Monday, June 29, 2009

La pasión según Cappa

Angel Cappa está tomando el segundo café. Después de cada sorbo breve llega una larga explicación que lo expone en su expresión más auténtica: vive el fútbol con aquella pasión forjada en sus días de Villa Mitre, allá en Bahía Blanca. Dialoga con Clarín, sentado en un bar bien porteño de la calle Tacuarí, camino a Barracas. Durante las dos horas de charla lo interrumpirán con una constante: la felicitación por el juego de su Huracán. Mira, agradece, se incomoda ante el elogio. Enseguida continuará hablando de ese impulso que lo llevó por el mundo: el de correr detrás de una pelota. Ofrece una revelación: "Aprendí a analizar el fútbol en la peluquería de mi viejo. Era pibe, tendría ocho años. Barría y todos hablaban de la jugada del nueve, de cómo tendría que haber definido, si se la tendría que haber dado al diez..." Luego sigue.

- Más allá del desenlace del 5 de julio contra Vélez, queda la impresión de que este Clausura 2009 será recordado como el torneo del tiki tiki. ¿Qué es el tiki tiki?
- Es pasarse la pelota unos a otros. Es la identidad del fútbol argentino. Es un homenaje al pase, que es lo más importante en definitiva. Esa es mi interpretación.

- ¿Cree que este Huracán reivindica esa idea?
- Huracán retoma la historia. Una vez escribí que el fútbol no tenía un futuro mejor que volver al pasado. Este equipo es eso. Jugar como se jugaba. Pero no es sólo Huracán. Esto es también Lanús, Vélez, Godoy Cruz, San Martín de Tucumán, incluso este Estudiantes, que juega muy bien y que no parece vinculado con la historia con la que se lo suele asociar.

Cappa se entusiasma y dice, también: "En cuanto al modo de jugar, Huracán representa en la Argentina lo que el Arsenal y el Barcelona representan en el mundo. Esos equipos son los ejemplos más notables de la misma idea".

- ¿Y por ese tiki tiki Huracán está donde está en este Clausura?
- Por eso entre otras cosas, claro. Pero esa idea es sin dudas la base, el punto de partida. Y luego vienen todos los demás conceptos que hacen que un equipo juegue bien.

- Huracán llega con chances a la última fecha del torneo por primera vez desde 1994: ¿se sorprende por este presente?
- Sí, claro. Yo soñaba con ser campeón con Huracán. Y sueño con eso. Pero no tan rápido, no en este torneo. Pensé que éste iba a ser un inicio y que en el próximo, si manteníamos el plantel, sí me imaginaba peleando.

- ¿Este Huracán 2009 es la mejor versión del Cappa auténtico?
- A ver... Dirigí varios equipos que interpretaron la idea. Como el Real Madrid, que tenía un equipazo, Tenerife y el Racing del 98, que jugaban muy bien... Pero sí, creo que esta es la mejor versión de Cappa.

- Sucede esto en un marco curioso: Huracán es uno de los tres equipos con menor presupuesto de Primera. ¿Cómo se construye un equipo así?
- Con buenos jugadores, sobre todo. Porque Huracán no tiene un peso, pero tuvo suerte. Aparecieron pibes que juegan bien. Desde Monzón en el arco, con Defederico, con Pastore... Más las presencias de Bolatti, de Domínguez... Todo eso facilitó que se agarraran los conceptos muy rápidamente.

- ¿Por qué gusta tanto este Huracán?
- Este Huracán, con todas las adhesiones que consiguió, desmiente algo que se dice con mucha facilidad: a la gente sólo le sirve ganar. No es cierto. Claro que quiere ganar, porque es lo más importante. Pero por supuesto que también le importa cómo. A mí, la gente cuando me para por la calle me habla del juego. Y me dicen: "espero que sean campeones porque me encanta cómo juegan". El otro día estaba en un café mirando Chelsea-Barcelona (por las semifinales de la Champions League) y cuando hizo el gol Iniesta la gente lo gritó. No eran catalanes. Eran hinchas de fútbol. La gente lo gritó porque le gusta el Barcelona.

- En la historia de Huracán, al menos en la reciente, habrá un antes y un después de usted; ¿habrá un antes y un después de Huracán en su carrera?
- Sería presumido si pensara lo primero. Pero sí creo que en Huracán encontré un lugar justo para expresarme. Ya me lo había dicho Di Stéfano: "Llegarás al club con menos plata del mundo, pero en el que mejor vas a poder desarrollar tu ilusión".

- ¿Cuál es la mayor virtud del Cappa entrenador?
- Si tengo alguna virtud, cosa que lo dudo... Es que nunca creo que ya lo sé todo. Jamás pienso que no me quedan cosas por aprender.

- ¿Cómo imagina la final?
- Vélez, por empezar, es un equipazo. Tiene una estructura de años de trabajo. Invirtió mucho dinero para reforzarse, de manera inteligente. Es un equipo con todos los argumentos para ser campeón.

- ¿Y en cuanto al juego?
- Yo siempre trato de imaginar un gran partido. Están varios de los mejores jugadores del torneo. Espero que sea un partidazo. Y es una suerte para el fútbol argentino que la disputen dos equipos así. El mensaje es muy bueno: se puede llegar jugando bien. Es mentira que se llega sólo de otra forma...

