Sunday, May 24, 2009

Rosario Central 1 - Huracán 2

Un par de toques distintos, una definición excelente y otra a lo goleador, más la claridad conceptual para hacerse dueño del partido y guiar a su equipo a un importantísima victoria. Javier Pastore, una de las grandes figuras del Clausura, paseó su clase por Rosario y desde su talento, Huracán le ganó 2-1 a Central y le sigue el paso a Lanús en la lucha por el título. Por el contrario, los rosarinos sufren un poco más.

El partido comenzó eléctrico, con dos equipos necesitados del triunfo por diferentes luchas: el local, para escapar de los últimos lugares de la tabla de los promedios; el visitante, por su sueño de campeonato. Central, con más fuerza que claridad; Huracán, con su toque característico para encaminar cada jugada hacia el mejor destino.

Pero más allá de intenciones y necesidades, hubo un minuto clave. A los 8 del primer tiempo, Rosario pagó muy caro una mala salida. La pelota le quedó en tres cuartos de cancha a Matías De Federico, que dejó mano a mano a Pastore, y el cordobés definió de zurda, cruzado, sin darle ninguna posibilidad a Jorge Broun. Pocos segundos después, Guillermo Burdisso le pegó una tremenda patada a Pastore y Gabriel Brazenas le mostró la roja.

Inevitablemente, el partido cambió. Miguel Angel Russo decidió hacer dos modificaciones y poner otro esquema defensivo: Valentini por Danelón y Braghieri por Lima, para formar una última línea de tres. Central iba con el corazón, y Huracán respondía con la cabeza. Hasta los 30, se mantuvo ese ida y vuelta constante. Tanto Broun como Gastón Monzón tenían trabajo. Vizcarra estuvo cerca, pero también Medina.

En el cuarto final de la primera parte, Huracán hizo lo que tenía que hacer y lo que mejor sabe: mover la pelota de un costado a otro. Cuidarla como si fuese un tesoro que nadie puede robar. Para entonces, Mario Bolatti ya estaba asentado en el medio y era el eje de todos los movimientos del equipo. Fue el mejor momento del equipo de Angel Cappa. Y casi llega el segundo, cuando después de un desborde de Araujo apareció nuevamente Pastore y, esta vez sin sutilezas, sacó un violento remate que reventó al travesaño.

Resulta previsible imaginar cual habrá sido el discurso de Cappa en el entretiempo. Sereno, sin alterarse, tal su costumbre, les habrá dicho a sus jugadores dos palabras: más toque. Porque Huracán volvió del vestuario decidido a seguir la línea de los 15 minutos finales de la etapa inicial. Y al grito de "ole, ole" de su tribuna, la pelota iba y venía de los pies de un hombre de blanco a otro. Con los jugadores de Central como meros espectadores, sin poder detener el circuito de juego.

Broun le sacó a González un tiro libre que iba al ángulo. El arquero volvió a lucirse en un mano a mano ante Pastore. Central, impotente, avanzaba poco empujado por su gente, como con un remate de Cristian González contenido sin problemas por Monzón.

A Huracán le faltaba el gol para asegurar el resultado. Y llegó a los 21, una obra del tiki-tiki del juego colectivo. Una salida del fondo de derecha a izquierda terminó en un toqueteo de los delanteros, con la misma fórmula del primer gol: asistencia de De Federico y toque final de Pastore. Dos a cero, aunque la diferencia en la cancha era mucho mayor. Un error de Brazenas al cobrar mal un penal le permitió a Central descontar con el disparo de Moreno y Fabianesi. Y, en el final, a puro corazón darle algún susto al conjunto visitante y también a la justicia.

Huracán hizo lo que sabe y tuvo su premio. Claro, con Pastore todo es más fácil. Central sufrió otro golpe y la caliente zona del descenso lo quema un poco más. Cara y ceca del fútbol.

Fuente: La Nación

2 comments:

Gabriel Apreda said...

Querido Angel: No tengo mas palabras!
22 años esperando tu vuelta a casa valieron la pena!!
Sos un àngel!!!

Anonymous said...

Te quiero mucho Angel!!!