El último gran Sub 17 se llama Giovanni dos Santos y ahora juega en el Barza
Dos Santos es rápido, maneja los dos perfiles y define con elegancia y eficacia.
El Barcelona tiene un estilo de juego propio, que cuida desde sus categorías inferiores. Comienza por el respeto a la pelota y continúa por el aprendizaje, en los primeros años, de un concepto elemental: el fútbol es un juego colectivo; por lo tanto, el pase es lo más importante. Es decir, sus jóvenes jugadores dominan la pelota y también dominan todos los fundamentos. Por eso, aquellos con condiciones naturales que llegan al primer equipo se integran con rapidez.
Giovanni dos Santos, mexicano con nombre italiano y apellido brasileño, fue educado futbolísticamente en esa escuela. Igual que Messi, Iniesta, Xavi, Guardiola y tantos otros excelentes jugadores. Este chico es rápido, tiene los dos perfiles, gambetea con facilidad y define con elegancia y eficacia. Además, colabora con inteligencia en la recuperación de la pelota. En otras palabras, participa siempre del juego. Nunca mira el partido.
Es que la forma de jugar que tiene el Barcelona obliga a la participación. El toque genera ese involucramiento. El pelotazo, en cambio, aísla. Es raro que una jugada que termina en Messi, Ronaldinho o el mismo Dos Santos, no se haya iniciado en la línea de fondo y continuado en la zona de gestación, hasta encontrar el espacio y la oportunidad de gol. El Barcelona juega con 'wines' desde la llegada de Cruyff, que le arrimó esa sana costumbre holandesa. Si queremos ponerle números, digamos que juega un 4-3-3. Giovanni dos Santos puede jugar en cualquiera de las dos puntas con el mismo rendimiento. Todo esto tiene una lógica, pero lo que me llama mucho la atención es el atrevimiento y la naturalidad con que juega este chico, rodeado por compañeros muy experimentados y cargados de títulos.
En eso se parece a Lionel Messi, quien desde su primer partido oficial daba la impresión de estar jugando en el jardín de su casa, sin importar que se trate de un clásico frente al Real Madrid o un partido decisivo de la Copa de Europa. Yo creo que esa seguridad se las transmite la formación que tuvieron y el estilo también, porque en vez de tener que preocuparse en obedecer complicadas instrucciones tácticas, solo tienen que pensar en jugar.
Mientras sigan apareciendo jugadores con este criterio y esta calidad, podemos seguir enamorados del fútbol.
Ángel Cappa en el diario El Comercio (Perú) - 28 de agosto de 2007
Dos Santos es rápido, maneja los dos perfiles y define con elegancia y eficacia.
El Barcelona tiene un estilo de juego propio, que cuida desde sus categorías inferiores. Comienza por el respeto a la pelota y continúa por el aprendizaje, en los primeros años, de un concepto elemental: el fútbol es un juego colectivo; por lo tanto, el pase es lo más importante. Es decir, sus jóvenes jugadores dominan la pelota y también dominan todos los fundamentos. Por eso, aquellos con condiciones naturales que llegan al primer equipo se integran con rapidez.
Giovanni dos Santos, mexicano con nombre italiano y apellido brasileño, fue educado futbolísticamente en esa escuela. Igual que Messi, Iniesta, Xavi, Guardiola y tantos otros excelentes jugadores. Este chico es rápido, tiene los dos perfiles, gambetea con facilidad y define con elegancia y eficacia. Además, colabora con inteligencia en la recuperación de la pelota. En otras palabras, participa siempre del juego. Nunca mira el partido.
Es que la forma de jugar que tiene el Barcelona obliga a la participación. El toque genera ese involucramiento. El pelotazo, en cambio, aísla. Es raro que una jugada que termina en Messi, Ronaldinho o el mismo Dos Santos, no se haya iniciado en la línea de fondo y continuado en la zona de gestación, hasta encontrar el espacio y la oportunidad de gol. El Barcelona juega con 'wines' desde la llegada de Cruyff, que le arrimó esa sana costumbre holandesa. Si queremos ponerle números, digamos que juega un 4-3-3. Giovanni dos Santos puede jugar en cualquiera de las dos puntas con el mismo rendimiento. Todo esto tiene una lógica, pero lo que me llama mucho la atención es el atrevimiento y la naturalidad con que juega este chico, rodeado por compañeros muy experimentados y cargados de títulos.
En eso se parece a Lionel Messi, quien desde su primer partido oficial daba la impresión de estar jugando en el jardín de su casa, sin importar que se trate de un clásico frente al Real Madrid o un partido decisivo de la Copa de Europa. Yo creo que esa seguridad se las transmite la formación que tuvieron y el estilo también, porque en vez de tener que preocuparse en obedecer complicadas instrucciones tácticas, solo tienen que pensar en jugar.
Mientras sigan apareciendo jugadores con este criterio y esta calidad, podemos seguir enamorados del fútbol.
Ángel Cappa en el diario El Comercio (Perú) - 28 de agosto de 2007
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