Friday, June 12, 2009

Cappa: "No quiero taparle la boca a nadie"

El campeonato argentino de fútbol tiene a cuatro equipos en la disputa por el título, pero cualquiera sea el campeón, hay alguien que ya ganó. Ángel Cappa hizo de Huracán, un club abrumado por la crisis económica, el lugar ideal para desarrollar su concepción futbolística. Esa que, asegura, pregona el buen juego por sobre el mero “resultadismo”. Y mucho tiene que ver con su visión del mundo. Lejos de un lirismo romántico con el que sus detractores suelen relacionarlo, él asegura que lo que busca es la eficiencia. El DT habló con Cristian H. Savio, de Newsweek. Extractos:

- ¿Habría que modificar reglas del fútbol para hacerlo más ofensivo?
- Creo que el reglamento del fútbol es perfecto, no hay nada que agregarle o sacarle. Protege el espectáculo, a los que juegan bien, y defiende el buen juego. Ahora, hay que aplicarlo. Porque al mismo tiempo, el entrenador trata de no perder porque tiene miedo de quedarse sin trabajo.
Pero parece que hay entrenadores que saben que enseguida consiguen otro club.
Son los que responden al discurso dominante, a que en el fútbol sólo vale ganar, que hay que trabajar mucho. Entonces trabajan con paracaídas, con chaleco lastrado, con pesas. Creen que el juego es lo de menos, que una cosa es jugar lindo y otra ganar. Hay una confusión muy grande.

- ¿Es falsa esa dicotomía?
- Uno no procura jugar lindo, sino jugar bien. Y cuando juega bien, hay momentos que son lindos.

- ¿Y está mal querer jugar lindo?
- No, ¡¿cómo va a estar mal?! Lo que pasa es que es una competencia, y vos competís para ganar. Entonces si hago un caño en la mitad de la cancha porque sí, porque es lindo, no tiene ningún significado dentro de lo que es el fútbol. Hacer cosas lindas que no tengan el objetivo de la eficacia no tiene sentido.

- ¿Hay debate de ideas en el fútbol argentino?
- No se da frecuentemente, menos entre entrenadores, porque somos muy vanidosos y no queremos de ninguna manera exponer nuestras dudas ante otros. Al contrario, tenemos que dar la impresión de que sabemos todo, de que somos muy fuertes y competitivos. Debatir ideas significa aceptar que uno tiene alguna duda, y hay que dar otra imagen, la del tipo siempre ganador. Eso frustra el posible debate.

- ¿Qué lo cautivó de la propuesta de dirigir a Huracán?
- Voy a responder con lo que me dijo (Alfredo) Di Stéfano cuando le conté que venía. Me dijo dos cosas: “Primero, Huracán es el equipo que menos plata tiene en el mundo. Segundo, es el lugar ideal para que cumplas tus sueños”. Es un club que encierra un poco los valores del tango, del barrio, que se van perdiendo. Es un refugio de todo eso.

- ¿Cuál fue su primer mensaje al plantel?
- Que íbamos a tratar de jugar bien al fútbol. Entonces, después vinieron los consejos para ver qué es jugar bien al fútbol. Que es mucho más exigente que jugar de cualquier manera.

- ¿Se puede trabajar en aspectos técnicos con un futbolista profesional?
- Sí, siempre. Es como un guitarrista que ensaya y perfecciona su técnica. Hay que cultivarla permanentemente, se aprende. Y también los entrenadores aprendemos. Yo me considero mucho mejor entrenador ahora que hace 10 años. Cambié en algunas cosas. Soy perfeccionista, pero aprendí a ser más paciente.

- ¿Cómo se siente tratado?
- En este momento creo que estoy muy bien tratado, inclusive en forma exagerada, según mi criterio. Pero ya soy grande y estas cosas no me afectan ni para bien ni para mal. Antes me enojaba, pero ahora acepto que un tipo pueda tener otro punto de vista, que no tiene por qué aceptar que el fútbol es como yo digo. No quiero taparle la boca a nadie.

- Usted se exilió en España en la dictadura...
- Me fui en septiembre del ‘76. Militaba en el peronismo de base y en mi grupo habían “caído” muchos presos y otros asesinados.

- ¿Cómo se define ideológicamente?
- Soy un hombre de izquierda. Lo que pasa es que hay que ver qué significa eso hoy. No tiene nada que ver con lo que era serlo en los ‘70.

- ¿Qué lectura hace de la votación europea que consagró a la derecha?
- Que la izquierda no existe en los países de Europa. La Europa que se construyó de espaldas a la gente y a favor de las ganancias de las empresas, se hizo con el consentimiento de la socialdemocracia.

- ¿Y cómo ve el proceso en América Latina?
- Con mucha esperanza, porque hay movimientos, países que comienzan a poner las cosas en su lugar. Bolivia, Venezuela, Ecuador, Paraguay, están poniendo las cosas en su lugar, aunque en general los medios de comunicación le den otro carácter, un carácter radical, de locura.

- ¿Y en la Argentina?
- Lo veo con muchas dificultades para escapar de las estructuras injustas a que la han sometido durante muchísimo tiempo. Tiene gestos hacia otro tipo de camino, algunos acertados, a favor de una sociedad más justa. Pero que no alcanzan a desarrollarse plenamente.

- ¿A quién votaría si estuviera empadronado?
- Me gusta Pino Solanas. Es el más sensato. Pero bueno, como pasa en España, no todos los partidos tiene las mismas posibilidades de hacerse oír, de tener la misma participación en los medios de comunicación. Ni tienen plata para poner carteles por todos lados y hacerse conocer.

Fuente: Newsweek

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