- Fue campeón con el Real, con Universitario y en Sudáfrica: ¿cuáles son las diferencias con esta posibilidad con Huracán?
- Es una sensación única la de poder ser campeón en Argentina. Siempre soñé con estar en los equipos grandes. Para mí "el" fútbol es el argentino. Es como el barrio. Lo siento mío. Me siento parte de él.

Fuente: Diario Clarín - 29 de junio de 2009

Saturday, June 27, 2009

Crónicas del Ángel

Su figura, la verba florida y oportuna, enhebra historias dentro de la historia, construyó confianzas, templó ánimos, edificó un equipo que sueña con un título luego de 36 años. Todos en este Globo parecen tener su "momento" con Angel Cappa. Desde el mensaje fundacional, a su arribo, cuando instruyó al plantel con un "no dramaticen, esto es fútbol, y el secreto es darle la pelota a un compañero", hasta el apoyo, explícito, a los purretes Cura y Filipetto antes de un partido trascendental, como lo fue ante River, cuando tomaron una zaga caliente por las ausencias de Goltz y Domínguez. "Yo no apuesto por ustedes, estoy seguro", los inyectó. Y su valla quedó en cero. Como una leyenda, el Angel legó sus crónicas. Y aquí quedan plasmadas, tal vez, para la posteridad.

Anecdotario

Dr. Jekyll y Mr. Gol
Cuenta Javier Pastore: "Hay algo con lo que Angel me vuelve loco, pero tiene razón. Me insiste con que, en mitad de chancha, puedo ser un jugador normal. 'Pero adelante tenés que ser Pastore', me avisa". Así, el cordobés tiene siete goles en el Clausura...

Cortina la bocha...
Capitán, Paolo Goltz charló con Cappa antes del inicio del torneo: "Le dije que necesitábamos sumar entre 25 y 30 puntos por el promedio". Sin embargo, Angelito tenía otra idea. "Pero nosotros vamos a pelear arriba", le subió el listón. Hoy el Globo cuenta 38 unidades. "Y él me lo recuerda cada vez que puede. '¿Te acordás que vos querías 25 puntos?', me chicanea", se divierte Paolo.

Cuelga no garpa
"Contra Argentinos, maté la pelota en el área y salí jugando. Pero me la puntearon y la jugada casi termina en gol. Hubo murmullo en la cancha", narra el pibe Kevin Cura. "Después, Angel me encaró en el vestuario y me dijo: 'Sos un fenómeno, hacelo siempre'. Y yo pensé que me iba a pedir que la siguiente la tirara a la tribuna, ja", concluyó.

La génesis del tiki tiki
"En la pretemporada nos mataba con el ejercicio de jugar a un toque -cuenta Matías Defederico-. Por ahí pasaba una hora y seguíamos a un toque, no podíamos tirar un chiche. Si lo hacías, te cobraba foul y perdías la pelota. Y, claro, nos quejábamos". Hoy algo cambió: "Tenía razón. Hoy inconscientemente lo hacemos en los partidos". Tiki tiki ha visto la luz.

Una charla récord
Cappa, parece, también tiene poder de síntesis. Lo testimonia Arano: "Contra Lanús, que iba puntero, yo no jugaba, pero fui a la charla técnica. Angel nos miró y sólo dijo: 'Salgan y disfruten del partido'. Y los muchachos salieron a comerse la cancha".

Honestidad brutal
Así como barniza conceptos, el DT también habla parado en el fleje. A Gastón Monzón le dio la valla y, también, lo pinchó para que la sostuviera. Tras el 1-2 ante el Rojo, le tiró: "Salí en los centros porque salís...". "Y ahora salgo, ja", dice el 22.

Sobre prioridades
César González paladea la filosofía del DT. "Disfruta del fútbol, dice la palabra justa", señala. Y refresca la frase con la que se lo metió en el bolso: "No es obligatorio ganar, sí sentirse feliz después del partido por haber dado todo".

Preguntas con raíz
Narra Carlos Araujo: "Un día se acercó y me preguntó por qué jugaba al fútbol y para qué. Yo le dije que era lo que me gustaba, y que lo hacía para que mi familia estuviera orgullosa de mí. 'Buena respuesta', me contestó. 'Disfrútelo, entonces', agregó".

Libro de cabecera
El abanico de frases de Angelito para motivar a sus muchachos es bastante amplio. "Es un maestro", lo elogia Pato Toranzo, uno de sus predilectos. Y aporta una al compendio: "Cuando entren a la cancha, abran el manual y saquen todo lo que saben". Aplausos

Fuente: Diario Olé

Cappa: "Festejaremos todos juntos después..."

Nada lo perturba. Levita. Vuela alto, como el rendimiento de su equipo. Está en las nubes. Cada instante que pasa lo goza sobremanera. Angel Cappa transita por el paraíso en el que se metió su carrera como entrenador y no quiere que nada lo aparte de este momento que le toca vivir. Un síntoma de ello fluyó cuando lo consultaron acerca de las pocas entradas que Vélez le otorgará a Huracán (5.000) para la finalísima del domingo 5, que fue adelantada para las 15. "La gente que no pueda ir, verá el partido en la pantalla que pondrán en nuestra cancha. Festejaremos todos juntos después en el estadio", se ilusionó el técnico, quien no duda sobre qué equipo llega mejor parado: "Para mí el favorito es Huracán. No sé si lo puedo decir objetivamente, pero este equipo es el candidato. La gente elige este equipo porque ha generado mucha simpatía y porque fue uno de los que mejor fútbol desplegó. Y eso gusta mucho".

