Wednesday, March 25, 2009

Cappa: "No hay que subirse al carro"

Cappa elige la calma para este gran momento de Huracán. Se enorgullece de cómo juega el equipo y analiza: "Uno tiene que estar convencido de involucrarse en lo que cree". Y da su visión sobre la preparación física...

"Para mí, el fútbol es como el arte: no hay progreso. Es bueno o malo, simplemente".

Debajo del bigote, la boca de Angel Cappa aprovecha cada palabra para perfumar un concepto. No lo ahoga la tradición del pronóstico, enfermedad maldita del fútbol de esta región: "Yo veo que a veces la discusión se encierra en la nada porque la referencia sobre lo que se discute es algo que no ha tenido lugar todavía. Se habla sobre situaciones que ni siquiera han sucedido".

- ¿Eso enloquece?
- Sí. Y destruye. No puedo estar hablando en este momento sobre qué puede pasar si Huracán no gana el próximo partido. Es irreal. Eso es ser un charlatán.

- ¿Hay muchos?
- Como en todos lados hay gente que habla de más.

- ¿Le molesta que en este momento se esté teorizando sobre el juego de Huracán?
- En tanto y en cuando no se deforme el espíritu de la idea, no. Por eso repito cada vez que puedo que es muy osado decir que este Huracán se parece en algo al del '73. En ese momento hubo dos años de preparación, por ejemplo. Y ahora llevamos un puñado de meses trabajando.

- ¿Qué quiere llevar a cabo?

- Plasmar una idea alejada de la locura del resultadismo rápido.

- ¿Se puede?
- Por ahora sí. Sé que si en tres fechas al equipo le va mal, chau, te echan. Y si le va bien, eso no puede adjudicarse a algo elaborado sino a un cúmulo de circunstancias e individualidades que permiten éxitos transitorios.

- ¿Sigue creyendo que en el fútbol hay demasiadas modas?
- Absolutamente.

- ¿Sobre todo en la preparación física? Ha sido muy crítico...
- Se habla de la preparación física, pero sostengo que no existe como tal. Todo es más amplio y no tan segmentado. La preparación de un futbolista es integral. Además de lo físico está lo táctico, lo técnico, lo fisiológico.

- Lo psicológico.
- Sin dudas. No quiero caer en lugares comunes, pero si no estás bien, la vas a pasar mal. Durante un partido el jugador salta, hace movimientos aeróbicos, de fuerza, de potencia, de velocidad, de control de pelota. Entonces hay que trabajar todo en su conjunto y no por separado. No es sólo ir a la arena, o a una pendiente. O hacer mil abdominales. ¿Qué es eso? ¿Y qué se dice de cómo pasarle la pelota al compañero?

- ¿Qué siente cuando sus jugadores o sus colegas hablan maravillas de cómo juega Huracán?
- Me provoca placer, me tranquiliza. Pero no me enloquece. Uno tiene que estar convencido de involucrarse en lo que cree.

- ¿Se habla demasiado?
- Por ejemplo, se habla de sistemas obsoletos y yo me pregunto quién determina eso. No hace mucho, el que no jugaba con tres centrales y dos carrileros era un anticuado y ahora eso desapareció. Nuestra idea es jugar. Si lo hacés bien, va a ser todo fácil.

- ¿Lo entienden?
- Mucho.

- ¿Están para pelear el título?
- Estamos para seguir aprendiendo. Venimos de ganarle a Lanús, el mejor equipo del fútbol argentino. Y por eso toma relevancia. Por el apuro de los medios, a veces, la idea puede desdibujarse.

- ¿Cuál es?
- No hay que subirse al carro.

Fuente: Diario La Razón

Monday, March 23, 2009

"Que de la mano, de Angel Cappa..."

