Wednesday, December 3, 2008

Huracán 1 - San Lorenzo 4

Haría falta demasiado talento para decodificar el rico mensaje del fútbol, un irrepetible fenómeno social que no reconoce otro motivo o necesidad que no pase por la pasión, por lo inexplicable que resulta detallar que un partido, por culpa de la lluvia -mucha- arranca un día y termina 72 horas después. Haría falta demasiado texto para graficar la locura de la gente del Ciclón. Se resume en un título: pasó la tormenta. Con un agregado: arrancó otra, sin gotas y sin rayos, más de corazón y venas ardiendo.

A los 16, el sábado, Saúl Laverni suspendió el clásico, justo cuando Huracán ganaba 1-0 con el grito de Paolo Goltz. Ayer, con sol y algunas nubes -se disputaron 74 minutos divididos en dos tiempos-, el Ciclón fue autorreferencial: pasó por arriba al Globo y le metió cuatro en media hora. El equipo de Miguel Russo le dio vuelta el clásico al de Angel Cappa -felicitó al rival por la buena actuación, un gesto para destacar y para aplaudir hasta que lo entiendan quienes no cazan un fútbol- y se puso a dos puntos del único líder del Apertura, Boca. Los goles los convirtieron Aureliano Torres, Chávez y Silvera -hizo dos-.

Es verdad, Huracán jugó con uno menos porque el sábado había sido expulsado Pastore. Pero la diferencia no hay que buscarla desde ese rincón. La idea de San Lorenzo de moverse por las bandas y tirar centros se hizo efectiva con gloriosos resultados. En el complemento, a los 3 minutos, nació el empate por la derecha. Adrián González tiró la bola al primer palo y Aureliano Torres, que se cruzó desde la izquierda cabeceó cruzado. Gol para revivir la ilusión de un equipo que todos daban por muerto. ¿Y ahora?

El paraguayo Torres envió un centro pasado, Gastón Aguirre cabeceó al medio del área y Chávez puso el frentazo para poner al frente a su equipo. Los dos de Silvera sirvieron para humillar al clásico rival, para hundirlo en sus problemas.

Pasó la tormenta. A dos de la punta, San Lorenzo sabe que siempre que llovió, paró.
Fuente: diario La Razón - 3 de diciembre de 2008

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