Despacito... Angelito no anda apurado. Mientras que hinchas y jugadores están ansiosos a la espera de que llegue el gran día, él encuentra un sabor muy sabroso en esta previa, desde una mirada muy particular. "Este momento hay que disfrutarlo, cuanto más lentamente pase, mejor. Tratamos de aprovechar al máximo estas dos semanas", comentó Cappa, dispuesto a utilizar todos los recursos en pos de que su plantel no desvie su atención a lo que viene. De hecho, el técnico tomó una decisión: "Estos días se ha generado una gran convocatoria de periodistas e hinchas en los entrenamientos. Es necesario que los jugadores tengan tranquilidad. Este proceso genera mucho estrés. Por eso, a partir del jueves, iremos a trabajar a un lugar con más serenidad para poder encarar este tramo final de la mejor manera".

Angel parece tener todo bajo control. El regocijo, la confianza y la convicción de que el Globo arribará a esta instancia como banca por todo lo demostrado. Lo que piensa mucha gente.

Fuente: Diario Olé

Las vueltas de la vida

El próximo domingo, a eso de las 19, un nuevo nombre se va a agregar a la lista de técnicos campeones del fútbol argentino. Después de Carlos Ischia, ganador del último Apertura con Boca, la chance ahora es para Angel Cappa (Huracán) y Ricardo Gareca (Vélez). Ninguno de los dos pudo dar una vuelta olímpico en un torneo de Primera en nuestro país. Pero sí lo hicieron dirigiendo a Universitario en Perú...

Cappa fue contratado por Universitario en el 2002, en un plantel que contaba con José Chemo del Solar como figura y en el que también jugaba el argentino Martín Villalonga. Salió campeón del Apertura y se ganó el corazón de la hinchada de Universitario. "Yo soy hincha de la U. Sigo los partidos por Internet siempre", dijo Angelito. Universitario fue a entrenarse a Huracán antes de enfrentar a San Lorenzo en la última Libertadores. Y ahí estuvo el técnico del Globo para saludar.

Universitario estuvo seis años sin festejar en el fútbol peruano. Hasta que pudo cortar la racha con Gareca en el banco... A tres fechas del final, con diez puntos de ventaja sobre Sporting Cristal, los cremas se llevaron el Apertura 2008. Una gran campaña hizo el Tigre: 15 victorias, cinco empates y dos derrotas. Pero en el medio le robaron el auto y entraron a su casa... Fue el final de su ciclo. "Me voy satisfecho. Jugamos la Sudamericana, clasificamos a la Libertadores y ganamos el Apertura. Le di buenos resultados al club", explicaba antes de agarrar Vélez.

Cappa además dio una vuelta en Sudáfrica: la Charity Cup del 2005 con el Mamelodi Sundowns. ¿Qué es la Charity Cup? Un cuadrangular que se juega en un día solamente. Ese año fue tercero en la liga local. Gareca tiene dos títulos con Talleres de Córdoba: el de la B Nacional 97/98 y la Conmebol del 99. Ahí festejaron con un cabezazo de Maidana que les dio el 3-0 sobre Sportivo Alagoano (habían perdido 4-2 en Brasil). Ahora los dos quieren poner su nombre entre los técnicos campeones en Primera.

Fuente: Diario Olé

Huracán desnuda al fútbol argentino

No es una cuestión de hipocresía, y desde ya no entraremos en el discurso de que será lo mismo que en la última fecha sea campeón o no ante Vélez Sársfield. Es un torneo oficial y se lo disputa con el objetivo de salir campeón, al menos esto cuenta para la mayoría de los equipos en teoría. Luego, en la práctica, cada uno evaluará si se encuentra en condiciones o no. Pero a diferencia de Vélez, que se juega todo ante Huracán para quedar inscripto como campeón por séptima vez en su historia (alcanzando, además, a Racing Club), Huracán ya quedará en la historia, gane o no el Clausura.

Quedará en el recuerdo por su juego, pero no sólo por él. También, por haberse atrevido a soñar en un fútbol en el que reina el pragmatismo. Y quedará en la historia porque Huracán, con un bajísimo presupuesto, ha herido de muerte a tantas preconceptos mediocres que desde hace décadas nos vienen tratando de imponer desde el monopolio de los medios de comunicación, el mismo que sigue resistiéndose a entrevistar a Angel Cappa, el entrenador de este equipo, de manera exclusiva para no dar lugar al tema tabú, el que viene a terminar con una serie de estupideces sin fundamento, que se fueron agrandando como bola de nieve.