Cappa hizo el milagro. Huracán conjuga otra vez los verbos más deseados: ganar, gustar y golear. Huracán está otra vez en el candelero, poniendo arriba de la mesa su historia, las paredes, los tacos, los lujos, los goles. El parteneire, el invitado al teatro Ducó, no fue cualquiera: el Globo bailó a Lanús, al puntero del Clausura, al mejor equipo de los últimos dos años. Entonces, el canto de los 24.000 quemeros surge tímido, pero se impone: "Que de la mano, de Angel Cappa, toda la vuelta vamos a dar". El hit fluye y al cantarla la gente se mira, sonríe en forma casi irónica porque ni el más fanático de los hinchas soñaba con un título cuando empezó el torneo. Nadie daba dos pesos por este equipo y cuando los dirigentes le dijeron de arreglar un premio por salvarse del descenso, el técnico respondió en la intimidad: "Hablemos de uno, pero para estar entre los tres primeros". Lo miraron como quien observa un loco en el Borda...

¿Qué tiene Huracán? El estilo de Angel: salida clara desde abajo por los laterales, Bolatti maneja la batuta, el Maestrico acelera, De Federico y Pastore frotan la lámpara y, a veces, se convierten en Aladino. El Globo disputó su mejor partido en el torneo, aunque siempre jugó de la misma manera: cuando perdió con Boca y Gimnasia, cuando empató con Newell's (con uno menos, y en Rosario, lo fue a ganar) y en las cuatro victorias. El nivel del rival hace nacer el sueño de pelear mucho más que por zafar del descenso porque en La Quema pudo darse una goleada histórica. El local lo pasó por encima de principio a fin. Es verdad que al Grana le faltaron los creativos (Valeri y Blanco) tanto como que Cappa tuvo que inventar un dos (Esmerado -volante- por la lesión de Goltz) y un tres (Cura -zaguero- por el suspendido Arano). La superioridad no se dio sólo en el toque, sino que Huracán es un conjunto solidario donde todos hacen chiches pero también los talentosos deben pasar la línea de la pelota, y ayudar a recuperar el bien más preciado: la redonda. Una mirada panorámica muestra que cuando el rival ataca, el Globo se defiende como cuatro defensores y una línea de cinco volantes. No es un equipo ingenuo que se queda en el jogo bonito, ahora le sumó golpes de nocaut. Así, fue tirando a Lanús (no tuvo juego en los carrileros y le faltó resto físico para correr detrás del toqueteo del rival): primero con el cabezazo de Esmerado, luego con el monopolio de la pelota, después con el zapatazo de Pastore y le puso el sello al partido la jugada messiana de De Federico. Y eso que, por ahora, sólo concreta un 30 por ciento de lo que genera...

Fuente: Diario Olé

Sunday, March 22, 2009

Huracán 3 - Lanús 0

Era el partido de la fecha. El más atractivo desde el juego, desde la intención que tienen siempre Huracán y Lanús dejugar al fútbol a un toque y por el piso. Además, el equipo de Luis Zubeldía llegaba como único puntero del Clausura a Parque de los Patricios, y los de Angel Cappa, con una victoria, se colocarían a dos puntos de su rival, como escolta junto con Vélez. Chocaban los dos sextos grandes, uno por historia y otro por presente.

Fue más el Globo en el arranque. Mario Bolatti como cinco recuperador y distribuidor, de allí salía siempre limpia la pelota para los creativos Pastore y De Federico. Más la presencia de Federico Nieto en el área de Chiquito Bossio. Para Lanús se hacía difícil desplegar el juego al que tiene acostumbrados a sus hinchas. Porque Araujo se pegó encima de Lagos y no lo dejó moverse, porque a Sand no le llegaba la pelota y tenía que bajar mucho para entrar en juego y porque Huracán ganaba en el choque de presiones.

En la primera jugada de riesgo se abrió el marcador y el partido. A los 7, De Federico ejecutó un tiro libre al área desde la izquierda, los centrales Hoyos y Viera perdieron las marcas, y apareció Gastón Esmerado sólo en el área para meter la cabeza y poner el 1-0. Estalló el Ducó. Después el Granate salió un poco más en busca del empate, pero apenas inquietó a Monzón con un disparo a colocar de Fritzler que se fue al lado del palo izquierdo del arquero local.

