contemplaciones porque nunca se enfada con lo que yo le pueda decir. Yo soy el complemento de Cruyff y le aporto la forma de pensar de los catalanes.
4.-Cruyff es una persona que transmite una fuerte personalidad. Todo lo que dice, prácticamente, va a misa.
5.-Lo más importante es que es un técnico convencido de sus ideas. Tiene un poder de convocatoria total entre los jugadores. El, que ha sido un monstruo en el mundo del fútbol, logra que la gente esté más predispuesta a aceptar su punto de vista.
6.-No nos conocemos demasiado. Nos respetamos mucho. Tenemos una concepción muy parecida de lo que es el fútbol. Nos gusta el fútbol ofensivo, el espectáculo. Ambos estamos muy vinculados a nuestros primeros entrenadores.
7.-Es un espectáculo. El fútbol no es un deporte más. Es un deporte que, al margen del físico, exige al futbolista ser inteligente para superar cada situación.
8.- Que cuando coge la onda puede resultar letal y acabar con cualquier equipo en apenas un cuarto de hora. Esta situación también se da a la inversa.
9.-Habrá nerviosismo por las dos partes porque nos jugamos mucho. No obstante, también coincidiremos en nuestra mentalidad ofensiva. En los últimos enfrentamientos entre ambos equipos ha habido un fútbol bastante vistoso, pese a la trascendencia de los puntos en juego.
10.-Para el Barcelona volver a estar en la cima. Este partido nos puede devolver la credibilidad. Pese a no ser decisivo, perder este partido sería bastante peligroso.
Extraído del diario El Mundo (España) - 5 de enero de 1995
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