La pretemporada es útil para tener un estado físico de fondo. Cuando regresó de la pretemporada que realizó Huracán con la designación de Cappa como entrenador, el jugador Alan Sánchez le comentó a su padre, Juan Amador, hoy ayudante de campo de Américo Gallego, en Independiente, que de acuerdo a lo que realizó el equipo, "o nos vamos al descenso o salimos campeones, porque fueron todos trabajos con pelota, nada físico". Lo que vino sucediendo hasta ahora, y lo venimos diciendo hasta el cansancio, es que al terminar el Mundial de Suecia 1958 se trató de imponer en la Argentina un modelo industralista, basado en la producción capitalista (resultados), para lo cual se creyó que como Checoslovaquia venció por 6-1 a una Argentina sin sus mejores jugadores (los de Europa no fueron convocados) "ese" era el modelo a seguir: atletas, deportistas musculosos, con resistencia. Y el fútbol es un juego en el que lo importante fue, es y será la pelotita y cómo administrarla. Da la casualidad que Huracán impone aún más su juego en los segundos tiempos, cuando todos deberían estar más cansados, ante equipos de "fuertes pretemporadas".

El fútbol es un juego, un divertimento. Alfredo Di Stéfano, uno de los más notables futbolistas de la historia, tiene en su casa un monumento a la pelota en el que reza "Gracias, vieja". Para poder divertirse y confiar en uno mismo, hay que amar a la pelota, hay que tratarla bien. Luego, hay que administrarla bien. ¿Qué significa eso? simple, tan simple como el fútbol mismo, al que nos lo quieren complicar con pizarrones y explicaciones tacticistas sin sentido: cuanto más tiempo la tenemos, menos la tiene el rival. Y tenemos que dársela al jugador que más libre se muestre, y si se nos acerca y la pide, aún más fácil. Claro que para eso, hay que estructurar un equipo con jugadores lo más capaces posibles en su administración y que entiendan los conceptos de conservar la pelota el mayor tiempo posible, y divertirse con el juego.

Pensar en llegar al arco rival la mayor cantidad de veces posible. Para eso, hay que pensar en un equipo de ataque. La táctica la dará el tipo de jugadores con que se cuenta y aquí entra a tallar en buena parte la situación económica de la entidad. El Barcelona utiliza un tridente ofensivo. Huracán, con un prespuesto muy bajo, utiliza más volantes llegadores que delanteros. Pero el concepto es el mismo y la finalidad, la misma.

No hacer caso a las modas vacías de los tacticistas argentinos. ¿Para qué sirve el doble cinco? gente alta y pesada, de toda la vida, y que ha participado de equipos de gran fútbol, se las ha arreglado solita para el trabajo del viejo centrohalf, sin necesidad de "ayudantes" que justifiquen quitar gente de ataque. Si Pipo Rossi, Lazatti, Marangoni, han podido solos, ¿para qué necesitar otro al lado en un fútbol supuestamente más veloz, moderno y físico? una gran mentira con la que termina Huracán: Bolatti juega solo allí, sin compañía, y no sólo le va bien sino que se transformó en el mejor jugador del campeonato. ¡Y ni siquiera está convocado a la selección argentina de jugadores locales!

El fútbol evolucionó y ahora hay que estar actualizado. Esto es lo que explica en gran parte por qué el monopolio informativo recurre poco y nada a Cappa. Apenas algunos programas aislados, o es tomado sólo en segundos para opinar del mero transcurso de un partido. Porque temen que Cappa les cante algunas verdades, les cuente algunas de las tantas miserias de este fútbol argentino que vive de eslóganes vacíos, de técnicos que mueven fichas en pizarrones pero que cuando toman un equipo, salen eyectados con "shots de culs".

Cappa obliga a un replanteo general. El fútbol argentino debe empezar a replantearse muchas cosas desde este Huracán, que está arrasando con estructuras vetustas. Debe preguntarse por qué desde 1996, sólo Boca Juniors llegó a una final de Copa Libertadores y por qué los equipos argentinos son vencidos y eliminados cada vez con mayor facilidad, o por qué la selección argentina, con jugadores por los que se pelea toda Europa no tiene logros internacionales desde 1993. Qué pasó en estos últimos quince años, y qué viene pasando desde Suecia 1958. A qué se juega, si es que se juega a algo. Qué matriz de futbolista argentino se está generando.

Pero sigue sin haber debate mientras Huracán sigue desnudando al fútbol cada domingo. Le sigue diciendo al fútbol argentino, como aquel cuento del Conde Lucanor, que está desnudo, mientras los demás observan atónitos, porque no se hubieran atrevido jamás.

Por Sergio Levinsky

Fuente: El Potrero - www.elpotrero.com.ar

Defendiendo a Ángel Cappa de sí mismo

Estimado Angel: lo conozco mucho y usted también me conoce. Hemos hablado muchas veces. Algunas más largas, como en Lima o en Madrid, otras, nos hemos saludado con amigos en común. Sé muy bien lo que siente por el fútbol, cómo le gusta el fútbol que amamos los que creemos en él como hecho estético, y cómo no se puede aislar al fenómeno deportivo de lo que ocurre en la sociedad. Como en todo en la vida, uno adopta posiciones aunque, como bien sabe usted, apareció ya hace tiempo un enorme grupo de individuos que dice sostener banderas de "progresismo" aunque sólo sea de pico, y luego en los hechos es todo lo contrario. Eso, Angel, usted lo sabe bien, ocurre en el fútbol, como en el periodismo, o en otros ámbitos.

