Ángel Cappa dice que no sabe nada sobre esta última tendencia que lo muestra a la cabeza de las preferencias para asumir como nuevo director técnico de Huracán, club al que lo une una historia y también un estilo futbolístico. "En serio te digo, no sé mucho", ratifica. "Hay un interés", se ablanda.
Al otro lado del teléfono su voz se lee segura, aunque serena, tal la naturaleza de un hombre que respira fútbol y que, al mismo tiempo, dedica horas en encontrarle otro (¿su esencial?) sentido. Habla desde España, donde se desempeña como columnista en varios medios de comunicación, principalmente en el diario Marca.
Eso es, justamente, lo que lo ata: los compromisos laborales. Su llegada (o su regreso, teniendo en cuenta su anterior paso por el club, en 1987) está sujeta al tiempo que tolere Huracán para que Cappa pueda desvincularse de todo.
- ¿Cuál es el plazo para saber si finalmente arreglará con Huracán?
- No sé si son dos semanas o veinte días, pero estuve hablando con los dirigentes y saben que yo primero debo cerrar mis cosas acá, así que dependerá también de la urgencia que tengan ellos.
- ¿Qué es lo que más le interesa del proyecto y por qué ahora?
- Me entusiasma, porque Huracán siempre fue sinónimo de buen fútbol. He tenido otras propuestas de Argentina, pero hoy sólo me puede mover Huracán, que históricamente levantó las banderas que yo defiendo. Y todo a pesar de las circunstancias actuales del fútbol argentino.
- ¿En qué se basaría su proyecto, teniendo en cuenta que usted es un técnico que apuesta al trabajo a largo plazo y al mismo tiempo Huracán necesita mejorar en lo inmediato para no empezar a tener problemas con el descenso?
- Se basa en transmitir una idea de juego y en que estamos hablando de Huracán, principalmente. Después, en estos casos siempre se habla de todas las cosas que uno va a hacer. Obviamente un aspecto fundamental es el tema de las divisiones inferiores. De todos los clubes en los que estuve siempre salieron jugadores. Delgado y Barticciotto en Huracán; Lisandro López, Estévez y Bizarri, en Racing…
- Menotti dice a menudo que en la Argentina no podría dirigir. ¿Siente que en todo este tiempo estuvo viviendo una especie de exilio futbolístico? ¿No le da miedo volver?
- No, para nada. Siempre son riesgos, claro. Pero las especulaciones y todo eso tiene que quedar de lado. Yo estoy trabajando en los medios, cómodo, viajo para ver la Copa de Europa y gano bien. Pero mi vida siempre fue otra cosa, fue asumir riesgos. Y lo de los resultados pasa en todos lados: perdés tres partidos y se terminó la historia. Pero es cierto que en la Argentina se trabaja con más apremio, con más urgencia.
Cappa, de 62 años, no abandona la idea de interpretar el fútbol como un espectáculo y tal vez por eso hoy está cerca de Huracán, club que -no por casualidad- fue a buscar en primera instancia a uno de sus "padres futbolísticos", César Luis Menotti. Quizá por esa misma razón haya relegado a Julio César Falcioni en la carrera por tomar el cargo que dejó vacante hace quince días Claudio Úbeda.
Quedó atrás la exótica incursión en Sudáfrica, donde dirigió y sacó campeón en 2006 al Sundowns. Huracán busca reencontrarse con sus fuentes y él, cuya última experiencia en la Argentina fue en Racing, en 2003, es el elegido. La propuesta, todo un riesgo, lo cautiva. Desafía: "Si uno vive aferrado a los miedos, no puede salir de su casa. Y yo nunca pienso en ese tipo de cosas".
Extraído de Infobae (www.infobae.com) - 30 de septiembre de 2008
Al otro lado del teléfono su voz se lee segura, aunque serena, tal la naturaleza de un hombre que respira fútbol y que, al mismo tiempo, dedica horas en encontrarle otro (¿su esencial?) sentido. Habla desde España, donde se desempeña como columnista en varios medios de comunicación, principalmente en el diario Marca.
Eso es, justamente, lo que lo ata: los compromisos laborales. Su llegada (o su regreso, teniendo en cuenta su anterior paso por el club, en 1987) está sujeta al tiempo que tolere Huracán para que Cappa pueda desvincularse de todo.
- ¿Cuál es el plazo para saber si finalmente arreglará con Huracán?
- No sé si son dos semanas o veinte días, pero estuve hablando con los dirigentes y saben que yo primero debo cerrar mis cosas acá, así que dependerá también de la urgencia que tengan ellos.
- ¿Qué es lo que más le interesa del proyecto y por qué ahora?
- Me entusiasma, porque Huracán siempre fue sinónimo de buen fútbol. He tenido otras propuestas de Argentina, pero hoy sólo me puede mover Huracán, que históricamente levantó las banderas que yo defiendo. Y todo a pesar de las circunstancias actuales del fútbol argentino.
- ¿En qué se basaría su proyecto, teniendo en cuenta que usted es un técnico que apuesta al trabajo a largo plazo y al mismo tiempo Huracán necesita mejorar en lo inmediato para no empezar a tener problemas con el descenso?
- Se basa en transmitir una idea de juego y en que estamos hablando de Huracán, principalmente. Después, en estos casos siempre se habla de todas las cosas que uno va a hacer. Obviamente un aspecto fundamental es el tema de las divisiones inferiores. De todos los clubes en los que estuve siempre salieron jugadores. Delgado y Barticciotto en Huracán; Lisandro López, Estévez y Bizarri, en Racing…
- Menotti dice a menudo que en la Argentina no podría dirigir. ¿Siente que en todo este tiempo estuvo viviendo una especie de exilio futbolístico? ¿No le da miedo volver?
- No, para nada. Siempre son riesgos, claro. Pero las especulaciones y todo eso tiene que quedar de lado. Yo estoy trabajando en los medios, cómodo, viajo para ver la Copa de Europa y gano bien. Pero mi vida siempre fue otra cosa, fue asumir riesgos. Y lo de los resultados pasa en todos lados: perdés tres partidos y se terminó la historia. Pero es cierto que en la Argentina se trabaja con más apremio, con más urgencia.
Cappa, de 62 años, no abandona la idea de interpretar el fútbol como un espectáculo y tal vez por eso hoy está cerca de Huracán, club que -no por casualidad- fue a buscar en primera instancia a uno de sus "padres futbolísticos", César Luis Menotti. Quizá por esa misma razón haya relegado a Julio César Falcioni en la carrera por tomar el cargo que dejó vacante hace quince días Claudio Úbeda.
Quedó atrás la exótica incursión en Sudáfrica, donde dirigió y sacó campeón en 2006 al Sundowns. Huracán busca reencontrarse con sus fuentes y él, cuya última experiencia en la Argentina fue en Racing, en 2003, es el elegido. La propuesta, todo un riesgo, lo cautiva. Desafía: "Si uno vive aferrado a los miedos, no puede salir de su casa. Y yo nunca pienso en ese tipo de cosas".
Extraído de Infobae (www.infobae.com) - 30 de septiembre de 2008
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