La Copa América tiene tradición y debemos exigir que estén los mejores
Desde hace muchos años Sudamérica se ha convertido en la fábrica proveedora de sus mejores jugadores al fútbol europeo. La situación económica mundial obliga a nuestros países a asumir ese lamentable papel y a convertir nuestro juego más popular en un gigantesco negocio para una minoría que cambia sentimientos por dinero. Sumas multimillonarias que nunca van a parar a los clubes, muchos de ellos en bancarrota, lo que alimenta la necesidad de seguir vendiendo jugadores y mantener el círculo indefinidamente.
Nuestros hinchas tienen que mirar a sus ídolos por televisión, porque cada vez se van más rápido y algunos ni llegan a jugar en Primera División. Digo todo esto porque la Copa de América tiene que ser nuestra fiesta y tenemos la obligación de defenderla, y exigir que los mejores estén presentes. Que cada equipo reúna, aunque sea por esa única vez, a sus representantes más significativos y podamos disfrutar de nuestro fútbol.
Siento pena cuando algunos de esos jugadores, abrumados por la cantidad de partidos que tienen que jugar para sus clubes, renuncian a su selección, como Ronaldinho y Kaká en Brasil. Nunca vi a ningún jugador europeo hacer lo mismo en la Copa de Europa de naciones.
La cita es ahora en Venezuela, un país donde el fútbol ha avanzado mucho en los últimos años. Brasil y Argentina serán seguramente los candidatos al título por historia y prestigio, pero no están lejos Colombia, Uruguay, México, entre otros.
Yo creo que Perú está en condiciones de meterse en la lucha por los primeros puestos. Cuenta con la garantía de jugadores de primer nivel, como Pizarro, Solano, Farfán, Guerrero, Acasiete, por nombrar a algunos. Le faltaría definir un sistema cuanto antes, y en ese sentido, yo creo, con todo respeto para el técnico Uribe, que lo mejor es no innovar y jugar con cuatro en el fondo por ser un sistema que conocen perfectamente. De ahí en adelante hay muchas variantes para utilizar. Los invito a prepararnos para la alegría, porque --como dijo Borges-- "la esperanza nunca es vana".
Ángel Cappa en el diario El Comercio (Perú) - 11 de junio de 2007
Desde hace muchos años Sudamérica se ha convertido en la fábrica proveedora de sus mejores jugadores al fútbol europeo. La situación económica mundial obliga a nuestros países a asumir ese lamentable papel y a convertir nuestro juego más popular en un gigantesco negocio para una minoría que cambia sentimientos por dinero. Sumas multimillonarias que nunca van a parar a los clubes, muchos de ellos en bancarrota, lo que alimenta la necesidad de seguir vendiendo jugadores y mantener el círculo indefinidamente.
Nuestros hinchas tienen que mirar a sus ídolos por televisión, porque cada vez se van más rápido y algunos ni llegan a jugar en Primera División. Digo todo esto porque la Copa de América tiene que ser nuestra fiesta y tenemos la obligación de defenderla, y exigir que los mejores estén presentes. Que cada equipo reúna, aunque sea por esa única vez, a sus representantes más significativos y podamos disfrutar de nuestro fútbol.
Siento pena cuando algunos de esos jugadores, abrumados por la cantidad de partidos que tienen que jugar para sus clubes, renuncian a su selección, como Ronaldinho y Kaká en Brasil. Nunca vi a ningún jugador europeo hacer lo mismo en la Copa de Europa de naciones.
La cita es ahora en Venezuela, un país donde el fútbol ha avanzado mucho en los últimos años. Brasil y Argentina serán seguramente los candidatos al título por historia y prestigio, pero no están lejos Colombia, Uruguay, México, entre otros.
Yo creo que Perú está en condiciones de meterse en la lucha por los primeros puestos. Cuenta con la garantía de jugadores de primer nivel, como Pizarro, Solano, Farfán, Guerrero, Acasiete, por nombrar a algunos. Le faltaría definir un sistema cuanto antes, y en ese sentido, yo creo, con todo respeto para el técnico Uribe, que lo mejor es no innovar y jugar con cuatro en el fondo por ser un sistema que conocen perfectamente. De ahí en adelante hay muchas variantes para utilizar. Los invito a prepararnos para la alegría, porque --como dijo Borges-- "la esperanza nunca es vana".
Ángel Cappa en el diario El Comercio (Perú) - 11 de junio de 2007
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