Huracán redondeó un primer tiempo excelente. Ganó en todas las líneas y mostró un gran nivel individual en los jugadores que componen su columna vertebral. Eduardo Domínguez comandó una defensa segura, Bolatti manejó los tiempos en el medio, y Pastore y De Federico armaban una pared detrás de la otra. Pastore, de cabeza, a los 17; y tras un desborde por derecha diez minutos más tarde, pudo haber aumentado el marcador en la primera mitad. También De Federico probó con dos zurdazos desde afuera del área que Bossio supo despejar. El Globo fue más que Lanús en un primer tiempo con mucha clase.

La última jugada de la primera mitad dejó en claro cómo fue el desarrollo del partido y lo que se venía para el complemento. Después de tocar hasta gastar la pelota, Nieto quedó mano a mano con Bossio, pero su zurdazo se fue apenas desviado. El segundo tiempo fue casi un monólogo de Huracán. Claro dominador, la pelota viajaba de los pies de Bolatti a los de César González por izquierda, o Leandro Díaz por derecha... O Araujo, o Kevin Cura... O para De Federico que a pura gambeta abrió a la defensa de Lanús... O para Pastore y toda su categoría para hacer jugar a sus compañeros. Una tarea impecable del Globo.

El gol de ventaja le quedaba chico al excelente nivel de Huracán. A los 10, Araujo salió rápido de contra, Pastore la peinó, De Federico envió el centro atrás desde la izquierda (siempre a un toque, siempre por el piso), pero Pastore le erró al arco en el último pase, el que tiene que ser a la red. Tres minutos después, Pastore luchó la pelota ante dos rivales, salió con aire y gambeteó a Hoyos. Se metió en el área y mareó a Viera, pero su zurdazo fue despejado por Bossio al córner. El inevitable 2-0 que le dio un poco más de justicia al partido llegó a los 19. De Federico giró, dejó en el camino a todos los rivales que intentaron detenerlo y habilitó a Pastore, sobre la derecha. De primera, de volea, el joven enganche la clavó en el primer palo y a festejar.

Con la diferencia ampliada Huracán se dedicó a cuidar la pelota. Fue brillante el traslado del balón entre los jugadores del Globo. Siempre preciso, siempre seguro, a uno o dos toques, pero fundamentalmente siempre redonda a un compañero. Cuando aceleraba llegaba con peligro, como a los 31, cuando Bolatti se encontró con un rebote en la puerta del área y le dio de derecha, apenas afuera. Y la frutilla del postre llegó a los 37. De Federico arrancó en su campo, contra la raya, a la derecha. Pasó a uno, a dos (con caño), le salió Viera y lo dejó en el camino. Le salió Hoyos y lo dejó pagando. Sin piernas le pegó el puntazo, Bossio dio mal el rebote y Pastore aprovechó para corregir y sellar el 3-0.

Lo de Huracán es cosa seria. Lo pasó por arriba a Lanús, el equipo que mejor jugaba al fútbol en la argentina, pues ahora el Globo le discute ese título a puro toque, gambeta y gol. El equipo de Cappa quedó tercero en el Clausura, con Vélez y con 13 puntos. Primero está Lanús con 15 y segundo apareció River con 14 tras la victoria sobre San Martín de Tucumán. Pero el Globo demostró que tiene nivel, jugadores, y un cuerpo técnico capaz como para pelear por el campeonato hasta el final.

Fuente: Diario Olé

Monday, March 16, 2009

Newell's 2 - Huracán 2

Huracán desplegó un aceitado juego colectivo y mereció algo más que un Newell's que igualó 2 a 2 gracias a las destacadas actuaciones del arquero Sebastián Peratta y del volante Lionel Vangioni. Federico Nieto y el defensor Carlos Araujo anotaron los tantos del conjunto de Angel Cappa que, aunque jugó gran parte del segundo tiempo con diez hombres por la expulsión de Carlos Arano, fue más peligroso frente a los arcos.

