Thursday, September 3, 2009

Cappa: "El jugador sueña con jugar bien"

"Este juego es grande porque hubo grandes jugadores y grandes equipos que jugaron muy bien. Pero en este momento, en las ligas más importantes, sólo juegan bien el Lyon francés, el Arsenal de Arsene Wenger y el Barcelona de Pep Guardiola. Son muy pocos con relación a la mayoría, que está regida por un fútbol mezquino, que no repara en los conceptos básicos y que no tiene respeto ni por la grandeza de este juego ni por el espectador”, dispara Ángel Cappa.

Son las ocho de la noche y la jornada de trabajo no terminó para el entrenador de Huracán. Desde su teléfono está atento a los movimientos de un mercado de pases que no parece haber beneficiado al equipo subcampeón del fútbol argentino.


En un bar ubicado en Libertad y Avenida del Libertador, Cappa dialoga con Debate, defiende su visión de juego y se enoja con las imposiciones que los representantes de los futbolistas imponen a los clubes. Se reivindica como un “entrenador menottista”, aunque discrepa con otro de sus compañeros de ruta, Jorge Valdano, el actual director general del Real Madrid. También analiza la actualidad de la Selección Argentina y habla sobre Hagan juego, el libro que reúne conversaciones con jugadores y técnicos que acaban de editar la escuela Deportea y el diario español Marca.


- ¿Por qué se impone esa forma de jugar al fútbol a la que usted se opone?
- El fútbol es cada vez más una apuesta por lo más fácil. ¿Y qué es lo más fácil? Decir que vamos a luchar, que vamos a correr, que vamos a meter. Para eso no hace falta entender el juego, sino salir corriendo para adelante y luchar cada pelota. Cada vez avanza más esa forma de ver el fútbol, porque genera una apariencia de seguridad. Digo apariencia, porque es algo que no es cierto. Pero los entrenadores se refugian en esa apariencia de seguridad para mantener el puesto.

- ¿Los jugadores se ven limitados a asumir riesgos ante la presión de los resultados?

- Al jugador le quitan el placer y la posibilidad de jugar. Todo es sacrificio, todo es lucha y todo es ir a lo supuestamente seguro. Y en el fútbol, como en todo juego, hay que arriesgar. Uno se prepara para el riesgo. En ese esquema, el jugador tiene miedo de arriesgar y tiene miedo de atreverse a jugar. Entonces, juega menos de lo que juega.

- ¿Es difícil que se liberen de esas presiones?

- El jugador sueña con jugar bien y quiere jugar lo mejor que puede. Entonces, cuando se siente un poco más suelto para poder intentar lo que sabe, se siente más tranquilo, más feliz. Pero, claro, enseguida empiezan las objeciones: ¿y si jugando así se pierden cuatro partidos seguidos? Y la respuesta es que si pierde jugando cuatro partidos de la otra forma, también pasa lo mismo.

- ¿La lógica del resultado es la que genera ese sistema?

- El resultado siempre existió, la presión está ligada a la urgencia con la que se vive hoy, con el desprecio y el desconocimiento que tienen por el juego. Tiene que ver con que no les importa absolutamente otra cosa que ganar plata. Es decir, el negocio se fue apoderando del juego. Entonces, el juego deja de ser lo más importante. En realidad, es lo que sucede en la sociedad capitalista en general, con todas las actividades. ¿A quién le importa el arte? ¿A quién le importa hacer una obra de teatro o una película con contenido artístico? Lo único que importa es hacer plata. Entonces, proliferan los Arnold Schwarzenegger y toda esa banda…

(Suena su celular y el entrenador hace un alto en la entrevista. Su ayudante de campo, Francisco “Fatiga” Russo le informa las últimas novedades sobre las transferencias y las habilitaciones en el plantel de Huracán).

