- ¿Cómo fue la vuelta luego de lo hecho en el torneo anterior?
- El regreso fue con mucha ilusión, pero también con incertidumbre.
- ¿Incertidumbre?
- Sí, confusión, incertidumbre, porque el plantel no termina de configurarse y así se hace muy difícil. El fútbol argentino vive en medio del desorden. Hace unos días, por ejemplo, llegó una amenaza de un grupo que quería llevarse a Defederico. Es todo muy difícil.
De fútbol se trata. De ideas, de conceptos, de estilos. Y Cappa saca su bandera. La muestra con orgullo. Aclara y subraya que no fue él quien la creó y que tampoco es el único que la exhibe. De fútbol, se trata. Y Cappa se suelta. De un juego que todo el tiempo divide, confronta. Y que en Argentina expone a la vista de todos, todas sus miserias.
- ¿Cómo quedaron los jugadores luego del golpe de la final perdida contra Vélez?
- Los jugadores sintieron el despojo. Creo que desde el estilo se produjo un triunfo, pero el despojo duele. Si hubiésemos perdido de manera legal, no pasaba nada, listo. El tema es cómo se perdió. Y eso duele.
- ¿Volvió a ver el partido?
- No, no lo vi ni lo voy a ver. Sería muy doloroso. Es como si vos salís del banco, te roban la billetera, y después te pasan la imagen mil veces.
- Después del título de Estudiantes en la Libertadores se reflotaron discusiones futboleras.
- Es todo una mentira. Estudiantes es un gran equipo que ganó la Copa merecidamente.
- ¿Pero no sintió que se buscó marcar diferencias con el estilo de Huracán?
- Sí, claro que lo noté y me di cuenta. Pero vienen de parte de un grupúsculo enfermo, en el que sólo quedarán cuatro o cinco. Ya no los escucha nadie. Por suerte están siendo arrasados por una nueva camada de periodistas. La gente se vuelca para el lado de los que juegan bien.
- ¿Usted cree que Huracán puede seguir jugando bien?
- La idea, por supuesto, la vamos a mantener. Siempre lo dije: Huracán recién está empezando un camino, está empezando a jugar bien, pero sigue siendo un equipo en formación que recién lleva 19 partidos y tiene que crecer. El problema es que si se van los jugadores hay que empezar todo de nuevo.
- Con esta realidad, ¿se puede apostar a un proyecto?
- Sí, se puede. Lo que hay que hacer es decirle la verdad a la gente. Si se van los jugadores decir: "Bueno, señores, no podemos pelear arriba". Lo importante es la sinceridad. Hoy a la gente de Huracán yo le digo que el equipo será una incógnita. Si tenés suerte, te irá bien y sino te irá mal. Por ejemplo, si se concretan las negociaciones que pretendemos, tendremos el equipo tres o cuatro días antes de que comience el campeonato y sin ningún ensayo.
- ¿Se le hizo difícil volver a acostumbrarse a todo lo que rodea al fútbol?
- Es que el fútbol argentino es un desorden total. Salvo Vélez, Lanús y Estudiantes, los demás equipos están a expensas de los representantes. Acá la televisión y los empresarios son los únicos ricos.
- ¿Y cómo se sale?
- La solución es de estructura. Es para que se junten todos: jugadores, dirigentes, entrenadores, periodistas. Empecemos porque el dinero se reparta más equitativamente.
- ¿Qué opinión le merece la gestión de Julio Grondona?
- No tengo por qué opinar de la gestión de Grondona. Los problemas del fútbol, insisto, son estructurales. Para mí es lo mismo si el presidente de la AFA es Grondona o Juan Pérez. Tiene que haber un cambio radical.
- Si no seguimos siempre en la misma.
- No tengas dudas. En seis meses vamos a estar con la misma historia. Si lo estamos viviendo hace 20 años. El fútbol argentino es un desbarajuste total.
- En esta pretemporada, al menos, no tuvo que explicar por qué entrena tanto con pelota.
- Je. Si lo dicen o no, la verdad no me interesa. Es más, hubo algunos periodistas que me llamaron después para ofrecerme disculpas. Pero que digan lo que quieran. Están enfermos, están esperando agazapados. Hubo uno que festejó cuando perdió España. ¡Hay que esperar más de 30 partidos! Y lo hicieron. Esperaron a que perdiera un partido, ¡un partido! Un equipo que venía de ganarle a todos. Y festejaron. ¿Por qué? Porque perdió el que juega bien. Acá sigue habiendo gente que no le gusta que ganen los que juegan bien. Pero son cada vez menos.
- ¿Piensa que a usted también lo están esperando?
- Pero sin dudas. Aunque hoy ellos viven la derrota más amarga de su vida. La gente quiere el buen fútbol. Quiere ver a Godoy Cruz, a Lanús, a Huracán. Su discurso no sirvió para nada.
Fuente: Diario La Razón - lunes 10 de agosto de 2009
- El regreso fue con mucha ilusión, pero también con incertidumbre.
- ¿Incertidumbre?