Newell's fue un equipo desordenado, en el que Vangioni marcó dos goles para igualar el marcador. Por su parte, Peratta tuvo varias intervenciones decisivas para evitar que su equipo pierda el encuentro.

Huracán impuso su buen juego por abajo desde el comienzo y sorprendió a Newell's en el primer ataque serio que tuvo. A los 6, Matías De Federico encaró por el medio y abrió a la izquierda para Javier Pastore, quien al entrar al área remató al arco. Nieto alcanzó a conectar para abrir el marcador.

A partir de ahí, Newell's fue a buscar el empate, pero le faltó claridad en los últimos metros. Los dirigidos por Roberto Sensini tiraron demasiados centros para Leandro Armani y les facilitaron el trabajo a los defensores visitantes.

Huracán se paró de contra y justificaba la diferencia por el desequilibrio de sus delanteros, sobre todo la buena sociedad que tenías Pastore y De Federico por la izquierda. A los 12, el conjunto de Parque Patricios pudo aumentar con un disparo cruzado de De Federico que se fue al lado del poste izquierdo. Newell's llegaba en cuenta gotas y cuando menos lo esperaba encontró el empate. A los 33, Vangioni tomó un rebote por izquierda, avanzó y desde fuera del área sacó un tremendo remate que ingresó por el ángulo superior derecho del arquero Gastón Monzón.

El segundo tiempo fue movido y de ida y vuelta, y Huracán siempre jugó mejor. Los de Cappa se volvieron a poner en ventaja a los 11, con una gran jugada y definición de Araujo. El defensor encaró por derecha, hizo una pared con De Federico y ante la salida del arquero tocó al primer palo.

Newell's fue un conjunto de nervios e imprecisiones tras el segundo gol visitante, mientras que Huracán, a pesar de estar con diez, llegaba con más peligro y decisión. La Lepra no podía quebrar la defensa visitante hasta que nuevamente apareció Vangioni, a los 19, para entrar al área por izquierda, enganchar y rematar de derecha al gol.

Con el 2 a 2, Huracán siguió siendo mejor. A los 24, Peratta se jugó la vida en un mano a mano frente a Pastore. Cuatro minutos más tarde, el arquero local le tapó un cabezazo a Nieto. Newell's lo pudo ganar en el último avance. A los 46, Juan Quiroga envió un centro por izquierda, Leandro Armani conectó de zurda y Monzón sacó por un costado. Demasiado premio para Newell's que nunca consiguió elaborar un buen funcionamiento, frente a un Huracán que nunca resignó atacar y que mereció llevarse algo más.

Fuente: Diario Clarín

Thursday, March 12, 2009

Las lecciones de Cappa

Ahora, en este tiempo de la historia y de los medios de comunicación, en un escenario de tanta estupidez elevada al cubo y de tanto chisme presentado con estatura de algo importante, Ángel Cappa atrapa un micrófono, mira hacia los rostros de cientos de pibes y les explica, paciente y fervoroso, que el fútbol vale la pena, entre otras cosas, porque ayudó a que los oprimidos del mundo tuvieran acceso a la belleza. Ahora, también ahora, Cappa insiste frente a esos chicos y les cuenta que la pelota no es cualquier objeto, sino una identidad y un vínculo de amor y de solidaridad. Ahora, y las veces que haga falta, Cappa les hace a esos jóvenes un comentario que les mueve la cabeza, la conciencia y, seguro, el corazón: "Si me van a preguntar para qué sirve jugar bien, yo les voy a preguntar para qué sirve ser feliz". Felices están los que lo escuchan: aplauden.