Luego de una década sin dirigir en la Argentina, Cappa asumió en octubre de 2008 como entrenador de Huracán. En su primer torneo, llevó al equipo de Parque Patricios al subcampeonato, en un polémico y disputado partido final con Vélez Sarsfield. Pese a recibir una serie de ofertas de clubes del exterior, el director técnico decidió quedarse, porque creía que el equipo lograría su madurez en el Torneo Apertura que acaba de comenzar.

Durante el receso, comenzaron a llegar las malas nuevas. Cappa se quedó sin dos de sus principales jugadores. El volante Javier Pastore, de 20 años, fue vendido al Palermo de Italia.Y el delantero Matías De Federico, de 19, se fue al Corinthians de San Pablo. En la primera fecha del campeonato no llegaron las órdenes de transferencia de tres de sus jugadores. Huracán perdió 2 a 1 contra Lanús.


- ¿Cómo se rearma Huracán?
- Se rearma en el camino, se rearma muy mal. El problema es que uno tiene una pretemporada que no sirve, o sirve poco, porque al final termina armando el equipo en plena competencia. Empieza el torneo y todavía van llegando y se van yendo jugadores. Y el equipo es, esencialmente, el producto del entrenamiento, como una orquesta es el producto del ensayo. Y acá no hay ensayo que valga. Además, si perdés cuatro partidos, se arma lío. Empiezan las críticas de los periodistas, que luego se trasladan a la tribuna. Y la tribuna las traslada a los jugadores, que se vuelven cada vez más inseguros. Es un desastre, un caos. Pero así se arman todos los equipos, no sólo Huracán, salvo esas tres o cuatro instituciones que están con cierta estabilidad.

- Luego del subcampeonato los jugadores se habían comprometido a quedarse en el equipo, ¿por qué no se pudo sostener ese acuerdo?

- Se trata de un sistema perverso, en el que uno comienza a formar un equipo, que tiene apenas 19 partidos en Primera División y ya se desmantela. Es un equipo que todavía no rindió lo máximo que puede rendir, que sólo ha tenido destellos, que sólo ha sugerido lo que puede ser. Y vienen y te lo rompen todo. Es como si uno estuviera escribiendo un libro, fuera por el tercer capítulo y venga alguien y venda la novela. Y que otro tipo la termine como se le ocurra. Uno se siente frustrado, porque no la terminó. Pero te responden que no importa, que se vive así, que tienen un comprador y necesitan plata, así que hay que venderlo.

- ¿Los clubes se ven regidos por la lógica de los representantes?

- Los representantes son gente que está muy desesperada. Compran a los jugadores muy baratos, en momentos de crisis del club. Apuestan por pibes de las inferiores que no valen nada en ese momento y de pronto esos pibes crecen, aparecen en los diarios y en la televisión y se vuelven locos. Los representantes son capaces de atropellar con un auto a la madre para venderlo, porque lo compraron muy barato, en 150 mil dólares, y lo venden en cuatro millones. Es un negocio descomunal. ¿Qué otro negocio te da tanta rentabilidad, te permite ganar cuatro millones de dólares en sólo seis meses invirtiendo 150 mil? Entonces, ¿cómo se hace para parar eso? El pibe gana 20 mil pesos por mes y le ofrecen un millón de dólares. Tendría que jugar 150 años en Huracán para ganar esa plata.

- ¿Qué debería hacer Huracán para superar esta situación?

- Como la mayoría de los clubes, debería tener una organización. Pero Huracán tiene necesidades imperiosas, por los juicios y los problemas económicos que atraviesa. Si uno gana 100 pesos por mes, debe 500 mil pesos y, a la vez, sus gastos mensuales son de 150 pesos, ¿cómo se hace? ¿Cuál es la solución? Que alguien venga y pague esa deuda y te consiga un trabajo que te permita vivir al día. Tal vez ahora, si los clubes reciben más dinero de la televisión, puede ser que se ayude a cambiar esta situación.

- ¿Hay que darles más poder a los clubes?