Entiendo también su pasión. Me pasa lo mismo que a usted y no tiene que ver con aquella canción del autodidacta tucumano Palito Ortega. Entiendo que usted haya dejado tantas ocupaciones en Madrid, y hasta una interesante columna en un diario deportivo, por regresar a su país, el mismo que hace tres décadas lo persiguió, para dirigir un equipo (Huracán), al que usted ama, y seguro que cobrando mucho menos dinero del que percibía en España.


Usted me preguntará, o el lector se interrogará, entonces, para qué escribir esta columna. Lo hago, si usted Angel pudiera leerme, para pedirle, en nombre de los que seguimos el mismo fútbol que usted defiende, el de Huracán, el que ha vuelto a utilizar el sentido común en torneos sin sentido, como los argentinos, el que ha vuelto a poner la silla al lado de la mesa, el velador al lado de la cama, el inodoro en el baño, que por favor no se justifique.


No necesita usted, Angel, decir en ninguna entrevista que juega para ganar. Ya lo sabemos y usted también sabe que eso es de Perogrullo. Que no se hace deporte de competencia y menos que menos profesional, si no es para ganar.


Espero, Angel, que usted no sienta que necesita decirlo para que lo dejen trabajar en paz. Para que no le caiga encima el monopolio, que busca desesperadamente y a cada instante a Ricardo Caruso Lombardi (que desde ya que está realizando un buen trabajo ordenando a un Racing muy complejo y pobre de recursos), pero que la única forma que tiene de darle un espacio a usted, es tratando de llevarlo a su molino, como cuando usted dice que "allá otros con sus ideas, a mí no me molesta el debate".


Angel, no hace falta que usted venda que es democrático, que acepta otros discursos. Lo es, siempre lo fue. No hace falta declamar lo que ya se es, salvo que sea para que otros nos crean que somos así. Pero no tiene por qué aclarar lo que usted piensa cuando sostiene, con absoluta razón, que el fútbol argentino siempre tuvo un estilo, y que éste fue quebrado con el Estudiantes de Osvaldo Zubeldía en 1967, y que ahí terminó de comenzar el "fútbol-trampa" que ya se avecinaba cuando regresamos de aquella derrota en el Mundial de Suecia en 1958, cuando pocos repararon en que no habíamos llevado a aquel torneo nada menos que a Maschio, Angelillo, Sívori y Di Stéfano y la industria del espectáculo encontró el resquicio justo para comenzar a tratar de copiar a los europeos y su disciplina industrial.

Qué lejos llegaron.....y usted, como pocos, sabe bien que ese no es un debate serio, Angel. La línea trazada por aquel Estudiantes no pasa por "cómo ganar" solamente, sino que coloca a los que no ganan en una posición de "tontos" o "perdedores" ante la viveza criolla del "todo vale" que tanto dañó a los argentinos. Hoy, y usted lo sabe bien porque vivió años en Europa, el mismo jugador que en Buenos Aires, Rosario o Córdoba se revuelca por minutos en el suelo quejándose, es el mismo que luego se incorpora inmediatamente en Londres, Madrid o París luego de recibir una falta. Hoy, se utiliza el miserable "doble cinco" en el medio, tan sólo para seguir alimentando el verso del defensivismo en detrimento del espectáculo y para seguir generando esquemas conservadores insólitamente apoyados por el monopolio que sigue sin darse cuenta de que un día perderá la gallina de los huevos de oro. Y usted, que juega con un solo cinco (Bolatti), como siempre se jugó en la Argentina, lo sabe bien. Y sabe que en todo caso, el debate pasa por "cómo jugando mejor" o, le aumento la apuesta, estimado Angel, "cómo brillar más aún que el adversario", como se plantean Manuel Pellegrini, Arsene Wenger, Alex Fergusson, Pep Guardiola, y hasta Redknapp, si me deja.


Las vías para llegar al gol son todas válidas si se plantean honestamente, Angel. El tema es qué queremos para el fútbol. ¿Es sólo ganar y con eso contentaremos a los espectadores?, ¿o es que también hay que agradarlos con buen juego, con todo el arte posible? ¿Por dónde pasa nuestro respeto por ellos?


Sé que es difícil, Angel. Claro que es difícil. Sostener un fútbol ofensivo, de toque, con un esquema "antiguo", que tanto esplendor le dio al fútbol argentino, y con un bajo presupuesto en su club, es complicado porque si no gana, todo se le vendrá encima y usted lo sabe, en esta mediocre argentina, en la que el mejor comentarista televisivo es un ex jugador (Diego Latorre), en la que se ha perdido la noción de juego, no habrá muchos dispuestos a defenderlo y se lo defenestrará a la primera de cambio. A menos, como noto preocupado que comienza a ocurrir, usted trate de decirle al monopolio que no está en la vereda de enfrente para preservarse.


Le pido que recapacite, que no lo haga. Que se juegue. Seguro, Angel, que usted leyó aquel poema de Mario Benedetti. Por eso, yo también le pido que no se salve, y que no se justifique ante quien no debe. Usted, créame Angel, no lo necesita.