No importan todos los vaivenes que tuvo o tendrá Cappa como entrenador de Huracán o de cualquier equipo. No importan cuántos puntos sume o reste porque, al cabo, no es cierto que sumar puntos sea la medida del valor de nadie. Lo importante es que Cappa conversa con alumnos flamantes de la escuela de periodismo DeporTea y pronuncia lo que ya casi no pronuncian los notorios del deporte: que el fútbol es un juego y no un drama, que está hecho para el disfrute colectivo y no para el maltrato de los unos a los otros, que la gente es lo que es por un pasado y por una infancia y que nadie en el pasado y en la infancia se decía "cómo voy a sufrir esta tarde" cuando soñaba un picado con amigos. Que ganar es un objetivo evidente, pero que hay más objetivos que ganar.

Ahora, cuando transcurre otro de sus regresos a la Argentina, Cappa no anda a contramano de la época, sino que la época hace imperar concepciones que andan a contramano del fútbol y de la vida. Quien lo dude puede escucharlo, igual que lo hacen esos muchachos y muchachas a los que las ideas que defiende Cappa les redescubren las magias de la cancha. Ocurre que Cappa es entrenador, pero sobre todo es otra cosa: un portador de verdades viejas pero no envejecidas, verdades heridas pero no olvidadas, verdades que fueron justas y que serán justas siempre. Esos cientos de pibes ya lo saben.

Fuente: Diario Clarín

Wednesday, March 11, 2009

Huracán 2 - Gimnasia de Jujuy 1

Las propuestas marcan el destino. El de Huracán y el de los jujeños. El equipo de Angel Cappa, como pocos, intenta jugar a la pelota. Por momentos, es cierto, se excede en el tiqui tiqui y carece de profundidad; pero vale que siempre intenta exponer argumentos saludables. Todo lo contrario ocurre con Gimnasia: anda a la deriva, sin alma, sin fútbol, hace 27 partidos que no gana de visitante, está último en la tabla de los promedios y desde hoy es muy factible tenga que salir a buscarle un reemplazante a Omar Labruna. Ayer a la tarde, en el Tomás A. Ducó y bajo un diluvio, sin sobrarle nada en el resultado pero con una diferencia abismal en el juego, el local se impuso por 2 a 1 y así se recuperó de dos derrotas seguidas y ahora más que nunca multiplica sus ilusiones.

Extrañamente, el gol de Desvaux de cabeza en el primer avance medianamente serio de Gimnasia (12 minutos) le jugó en contra. Porque la visita se metió tan atrás que le resolvió a su rival la mitad del problema. Huracán iba pero se repetía. Sus movimientos ofensivos eran muy previsibles. Y a eso se le sumaban los nervios y los errores conceptuales. Iba poquito por afuera y mucho por adentro. Eso le simplificó las cosas a la defensa jujeña. Javier Pastore y Matías De Federico jamás fueron claros y el venezolano César González alternaba una buena con una regular.

Después de la primera media hora, Huracán advirtió que había otra vía que no fuera entrar por abajo. Entonces, comenzaron a llover los centros en el área de Gastón Pezzuti, de un lado (Araujo por derecha) y del otro (Arano por la izquierda). Casi convierte de cabeza pero la base del palo izquierdo le dijo no a Nieto. Y, al ratito nomás, González tocó para Carlos Arano, quien mandó un centro preciso para la cabeza de Nieto que esta vez sí acertó a la red.

El empate envalentonó más a Huracán y se lo llevó por delante a Gimnasia. Las situaciones de gol, en el cierre de la primera parte, fueron apareciendo. De Federico remató alto. Y Loeschbor, casi en la línea, salvó dos veces a su arco.
Pese a los cambios (ingresaron Ricardo Gómez y Arraya), el equipo de Labruna siguió tan apático como vulnerable. Para colmo, después de mil errores el capitán Paolo Goltz puso el 2 a 1.