- Los clubes tendrían que tener el dinero suficiente como para no tener la necesidad de vender a los jugadores cuando están en las inferiores, y no necesitar de los representantes. Es lo que sucede con Lanús, que tiene un jugador, espera que madure y juegue dos años en primera y en ese momento lo vende. Y lo vende de a uno, de forma planificada, y trae otro. Pero Huracán, Independiente, Racing y la mayoría de los equipos se ven obligados a vender a sus jugadores por tres monedas. ¿Cómo se hace para frenar eso? Con un club estabilizado, que tenga un orden, un proyecto. Si no, no hay forma.

Menotti y Valdano

La trayectoria de Cappa como entrenador está ligada a los nombres de César Luis Menotti y Jorge Valdano. Volante central de Villa Mitre y Olimpo en su Bahía Blanca natal, se retiró de forma temprana por una lesión de meniscos y en los años 70 debió exiliarse a España por su militancia política.


Allí consolidó su carrera como entrenador y dirigió a la selección juvenil de la Federación Castellana. En 1980, Cayetano Rodríguez lo contactó con Menotti, por esos años director del seleccionado argentino, que necesitaba una persona que siguiera el andar de jugadores y selecciones en Europa. Luego de ese primer contacto, lo acompañó en su paso por el Barcelona entre 1983 y 1984, y en Peñarol de Montevideo en 1990. “Soy un técnico menotista. No somos clonados, pero en lo esencial estamos de acuerdo. O, mejor dicho, yo estoy de acuerdo con él”, señala Cappa.


Con la llegada de la década del 90, se desempeñó como ayudante de campo de Jorge Valdano. Primero en el Tenerife -con un brillante Fernando Redondo- y luego en el Real Madrid, donde lograron el título de la Liga Española en la temporada 1994-1995.


Director general del Real Madrid desde la reasunción de Florentino Pérez como presidente en junio de este año, Valdano afirmó de forma reciente que “al fútbol hay que verlo desde esa vertiente empresarial. Los jugadores son primerísimos actores, los partidos son contenidos televisivos, y todo eso le ha dado un potencial económico muy grande. Aquellos que han sabido interpretarlo son instituciones económicas muy poderosas. Y aquellos que no han sabido interpretarlo ponen en peligro su futuro y hasta su supervivencia”.


Cappa le responde de manera seca y tajante a su ex camarada. “No estoy de acuerdo en absoluto, el fútbol no tiene nada que ver con una empresa. El tema es que el señor Florentino Pérez, para quien Valdano trabaja, cree que el fútbol es una empresa. Pero yo creo que no, que no tiene nada que ver con eso”, dice.


La selección argentina

- ¿Cómo ve el camino de la selección argentina hacia el Mundial de Sudáfrica 2010?
- Ser seleccionador argentino es un gran orgullo, pero al mismo tiempo plantea desafíos de muy difícil resolución. En realidad, no es el entrenador, sólo tiene dos o tres días para trabajar antes de los partidos.

- ¿Por qué se genera esa imposibilidad de entrenar?

- Los jugadores viajan doce horas en avión desde 10 mil kilómetros y el día que llegan, necesitan recuperarse. Luego trabajan un día y, al día siguiente, juegan el partido. Es muy difícil trabajar así. Si se juega bien, se debe a que son buenos jugadores; pero el entrenador está muy limitado en sus funciones. Es todo teórico, no hay ensayo. Es como si uno fuera director de teatro: los actores llegan el día antes del estreno; todos juntos toman un café y hablan un poco; y al otro día tienen que subirse al escenario. Esa metáfora revela el sinsentido del fútbol actual. El fútbol entendido como negocio y como empresa lleva a esos despropósitos. Hay tantos partidos, tantas competencias, tantas transmisiones de televisión, que termina siendo un sinsentido.

