Wednesday, July 11, 2007

Cuando la empresa corrompe al fútbol

Si algo quedó claro en el coloquio que el entrenador de fútbol Ángel Cappa y el periodista deportivo Carlos Toro mantuvieron ayer en Aranjuez es que los engranajes y organigramas de las empresas no tienen cabida en un equipo de fútbol.

"Los empresarios que presiden clubes intentan trasladar su filosofía a los equipos, cuando el fútbol no tiene nada que ver con las empresas". Palabra de ex segundo entrenador del Real Madrid y experto y amante de este deporte.

La mesa redonda La globalización en el deporte, dentro del curso Comunicación y Gestión Deportiva, patrocinado por elEconomista y que se imparte esta semana en la Universidad Rey Juan Carlos, se convirtió en un alegato en defensa del deporte, el espectáculo y la diversión. Cappa abrió fuego asegurando que la globalización en el fútbol es "la imposición de un criterio comercial, de la ley del dinero".

El entrenador argentino continuó la primera parte de su exposición en el mismo tono, entre romántico y reivindicativo. A la frase de que "el placer de jugar ha sido reemplazado por la obligación de ganar a cualquier precio" siguió otra igual de deliciosa para más de un presidente de club (o empresario en general): "Antes, era el fútbol el que necesitaba el dinero, pero ahora es el dinero el que controla al fútbol".

No es una empresa

Y ahí es donde reside el error a ojos de Cappa porque el fútbol "no tiene nada que ver con una empresa", a pesar de que los empresarios estén intentando trasladar las filosofías de sus negocios a los grandes equipos de fútbol, donde "el resultado es lo único que importa".

El columnista de El Mundo Carlos Toro dio una explicación un poco más esotérica para explicar por qué el placer del juego se ha sustituido por tener éxitos y un balance positivo al final de cada ejercicio (deportivo).

Convencido, al igual que Cappa, de que gran parte del problema pasa por que muchos presidentes ven los clubes como un tentáculo más de sus negocios, explicó que el empresario "sufre una transformación" cuando se convierte en el máximo responsable de un equipo de fútbol de alto nivel.

"Los palcos se convierten en centros de poder e influencia política -insistió Toro-, y el nuevo presidente sufre una transformación instantánea, siendo capaz de hacer tropelías que no realizaría en sus otras empresas".

La globalizacion en el deporte

Cappa tiene unas ideas muy claras sobre lo que es la globalización en el deporte. Obviamente, el dinero juega un papel fundamental, pero donde también, desgraciadamente, no tiene cabida el respeto por el juego. Los resultados mandan y el que gana "tiene razón y punto".

Y lo que es peor: da la impresión de que el público "se está contagiando", a ojos de Cappa, de esta nueva filosofía deportiva. Carlos Toro advirtió de que la globalización en el deporte ha hecho que desaparezcan las fronteras nacionales y que el mundo "sea muncho más pequeño".

Recordó, siguiendo con el Real Madrid, que su equipo de baloncesto tiene 11 jugadores no nacionales, y que el nuevo patrocinador del equipo de fútbol es una empresa austriaca de apuestas por Internet.

Asumiendo que son las reglas del juego, Toro cree que este "flujo económico puede afectar al componente emocional del deporte". Dicho de otra manera, los deportistas (o futbolistas) de élite se convierte en "mercenarios sentimentales" sin implicación real en las ciudades de donde sean sus equipos.

Por su parte, el periodista José María García aseguró por la mañana que la situación actual de la prensa "está peor" que hace 30 años, y aprovechó para arremeter contra Luis Herrero y Federico Jiménez Losantos.

García afirmó que aún no ha aparecido un proyecto que le ilusione para volver a trabajar, y dijo que "está empezando a ser persona ahora, cuando se han vivido experiencias y se ha madurado".

Extraido del sitio elEconomista.es - 4 de julio de 2007

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