Huracán se tranquilizó, se plantó firme en el medio. Creció la figura de Mario Bolatti y se dedicó a consumir los minutos. Es cierto que pasó algunos sobresaltos aislados: el arquerito Gastón Monzón se tuvo que esforzar para sacar un cabezazo de pique al suelo de Calandria, Juan Arraya no llegó a empujar un centro de Gómez y Héctor Desvaux cabeceó otra vez pero la pelota se fue por arriba del travesaño.
De todas maneras, y salvo la imagen del final, en la que Pezzuti fue a buscar un córner, la sensación era que a Huracán no se le podía escapar por nada del mundo el triunfo. Por la propuesta futbolística, por lo que puso, por la actitud y porque no le tuvo piedad a un equipo que a 14 jornadas del final parece estar casi condenado a dejar la categoría VIP.

Fuente: Diario Clarín

Wednesday, March 4, 2009

Ángel Cappa. Sus libros favoritos

1. LA PEDAGOGIA DEL OPRIMIDO (Paulo Freire)
Este libro me descubrió la manera de aprender y de enseñar. Me sirvió para entender que todos aprendemos de todos.

2. PARA LEER AL PATO DONALD (Ariel Dorfman y Armand Mattelart)
Me dio la clave para entender el mensaje subliminal que recibimos todos los días. Detrás de lo aparente, lo que nos tratan de inculcar los medios de comunicación y la televisión.

3. 100 AÑOS DE SOLEDAD (Gabriel García Márquez)
Es apasionante. Me gustó porque relata una situación humana bastante desalentadora y lo hace con humor.

4. CUALQUIER CUENTO DE JULIO CORTAZAR
Por la forma magistral que tiene de contar algo brevemente y que nos hace pensar también.

5. LOS SANTOS INOCENTES (Miguel Delibes)
Muestra el desprecio profundo de los terratenientes en España por los peones, la lucha de clases y la humillación con la que viven permanentemente los campesinos en relación a sus patrones.

Fuente: Revista El Gráfico

Cappa en palabras

"El menottismo es como los Reyes Magos: uno espera siempre a los equipo de Menotti con ilusión, sin saber qué le van a traer. Y bilardismo es el señor que le dice al pibe de 4 años: Los Reyes Magos son los padres, así que te doy un pulóver que te hace falta para el invierno y punto..."

Ángel Cappa para la edición de marzo de la revista El Gráfico (2009)

Monday, March 2, 2009

Cappa: "Así vamos a tener más alegrías que decepciones..."

El técnico Angel Cappa tardó en digerir los efectos de la derrota ante Boca. Y es que, según su explicación, su equipo jugó "un partido interesante, con orden y así logramos controlar a un rival muy difícil. Incluso tuvimos un par de aproximaciones como para ponernos en ventaja. Pero contra un adversario como Boca, que tiene elementos capaces de desequilibrar en cualquier momento, no podés dar ventajas ni distraerte. Nosotros perdonamos y ellos no".

De todas formas, y aún molesto por el resultado, Cappa destacó que "Huracán tuvo actitud y trató bien la pelota. La historia pudo ser diferente porque lo que planeamos lo hicimos bien, nos faltó acertar en los metros finales. De cualquier manera la idea está presente y sabemos que así vamos a tener más alegrías que decepciones al final de la carrera".

Por último, Cappa se excusó de hablar del arbitraje de Lunati: "No hay mucho más para agregar a lo que todos pudieron ver. Me puedo quejar por la jugada en la que le hacen penal a González pero no serviría de nada; ya está, ahora hay que mirar para adelante y tratar de corregir errores para seguir creciendo porque están dadas las cosas para ser el equipo que todos pretendemos".

Sunday, March 1, 2009

Boca 3 - Huracán 1

Boca Juniors, jugando mal y sin merecerlo, venció esta noche a Huracán por 3-1, volviendo de este modo a sumar de a tres puntos después de dos derrotas consecutivas. Pero la nota de la fecha la dio Martín Palermo, autor del primer gol del partido y el número 195 en su historia con la camiseta xeneize, el máximo en la historia del profesionalismo.

