La revancha, finalmente no fue revancha. Huracán no pudo desquitarse de la derrota de la final del Apertura y volvió a caer ante el campeón en el José Amalfitani. Fue 2-0, con una gran actuación de Jonathan Cristaldo, autor de dos goles, uno de ellos de chilena desde afuera del área. El Globo sigue sin ganar en este torneo, mientras que el Fortín es ahora uno de los escoltas de Estudiantes, el líder.
Lejos estuvo el encuentro de despertar la expectativa que generó apenas nomás en julio pasado. A pesar del trajín físico que supone haber jugado entre semana frente a la Unión Española de Chile (3-2) por la Sudamericana, el equipo de Liniers no pareció sentir el esfuerzo. Y encima pegó en la primera aproximación concreta a la valla rival.
Sobre los 8 minutos, Jonathan Cristaldo, la figura de la cancha, escapó por el sector izquierdo y metió un pelotazo cruzado que pasó por debajo de las piernas del arquero Gastón Monzón y se tradujo en el primer tanto. El joven delantero comenzaba a convertirse en figura.
A partir de la conquista, el elenco de Gareca le cedió la pelota a su rival, pero los dirigidos por Angel Cappa pusieron en evidencia la falta de profundidad que los viene caracterizando en los últimos partidos. El Globo de Parque de los Patricios tuvo mayor tiempo la posesión de la pelota, pero no supo qué hacer con ella, a punto tal que la elaboración de jugadas de riesgo se circunscribió, casi con exclusividad, a remates desde fuera del área.
Hubo dos chances más o menos concretas en esos 45 minutos iniciales, con sendos disparos de Leandro Díaz y Nicolás Trecco, que pasaron cerca de la valla que defendía el cordobés Germán Montoya. Velez, que hizo gala de su eficacia perfecta en la primera etapa, se hizo patrón de la zona central en la segunda, a partir de adelantarse unos metros en el terreno.
Con ese simple argumento, el conjunto de Liniers neutralizó los circuitos que pudiera hilvanar Huracán que, en esta segunda mitad, paradójicamente, casi ni acercó peligro. La única situación más o menos cierta que tuvo el visitante para equilibrar la pizarra ocurrió con un tiro desde fuera del área de Rodrigo Díaz, que rechazó Montoya.
El partido transitaba por el letargo, aunque quién sacudió la modorra fue el pibe Cristaldo, con un nuevo gol. Sobre los 30, Monzón se anticipó a una entrada de Alejandro Cabral y dio un rebote largo. Un defensor del Globo intentó despejar, pero la pelota quedó cerca para el delantero de Vélez, quien ensayó una notable chilena que dejó sin asunto al guardavallas visitante.
Así, la parcialidad de Vélez volvió a festejar ante su par de Huracán, esta vez, en un encuentro que no alcanzó ni por asomo la repercusión mediática de aquellos primeros días de julio, pero que se resolvió, eso sí, con mayor simpleza.
Fuente: Clarín
Lejos estuvo el encuentro de despertar la expectativa que generó apenas nomás en julio pasado. A pesar del trajín físico que supone haber jugado entre semana frente a la Unión Española de Chile (3-2) por la Sudamericana, el equipo de Liniers no pareció sentir el esfuerzo. Y encima pegó en la primera aproximación concreta a la valla rival.
Sobre los 8 minutos, Jonathan Cristaldo, la figura de la cancha, escapó por el sector izquierdo y metió un pelotazo cruzado que pasó por debajo de las piernas del arquero Gastón Monzón y se tradujo en el primer tanto. El joven delantero comenzaba a convertirse en figura.
A partir de la conquista, el elenco de Gareca le cedió la pelota a su rival, pero los dirigidos por Angel Cappa pusieron en evidencia la falta de profundidad que los viene caracterizando en los últimos partidos. El Globo de Parque de los Patricios tuvo mayor tiempo la posesión de la pelota, pero no supo qué hacer con ella, a punto tal que la elaboración de jugadas de riesgo se circunscribió, casi con exclusividad, a remates desde fuera del área.
Hubo dos chances más o menos concretas en esos 45 minutos iniciales, con sendos disparos de Leandro Díaz y Nicolás Trecco, que pasaron cerca de la valla que defendía el cordobés Germán Montoya. Velez, que hizo gala de su eficacia perfecta en la primera etapa, se hizo patrón de la zona central en la segunda, a partir de adelantarse unos metros en el terreno.
Con ese simple argumento, el conjunto de Liniers neutralizó los circuitos que pudiera hilvanar Huracán que, en esta segunda mitad, paradójicamente, casi ni acercó peligro. La única situación más o menos cierta que tuvo el visitante para equilibrar la pizarra ocurrió con un tiro desde fuera del área de Rodrigo Díaz, que rechazó Montoya.
El partido transitaba por el letargo, aunque quién sacudió la modorra fue el pibe Cristaldo, con un nuevo gol. Sobre los 30, Monzón se anticipó a una entrada de Alejandro Cabral y dio un rebote largo. Un defensor del Globo intentó despejar, pero la pelota quedó cerca para el delantero de Vélez, quien ensayó una notable chilena que dejó sin asunto al guardavallas visitante.
Así, la parcialidad de Vélez volvió a festejar ante su par de Huracán, esta vez, en un encuentro que no alcanzó ni por asomo la repercusión mediática de aquellos primeros días de julio, pero que se resolvió, eso sí, con mayor simpleza.
Fuente: Clarín
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