Por Sergio Levinsky

Fuente: El Potrero - www.elpotrero.com.ar

Monday, June 22, 2009

El fútbol de Cappa es un Huracán

Cuando el 1° de noviembre de 2008 Ángel Cappa regresó a Argentina para dirigir a Huracán, ni él mismo podía imaginar que ocho meses después estaría liderando el Clausura a falta de una jornada para el final. "Voy con la ilusión intacta y trataré de ganar poco a poco el lugar que le corresponde a ese refugio del buen fútbol que es Huracán", comentó el técnico de Bahía Blanca antes de embarcarse en una aventura que sonaba precisamente a eso, a embarcada, y que, sin embargo, el 5 de julio puede acabar con un título si El Globo (38 puntos) gana o empata en la cancha de Vélez (37). Atrás se quedó Lanús (35).

"Estoy viviendo la mejor etapa de mi carrera como entrenador; me he encontrado con jugadores que sienten el fútbol como yo. Cada entrenamiento es un placer y cada partido, la promesa de una fiesta. Ningún jugador se quejó nunca de nada y eso que estamos en un club de condiciones económicas más que precarias, que cobramos cada vez que podemos y que, a pesar del esfuerzo de los dirigentes, no siempre disfrutamos de las mejores condiciones".

Cappa no puede ocultar su entusiasmo. Después de tantos años de incomprensión e indiferencia, de predicar el buen juego en un desierto dominado por el resultadismo, su regreso a Argentina ha tenido un efecto balsámico, tanto para él como para los quemeros. Poco importa que Huracán sea un club que arrastra deudas, embargos y todo tipo de dificultades que va resolviendo como buenamente puede.

Cuando Ángel fichó por Huracán a finales del Apertura, El Globo tenía una plantilla con 40 jugadores. "Tuve que hacer una reestructuración porque es imposible atenderles como se merecen". Para ello dio bajas y subió a varios jóvenes. "Entre ellos, Defederico y Pastore, los más conocidos, pero también Monzón, un portero de 21 años que juega como un veterano, y dos centrales, Filippetto y Cura, de 20 y 18 años. Contra River, jugaron los dos y ganamos 4-0 con una gran actuación de ambos. Entre titulares y suplentes en ese partido, había siete de las inferiores", cuenta Cappa.

En cuanto a su aportación técnica, Ángel nunca tuvo secretos: "El equipo incorporó cuatro conceptos elementales para empezar a crecer. La necesidad de la participación permanente de todos con y sin la pelota. La movilidad inteligente para que cada uno tenga dos o tres opciones de pase. Ocupar el ancho de la cancha en la elaboración para ser profundos. Y paciencia para tocar hasta encontrar la situación de gol..."

Si algo tiene claro Cappa, es que Huracán creyó en sus posibilidades y en el modo de entrenarse, "siempre con balón y acciones de juego, lo que contradice la manera dominante aquí, donde separa lo físico de lo futbolístico y utilizan pesas, chalecos lastrados, paracaídas, trineos... Esto al principio hizo que los jugadores, acostumbrados a un discurso de lucha, aceptaran mi método con algún recelo".

Estilo e identidad


Pese a estar a un punto de ganar el Clausura, Cappa sigue poniendo el énfasis en el estilo y el juego. "Mis jugadores se dieron cuenta de que el error forma parte del juego y que no tiene importancia si lo vuelven a intentar con el mismo entusiasmo. Se animaron a jugar y a disfrutar. Por eso estamos en las puertas de una final y la gente de Huracán y de otros equipos vive con alegría e ilusión un estilo que forma parte de la identidad del fútbol argentino. En España, ya saben por la selección y el Barça lo que es ganar jugando bien, la felicidad que produce".

La despedida de Ángel Cappa es tan coherente como el resto de su discurso: "Espero que por todos los amigos que disfrutan como yo de este momento podamos salir campeones. Pero, en realidad, ¿hace falta? No para el reconocimiento y la alegría que fuimos viviendo partido a partido. Aunque a nadie le amarga un dulce".

Fuente: Diario Público (España)

Fútbol de campeón

Tócala de nuevo, Huracán.

El pressing de Passarella en su estreno en River. El invencible Boca de Bianchi. El fútbol casi total del River de Ramón Díaz 96-97. La revolución Bielsa en Vélez. La notable ingeniería de Pellegrini en San Lorenzo. El ágil Independiente de Gallego. El paso a paso de Mostaza en Racing. El orden de los factores no altera el producto. Mucho menos las ideas y los estilos. Por eso, el fútbol argentino tiene la obligación de darle la bienvenida a este Huracán de Cappa porque ya dejó una marca.

A los fantasmas que dan vueltas por las cabezas de los hinchas de Huracán, estos jugadores los evaden con sus toques. A partir de la sencilla misión de darle la pelota a un compañero se edifica este equipo. Y el emblema es Mario Bolatti, el Marangoni en tiempos de Facebook. A Arsenal le sacó la pelota y lo sacó de sus casillas y organigrama, y Pellerano fue la máxima evidencia: de héroe contra Lanús a villano por dos patadones en 24 minutos.