- Sí, confusión, incertidumbre, porque el plantel no termina de configurarse y así se hace muy difícil. El fútbol argentino vive en medio del desorden. Hace unos días, por ejemplo, llegó una amenaza de un grupo que quería llevarse a Defederico. Es todo muy difícil.
De fútbol se trata. De ideas, de conceptos, de estilos. Y Cappa saca su bandera. La muestra con orgullo. Aclara y subraya que no fue él quien la creó y que tampoco es el único que la exhibe. De fútbol, se trata. Y Cappa se suelta. De un juego que todo el tiempo divide, confronta. Y que en Argentina expone a la vista de todos, todas sus miserias.
- ¿Cómo quedaron los jugadores luego del golpe de la final perdida contra Vélez?
- Los jugadores sintieron el despojo. Creo que desde el estilo se produjo un triunfo, pero el despojo duele. Si hubiésemos perdido de manera legal, no pasaba nada, listo. El tema es cómo se perdió. Y eso duele.
- ¿Volvió a ver el partido?
- No, no lo vi ni lo voy a ver. Sería muy doloroso. Es como si vos salís del banco, te roban la billetera, y después te pasan la imagen mil veces.
- Después del título de Estudiantes en la Libertadores se reflotaron discusiones futboleras.
- Es todo una mentira. Estudiantes es un gran equipo que ganó la Copa merecidamente.
- ¿Pero no sintió que se buscó marcar diferencias con el estilo de Huracán?
- Sí, claro que lo noté y me di cuenta. Pero vienen de parte de un grupúsculo enfermo, en el que sólo quedarán cuatro o cinco. Ya no los escucha nadie. Por suerte están siendo arrasados por una nueva camada de periodistas. La gente se vuelca para el lado de los que juegan bien.
- ¿Usted cree que Huracán puede seguir jugando bien?
- La idea, por supuesto, la vamos a mantener. Siempre lo dije: Huracán recién está empezando un camino, está empezando a jugar bien, pero sigue siendo un equipo en formación que recién lleva 19 partidos y tiene que crecer. El problema es que si se van los jugadores hay que empezar todo de nuevo.
- Con esta realidad, ¿se puede apostar a un proyecto?
- Sí, se puede. Lo que hay que hacer es decirle la verdad a la gente. Si se van los jugadores decir: "Bueno, señores, no podemos pelear arriba". Lo importante es la sinceridad. Hoy a la gente de Huracán yo le digo que el equipo será una incógnita. Si tenés suerte, te irá bien y sino te irá mal. Por ejemplo, si se concretan las negociaciones que pretendemos, tendremos el equipo tres o cuatro días antes de que comience el campeonato y sin ningún ensayo.
- ¿Se le hizo difícil volver a acostumbrarse a todo lo que rodea al fútbol?
- Es que el fútbol argentino es un desorden total. Salvo Vélez, Lanús y Estudiantes, los demás equipos están a expensas de los representantes. Acá la televisión y los empresarios son los únicos ricos.
- ¿Y cómo se sale?
- La solución es de estructura. Es para que se junten todos: jugadores, dirigentes, entrenadores, periodistas. Empecemos porque el dinero se reparta más equitativamente.
- ¿Qué opinión le merece la gestión de Julio Grondona?
- No tengo por qué opinar de la gestión de Grondona. Los problemas del fútbol, insisto, son estructurales. Para mí es lo mismo si el presidente de la AFA es Grondona o Juan Pérez. Tiene que haber un cambio radical.
- Si no seguimos siempre en la misma.
- No tengas dudas. En seis meses vamos a estar con la misma historia. Si lo estamos viviendo hace 20 años. El fútbol argentino es un desbarajuste total.
- En esta pretemporada, al menos, no tuvo que explicar por qué entrena tanto con pelota.
- Je. Si lo dicen o no, la verdad no me interesa. Es más, hubo algunos periodistas que me llamaron después para ofrecerme disculpas. Pero que digan lo que quieran. Están enfermos, están esperando agazapados. Hubo uno que festejó cuando perdió España. ¡Hay que esperar más de 30 partidos! Y lo hicieron. Esperaron a que perdiera un partido, ¡un partido! Un equipo que venía de ganarle a todos. Y festejaron. ¿Por qué? Porque perdió el que juega bien. Acá sigue habiendo gente que no le gusta que ganen los que juegan bien. Pero son cada vez menos.
- ¿Piensa que a usted también lo están esperando?
- Pero sin dudas. Aunque hoy ellos viven la derrota más amarga de su vida. La gente quiere el buen fútbol. Quiere ver a Godoy Cruz, a Lanús, a Huracán. Su discurso no sirvió para nada.
Fuente: Diario La Razón - lunes 10 de agosto de 2009
1 comment:
Hola Ángel, ánimo para este campeonato, Huracán será grande contigo. Los aficionados al fútbol disfrutamos con tus ideas, tu filosofía de este juego. Eres un icono para los amantes del fútbol de verdad, el fútbol de Cappa es especial, distinto...un placer para los ojos. Sigue así, hay mucha gente que cree en tu juego.
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