Saturday, May 16, 2009

Cappa: "Huracán lleva mucha más gente porque juega bien"


- A la mayoría le sorprende Huracán, ¿y a vos?
- Yo esperab a que el equipo jugara bien como lo hace, o como lo intenta, pero no que la idea se incorporara tan rápido. En especial la participación de todos los jugadores durante los 90 minutos. Eso a veces cuesta y, en este equipo, casi nada.

- ¿Por eso parece armado desde hace más tiempo?
- Sí, pero soy consciente de que Huracán todavía está en formación. A veces tenemos lagunas e inconvenientes que se aprenden a resolver en el camino.

- Esa sensación de equipo armado se ve en que sale uno y entra otro, pero Huracán juega igual.
- Hasta ahora, fue así, pero para jugar contra River tenemos muchos problemas juntos. No contamos con los centrales (Goltz-Domínguez) ni con el 9 (Nieto). Son varios cambios al mismo tiempo y vamos a ver cómo responde el equipo, en el que hay muchos pibes.

- Cuando te fuiste de Racing estabas amargado con el fútbol argentino, ¿ya te reacostumbraste?
- Todo sigue como siempre, lo que pasa es que hoy con Huracán vivo una situación diferente. Pero si no se hubiesen dado los resultados, sé que ya habrían empezado los problemas. El fútbol argentino está lleno de impaciencias y cosas que no deberían suceder; todo es ver si se llega hasta el domingo. Creo que las cosas así no van bien. No puede ser que cada seis meses haya que armar un equipo nuevo. Incluso los torneos cortos, los promedios... Todo es un agobio que nos hace vivir en la crispación constante. Y hace que el entrenador no tenga tiempo ni serenidad para enseñar, ni que los futbolistas jueguen sin la excesiva presión a la que son sometidos.

- ¿Cuál es la raíz? También hay impaciencia a la espera de un semáforo o en la cola del supermercado.
- Es un conjunto de cosas. Está muy instalado el "ahora y como sea". Y con tanto apuro, el fútbol ya no apuesta al espectáculo. Pero fijate Huracán: hoy lleva mucha más gente porque juega bien. Y perdimos dos partidos en nuestra cancha pero los hinchas igual mantuvieron su entusiasmo.

- Y saben que Huracán tiene la chance de ser campeón en este torneo.
- Es algo nuevo para la mayoría de nuestros futbolistas y hay que vivirlo. Para pelear un título se necesita de un equipo como Vélez, con una estructura armada desde hace tiempo y jugadores de experiencia; o Lanús, que lleva mucho en la misma línea. Yo no sé cómo van a reaccionar estos chicos ante esta nueva circunstancia. Es más: no sé cómo van a reaccionar ante la situación de enfrentar a River siendo banca, cuando muchos ni jugaron contra River.

- Contra el River que salió último, Huracán iba 3-0 y terminó 3-3, en tu debut.
- River es River aunque venga mal. Yo miro el presente de Huracán con ilusión y con realismo. Me preguntan si éste puede ser el torneo y contesto que estamos jugando bien pero en las definiciones pesan otras cosas: personalidad, serenidad, espíritu combativo, y es difícil pedirles todo eso junto a pibes que, muchos, no llegan a 20 partidos en Primera.

- Pero estás disfrutando del momento, ¿no?
- Por supuesto. Un entrenador pasa por períodos malos y buenos, y si no disfrutás cuando ocurren estos últimos, ¿entonces cuándo?

- ¿Por qué antes confrontabas todo el tiempo?
- Cuando uno es más grande ve que no es tan inteligente como creía, ni tan valiente ni tan bueno. Aceptándome fui aceptando a los demás. Soy cada vez más radical en cuanto a la concepción del juego, pero al mismo tiempo acepto que otros lo hagan distinto, ése es mi gran cambio. Defiendo mis argumentos pero si viene Colón, hace un planteo defensivo y nos gana, tiene derecho. Antes yo hubiese dicho: "Qué vergüenza Colón". Ahora, no. La obligación de resolver el planteo es mía y, si no puedo, el problema es mío y no de Colón.

- Una forma de madurar.
- De aceptar las cosas. Igual, sostengo mis sueños y mis deseos de hacerlos realidad. A los 18 años me decían que cuando fuese mayor iba a sentar cabeza; por suerte tengo algunos más que 49 y pienso como antes. Me siguen molestando las injusticias y sueño con un mundo mejor. Y, claro, con un fútbol más lindo.