El ángel de Cappa se advierte en cada movimiento. La salida desde el fondo busca ser clara, la transición defensa-ataque puede durar un cambio de frente ó 20 pases, la última tentación es la aparición de un espacio y el pase a la red (gol de Toranzo) define una identidad. Pero atención que lo lírico no quita lo estratégico: apenas expulsado Pellerano, ordenó un 4-2-3-1 con Toranzo de 8-7 que volvió al esquema original apenas Bolatti le puso su sabia cabeza al 1-0.

De esta manera hay muchos jugadores que pasaron de olvidados a ovacionados. Araujo y Arano se visten de laterales brasileños y no quedan en ridículo. Goltz y Domínguez garantizan cierta seguridad y los tienen que apurar demasiado para revolear una salida. Leandro Díaz y Toranzo son dos pistones que marcan (más el primero) y juegan (más el segundo) como satélites del enorme Bolatti. El Maestrico González entra frío y juega. Pastore le pone chiche a todo, no se esconde nunca y gambetea hasta sin tocar la pelota. Defederico es un demonio en el mano a mano. Los dos fantasistas son un placer para la Play, pero liquidaron el partido cuando jugaron al fútbol.

El único rehén de tanto juego es Federico Nieto. Marca pases, mete diagonales, se faja con los zagueros rivales y aguanta mucho de espaldas, pero falla tantas chances que queda como un despilfarrador en cadena. El otro rehén podría ser el arquero, aunque ayer Monzón no tuvo que atajar una sola.

Esta es otra virtud de Huracán. ¿Husmear la gloria sin un 9 brillante y sin un arquero ganapartidos? También, pero en este caso lo valioso es ganar como le ganó a Arsenal. Sin sufrir. Es obvio que un 1-0 hasta los 36 minutos del segundo tiempo no es para hacer la plancha, pero fue una goleada desde el monopolio de la pelota, la precisión en las entregas, el respeto a un mandato y la calma para afrontar un partido decisivo.

Si la historia terminara hoy, diría que a Huracán le queda una final, que menos de un torneo es poco tiempo para dejar huellas tan profundas y que aún no ganó ningún título. Esa misma historia debe decir que Huracán ayer ganó una final, que Cappa volvió al país y dejó una huella y que su equipo ya tiene un título: fútbol de campeón.

Fuente: Diario Olé

Cappa: "Nosotros no nos vamos a traicionar"

"Nosotros no nos vamos a traicionar en el último partido yendo a buscar el empate. Si Huracán no sale campeón del mundo, mucha gente va a salir a decir que esta forma de juego no sirve. Nosotros morimos con la nuestra y no obligamos a nadie a hacer lo mismo. Vamos a jugar como siempre, tratando de disfrutar el momento y el lugar que nos hemos ganado. Si nos toca ser superados por un rival será por una razón futbolística, no psíquica. Vélez es un gran equipo, que busca atacar siempre. No creo que sean equipos tan diferentes. Será una final saludable para el fútbol argentino"

Fragmento de la conferencia de prensa - 21 de junio de 2009

Huracán 3 - Arsenal 0

Cuando la euforia es grande no hay límite para el delirio, dicen. Porque la pasión se exterioriza a puntos extremos, que llegan hasta bordear la locura. La llegada del invierno desató ayer un calor supremo en Parque Patricios, donde vive un equipo que transita su mejor verano futbolístico. Huracán vuelve a estar en la puerta de una consagración, y por ello su gente espera con excitación el mejor desenlace. El equipo recuperó ante Arsenal su imagen real, esa que no pudo demostrar ante San Lorenzo, y la goleada ante los de Sarandí lo ubicó en la cima de la tabla en soledad, cuando sólo falta el último escalón ante Vélez, el escolta que espera en Liniers dentro de 13 días.

Las escenas se repiten como allá por mediados de 1994, cuando el plantel conducido por Héctor Cúper arribó a la última fecha un punto por encima de Independiente, que lo venció con claridad en Avellaneda y frustró el sueño. Pero la diferencia con este equipo diagramado por Angel Cappa está en el convencimiento por sostener una idea de juego más allá de cualquier circunstancia. Y de esa manera el lucimiento colectivo resalta por encima de las mejores individualidades.

Huracán no se dejó llevar por la ansiedad que había en las tribunas, y la paciencia para construir la victoria fue el factor determinante. A pesar de que contaba con un hombre de más por la expulsión de Pellerano a los 24 minutos, el local recién aseguró el triunfo a los 80 minutos. En ese instante llegó el gol de Toranzo en una gran jugada combinada. La pelota la trasladaron desde el fondo con pulcritud, la abrieron hacia la derecha para el desborde de Díaz, éste la envió al área para la llegada de Pastore por el otro sector, el volante creativo la tocó al centro y el ex River definió con un toque de derecha. La brillantez, en su mejor versión.

Pero para que la tranquilidad se apoderara de todo el estadio con esa acción, Huracán tuvo a un jugador capaz de sostener la estructura con su ubicuidad, para que el resto del equipo girase a su alrededor.

Mario Bolatti fue la gran figura del partido, apoderándose de la pelota cuando la tenían los rivales, con limpieza y sin recurrir a la infracción, y distribuyéndola con criterio hacia ambos costados.