Hagan juego

Cappa presentó este mes su libro Hagan juego -publicado de forma conjunta por la escuela de periodismo Deportea y el diario español Marca-, que reúne una serie de diálogos que el entrenador mantuvo con grandes figuras del fútbol internacional. Se incluyen charlas imperdibles con Juan Román Riquelme, Johan Cruyff, Pep Guardiola, Alfredo Di Stéfano, Fernando Redondo, Raúl, Pablo Aimar, Cesc Fábregas, Fernando Hierro, Robert Pires, Gonzalo Higuaín, Diego Milito, Diego Forlán, Guti e Iván de la Peña, entre otros.

Colaboro en el diario Marca de España y me pareció oportuno que aportara algo desde el punto de vista de un entrenador, porque no soy un periodista. Entonces lo que hicimos fue hacer poner un grabador y realizar diferentes charlas sobre fútbol con jugadores y entrenadores. Y ahora con Deportea juntamos esas conversaciones en un libro”, explica Cappa con simpleza.


- ¿Cómo seleccionó a los entrevistados?
- En primer lugar, por la afinidad que creía que teníamos en la visión del juego. A algunos los conocía de antemano, pero a otros no los había visto nunca antes de la charla. Pero sabía que si iba a hablar con Pires, muy difícilmente me iba a decir que el fútbol se trata de pegarle una patada a la pelota para que salga para arriba, porque él juega fenómeno. Y seguramente iba defender esa idea del juego. Creo que el libro es muy interesante, por lo que dicen los jugadores, por los conceptos sobre el fútbol que muestran, ya que son todas grandes figuras del fútbol internacional.

- ¿Qué debates aparecen de forma recurrente?

- Los jugadores plantean la destrucción de mitos estúpidos, como aquel que sostiene que antes se corría menos y ahora se corre más, o que hay que correr para entrenar y que cuanto más se entrena físicamente, mejor se juega. Riquelme, por ejemplo, dice que algunos creen que si los jugadores suben y bajan montañas van a gambetear mejor. Y se trata de ideas que no tienen nada que ver con el juego. Pero son creencias que brindan, a quienes las sostienen, una apariencia de modernidad, en la que los jugadores se convierten en una suerte de autómatas. Pero, cuando uno habla con estos pibes como Riquelme, descubre que piensan de forma similar a Alfredo Di Stéfano.

- ¿Qué miradas lo sorprendieron más en esas conversaciones?

- Me sorprendió la capacidad de análisis que tienen Redondo y Guardiola, la cantidad de conceptos de fútbol que tiene Riquelme, el sentimiento por el juego que tienen Cruyff, Di Stéfano y también Raúl. Es decir, gente de distintas generaciones; algunos en plena actividad y otros ya retirados. Pero todos tienen el mismo amor por el juego. Se trata de una corriente muy notable. Es una visión del fútbol que resiste, que sobrevive, a pesar del tiempo y a pesar de todo.

Fuente: Revista "Debate" - www.revistadebate.com.ar

6 comments:

Gabriel Apreda said...

Feliz cumpleanos Angel!!!!
Hoy como siempre a tu lado, defendiendo un estilo y apoyandote siempre.
22 años esperando tu regreso no fueron en vano!!
Gracias!!

Gabriel Apreda said...

Feliz dia Maestro!!!!
Cada dia siento mas orgullo que seas el Dt de mi querido Globo.
Un abrazo Angel!!

Rodrigo García said...

Mientra siga habiendo técnicos como vos y jugadores como Román, el fútbol no va a morir. Gracias por los conceptos

Tomás Arozarena said...

Gracias Angel por tanto futbol. Yo no soy hincha de Huracan pero admiro su trabajo. Saludos desde Villa Urquiza.

Unknown said...

Grande Ángel, soy hincha de Boca pero siempre lo he seguido, es un maestro en todo sentido, no solo es bueno escucharlo hablar de fútbol...ojala alguna vez tenga la oportunidad de la selección...un abrazo grande desde Mendoza

Debate Popular-Julio said...

La verdad que siempre es bueno escuchar a Angel y toda su sabiduría del fútbol. En definitiva es lo que pensamos todos a los que nos importa el fútbol como deporte y como juego.