- Pero seguís siendo un enfatizador de la puteada.
- Ja, sí, no puedo evitarlo. Y cuando me veo en TV, siento un poco de vergüenza.

- Tu hijo, Bernardo, en su rol de director de teatro, admitió tu parecido con Federico Luppi al putear.
- Ja, ja... Puede ser. Esto lo saco de mi papá, que era así. Y uno cuando se va viniendo grande, se encuentra más parecido al padre.

- ¿Sos de ir al teatro?
- Voy en especial al que propone mi hijo (NdeR: teatro independiente). También al cine y hago lo posible por leer, aunque me cuesta más. Al estar tan metido en mi trabajo, leés una página y te das cuenta de que tenés la cabeza puesta en el lateral derecho de tu equipo y no en la trama del libro.

- ¿Es aplicable tu carrera de profesor (filosofía y psicopedagogía) al fútbol?
- Yo creo que sí. Es más, los entrenadores deben ser docentes, aunque en este clima de prisa, es difícil. Cruyff siempre dice que "entrenar, entrena cualquiera; la cuestión es enseñar". El técnico debe enseñar el juego, corregir a los futbolistas, ayudarlos a crecer, no sólo a ganar partidos.

- ¿Por qué está tan incorporado eso del apuro?
- Cambiaron los valores de la sociedad. Parece que si sos buen tipo, sos un pelotudo. Es beneficio rápido y a otra cosa, y esa cultura perjudica. Se está destruyendo el planeta y pocos hacen algo para frenar esa destrucción, el agotamiento de los recursos naturales no renovables. Hay que ganar plata y no me importa ya no mi nieto, ¡ni mi hijo! Si tiene que andar con escafandra, que se joda; yo quiero ganar a costa de lo esencial. Todo está distorsionado y el fútbol también. Los poderosos del mundo se juntaron para definir si el agua era un bien natural o comercial, y ¡decidieron que era comercial! Esa gente está loca. Les falta decir que el aire también: después te calculan cuanto consumís al respirar y te lo cobran.

Lo Pincharon

- ¿Te sorprendió la actitud de Estudiantes?
- Yo me sentí halagado, porque nos jugó como si fuera la final de la Copa Libertadores. Eso quiere decir que le dio a Huracán un lugar importante en la consideración como equipo. Jugaron varios titulares y eso también fue importante, fue una prueba anímica y futbolística para la mayoría de los chicos. Y la superaron con buena nota.

- ¿Y vos aprobaste? Te apuntó medio La Plata...
- Vi en la cancha a mucha gente desencajada, como para preguntarse qué puede estarle pasando en este momento por la cabeza.

- Quizá fue la exacerbación folclórica del menottismo y el bilardismo.
- Lo que pasa es que me inventaron que yo había hablado mal de Estudiantes y eso no fue así.

- ¿Pero no dijiste que la del '60 fue la década infame del fútbol argentino?
- ¡Pero por el fútbol en general, no por Estudiantes! Hay que tener una lupa para verlo de esa manera. Es como si yo dijera: "Hace frío", y lo lleven a que yo lo digo porque hace frío en La Plata y por culpa de Estudiantes. No. Son cosas que las buscaron para el lío.

Ciencia política

El discurso de Cappa es fluido y profundo, cargado de ideología. "Hay una despolitización mundial programada para que la gente deje las cosas en manos de los políticos, cuando todos somos responsables. La gente manda y el político obedece, así es la democracia; y no votar a un tipo y durante cuatro años, hasta votar de nuevo, desinteresarse", cuenta el técnico de Huracán quien, claro, también tiene una firme postura sobre qué es la inseguridad: "Condenar a la gente al hambre y a la desesperanza. No saber qué va a ser de tu vida mañana, no tener dónde dormir o que si tu pibe tiene diarrea es probable que se muera, ésa es la inseguridad más grande. Acá sólo un cuarto de la población vive bien...", destaca Angel, quien no recibió propuestas para hacer política aunque eso no le quita compromiso: "Hice y hago política, pero no en un partido. Se puede aportar no sólo desde esos lugares, hay otras formas: los movimientos antiglobalizadores, los que defienden la naturaleza... Hay terrenos para cambiar esto y que sea una sociedad más justa, más libre y más humana".

Fuente: Diario Olé - 16 de mayo de 2009

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