Boca jugó mal, durante más de una hora de juego fue superado por un Huracán que no supo resolver todas las chances que dispuso para irse ganador de La Bombonera y cuando apareció Palermo sus ilusiones se terminaron. Desde el comienzo del partido, el Xeneize salió a llevarse por delante al Globo, presionando en campo contrario y jugando con mucha gente cerca del área defendida por Gastón Monzón.

En los primeros minutos el equipo de Carlos Ischia logró su cometido, se plantó en terreno de Huracán y a partir de ahí buscó generar peligro. Sin embargo, al no aparecer en el juego Juan Román Riquelme, con Pablo Mouche muy encerrado, Martín Palermo parado solo dentro del área y los volantes y los laterales sin acompañar con criterio, Boca se quedó en buenas intenciones.

Los locales buscaron pero chocaron con su propia impotencia, su falta de profundidad y una defensa bien parada de Huracán, que con el correr de los minutos se fue afianzando y logró sacar a su equipo del asedio xeneize. Con la solvencia que mostró en el fondo Paolo Goltz, la claridad de Mario Bolatti, más el vértigo que en algunos momentos aportaron Javier Pastore y Matías De Federico, el equipo de Angel Cappa emparejó y estuvo más cerca de abrir el marcador que Boca.

La primera situación clara de gol la tuvo el venezolano César González, quien definió cruzado luego de quedar mano a mano con Roberto Abbondanzieri, previo pase preciso de Pastore. Unos minutos después el que estuvo cerca de abrir el marcador fue De Federico, pero el delantero del "Globo" remató apenas desviado.

A esa altura Boca era una sombra dentro de la cancha, donde se mostraba tan pesado como la intensa lluvia, siendo un equipo sin cambio de ritmo, jugando siempre al mismo paso y perdiendo sorpresa. El único que cambiaba de velocidad era Pablo Mouche, quien tuvo dos chances para abrir el marcador y en ambas oportunidades salvó el arquero Monzón.

Sobre el final del primer tiempo otra vez apareció el juvenil de Boca para desbordar, esta vez por izquierda, enviando un centro pasado que conectó Palermo -prácticamente la única pelota que tocó en los 45 minutos iniciales- y otra vez el arquero de Huracán evitó el gol.

En el comienzo del segundo tiempo Boca hizo todo lo posible para que Huracán se pusiera en ventaja, con una serie de errores defensivos insólitos, que derivaron en una jugada en la cual Pastore dejó en el camino a Abbondanzieri pero terminó resolviendo mal. En medio de esos errores defensivos hubo otro grave del árbitro Lunati, quien a dos metros no observó como Morel Rodríguez le cometía una clara falta a César González dentro del área, que prefirió no sancionar, porque de lo contrario tendría que haber cobrado penal.

Como en la primera parte, Boca sólo dependía de la voluntad de Mouche, quien solo complicaba a todo el fondo de Huracán, pero era poco como para poner al equipo de la ribera en ventaja.



Huracán dispuso en los 20 minutos iniciales en el segundo tiempo de innumerables situaciones para abrir el marcador, pero nunca terminó bien todas las "contras" que tuvo, en muchas de ellas con superioridad numérica de sus hombres ante los de Boca.

Cuando parecía que en la primera que acertara se pondría arriba en el marcador Huracán, llegó el gol de Palermo, quien tuvo que empujar un excelente asistencia de Mouche, estableciendo de ese modo el 1-0, algo totalmente injusto por lo que habían mostrado los dos equipos hasta ese momento.

El partido lo liquidó Figueroa, quien ingresó para reemplazar a Palermo, definiendo bien ante la salida de Monzón luego del único acierto de Riquelme en la noche, quien lo habilitó en forma muy precisa al ex delantero de Rosario Central y River.

Todo Huracán sintió el impacto y fue a buscar, descontó a través de Eduardo Domínguez pero enseguida Figueroa marcó el tercero -empujó una asistencia de Juan Krupoviesa-, para que bajo la lluvia la gente de Boca festeje una victoria, que no mereció.

Fuente: Diario Clarín