Sunday, May 4, 2008

El Madrid de un estilo a otro

El Real Madrid (casi) campeón demuestra una verdad que la urgencia del entorno futbolístico (medios de comunicación, empresas patrocinadoras, televisión, empresarios, dirigentes, etc.) ha ido desplazando hasta convertirla en un deseo gracioso: hacer un equipo lleva tiempo. No menos de un año.

Venía el Madrid de un estilo --el de Capello-- que no repara en la construcción de la jugada porque no le interesa. Basa su estructura en el esfuerzo defensivo y la mentalidad emprendedora, pero no en el buen juego. Naturalmente, proyectos de esa naturaleza necesitan el oxígeno de jugadores excepcionales porque serán ellos quienes tendrán la responsabilidad individual de ganar los partidos. Siempre son los jugadores, es verdad, pero la diferencia está en su aporte dentro de un criterio colectivo, o su aventura en solitario más próxima al heroísmo que al juego.

De esa manera de jugar el Madrid, que cesó a Capello, a pesar de haber logrado el campeonato, por no coincidir su forma plana de entender el juego con el paladar madridista, pasó a Schuster con la esperanza de que el equipo jugara un poco mejor aunque sea. Y como el fútbol no es teórico, para ese fin el nuevo entrenador tuvo que ir ensayando, viendo en los mismos partidos las opciones que tenía. Entonces fue descubriendo detalles que resultan fundamentales. Por ejemplo, que Gago juega mejor como único volante central, que Higuaín es delantero y no volante, que Guti es el mejor centrocampista creativo que tiene el Madrid, impecable en el último pase; y que Raúl es delantero, goleador, habitante del área, aunque esto último no es demasiado difícil de advertir en razón de sus antecedentes. Todo el mundo lo sabía, aunque Capello diera muestras de lo contrario haciéndolo jugar toda la temporada pasada de volante. Y no solo él cometió ese error (Raúl hizo 3 goles esa temporada), sino los demás entrenadores que durante tres años lo alejaron del lugar donde más rindió y sigue rindiendo.

Todas estas cuestiones se fueron puliendo y acomodando en los partidos, hasta llegar al final de la Liga Española con el equipo definido. No fue otra cosa que la lógica del fútbol puesta de manifiesto una vez más. Claro que los equipos tipo Capello en realidad no necesitan ese tiempo. Desde el primer día juegan igual que si uno los ve cinco años después. Los jugadores y los equipos crecen desde la libertad para jugar, para crear. Nadie crece en las limitaciones tácticas, en las prohibiciones. O atacando con pelotazos largos ('palla lunga') y mucha lucha para disputar los rebotes.

El Madrid es (o volverá) nuevamente campeón, pero además este año ganó algo sumamente importante para el futuro: reanudó un estilo de acuerdo con su prestigio.

Ángel Cappa para El Comercio (Perú) - 28 de abril de 2008

2 comments:

Karma said...

Realmente, esta nota se contradice con lo que fue publicado en el mismo medio peruano en marzo de este año y que figura en este blog al pie del mismo. Por favor, editen alguna de las dos para que Angel no quede como un "oportunista de la opinión" ya que en aquella nota habla del Madrid como un equipo inmerso en la misma mediocridad (y el técnico era el mismo que hoy) que el resto y en esta última lo pone en el altaar de los diferentes.
Por favor, tengan coherencia.

Ángel Cappa said...

La respuesta es muy simple. Efectivamente, el Real Madrid està integrado dentro de la mediocridad de la actual liga española, y al mismo tiempo ha iniciado una etapa diferente a la anterior.

Ha iniciado el camino hacia un fútbol mejor, lo que no quiere decir que ya lo haya logrado. Apenas lo insinua en intenciones, lo que para mí es suficiente para marcar las diferencias con la etapa anterior.

En marzo el Madrid llevaba 3 meses con el técnico y todavía estaba en la etapa de pruebas. Ahora ya encontró muchas cosas que buscaba.

Por ejemplo: Gago es único volante central (ya no juega con 2 contenciones), Guti es titular (no lo era por entonces), juega con 3 volantes y 3 delanteros (no lo hacia antes), etcétera.

Aún así, nunca digo que ya ha encontrado el estilo sino que lo busca y eso es un inicio alentador.

Un abrazo,

Ángel