El cordobés es lo más parecido a Claudio Marangoni, no sólo por estirpe sino por capacidad conductiva. Y fue precisamente él quien inició la goleada con un golpe de cabeza, anticipándose al primer palo para cruzar la pelota, luego de un tiro libre ejecutado por Toranzo.

Bolatti también tuvo tiempo, dos minutos después del segundo gol, para recuperar la pelota cerca de su área, cruzar todo el terreno con la cabeza levantada, y habilitar a Defederico para que el juvenil convirtiera el tercero con un remate de derecha.

Huracán borró de la cancha a un rival que venía de golear a Lanús, hasta ayer el otro candidato, con simpleza y mucho carácter durante todo el partido.

Para que la imaginación suba a niveles insospechados, y así los duendes del ’73 aparezcan con total espontaneidad. El éxtasis se adueñó de aquella porción de la Capital, y el abrazo con la gloria está cada vez más cerca.

Fuente: Diario Página/12

Wednesday, June 17, 2009

Cappa, Cappa, Cappa, huevo, huevo, huevo

De aquel jugador áspero, de mucha garra y poca técnica al entrenador lírico de este Huracán. El lado desconocido de Angelito.

Rivadavia y 14 de julio, del otro lado de la vía, barrio Villa Mitre, Bahía Blanca. La peluquería de Don Blas, un militar de la marina mercante ya retirado, tenía dos sillones para cortar el pelo, dos o tres sillas y un banco a lo largo de la pared opuesta a los espejos. Los diarios del día esperaban sobre una mesita para ser leídos. Para los vecinos que se reunían allí a la salida del trabajo para hablar y hablar de fútbol. Y atento a esas charlas que por momentos se volvían discusiones intensas, cuando dejaba la escoba con la que barría los pelos, cuentan que siempre andaba uno de los hijos varones de Don Blas: el Negro Angelito, hoy más conocido como Angel Cappa, el técnico de este Huracán que no deja de sorprender.

De carácter fuerte y una prolijidad extrema para peinarse y vestir, tal como su papá, Angel creció escuchando esas charlas y consciente de que su pasión era la pelota. "Todos discutían de fútbol y, escuchando, uno aprende", analiza hoy Cappa. De muy chico, entonces, empezó en el club Rivadavia, ubicado en la misma calle en la que vivía y estaba la peluquería. "Una vez ganamos 17-0 y el técnico nos dijo: 'Fuimos un desastre, ganamos porque los otros eran muy malos'. Yo no entendía nada, pero esas cosas te marcan", agrega sobre esa etapa previa a Villa Mitre que claramente lo marcó. Y enseguida completa: "Supongo que era bueno, porque a los 11 años me llamaron para una prueba y quedé. Eso fue lo máximo. Creo que en realidad era un gran jugador, jajaja. Obviamente, para el medio que jugaba, que era Bahía Blanca. Hay que aclararlo porque sino confunde...".

"Es verdad que era bastante buen jugador, pero cascarudo, de mal carácter y medio áspero. Era un lateral como Pernía, más o menos", lo describe René Scavarda, rival en la época de jugador y consejero de Villa Mitre desde 1986. Y su amigo y compañero de Inferiores, Titi Santanafessa, explica: "Sus comienzos fueron de 5 pero después, en Primera, jugó también de marcador de punta. Era muy buen jugador. De mucha garra. No tan técnico, pero era inteligente y veía muy bien el juego. Y es verdad que se quejaba de todo. Renegaba cuando le tocaba jugar con frío o viento, decía que esos días no se tenía que jugar al fútbol. Y cuando un defensor la tiraba para arriba, se paraba, miraba el cielo y, como el aeropuerto de Bahía queda cerca de nuestra cancha, le gritaba: 'Vas a voltear un avión...'. Y cuando se enojaba mucho, le gritaba a Dios".

Siempre a la par del colegio, porque su familia se lo exigía, primero en la escuela N° 16 y luego en la Juan XXIII, el Negro integró una camada de jugadores de Villa Mitre que no paraba de ganar campeonatos en Inferiores y muy joven para esa época, con apenas 17 años, llegó a Primera. "¿Un tipo de hoy que se parezca a Angel Cappa como jugador? Debiera buscarlo en Bahía, para no irme de contexto, pero... ¿Vieron a Redondo? Bueno, yo nada que ver", dice el propio técnico de Huracán, quien asegura que "le pegaba mal a la pelota y odiaba correr".

Así y todo, a pesar de las limitaciones que decía tener, en el nivel local le alcanzó para llegar a la selección de la Liga del Sur. Pero fue ahí, jugando para ese combinado, que tomó consciencia de cuál era su techo. "Siempre jugábamos contra equipos de Primera. Esa vez fue contra el River de Amadeo, Matosas y Ermindo Onega. Y recuerdo que se armó un planteo muy defensivo y yo no estaba muy de acuerdo. Pero en una contra me fui, quedé mano a mano con Carrizo y crucé el remate pero me lo tapó con las piernas. Ahí me di cuenta de que tendría que haberle amagado, y eso me quedó para siempre. Primero, comprobé cuál era mi techo: el nivel provincial, lo demás me quedaba grande. Y después, esa jugada es una norma que tengo para mis jugadores: delante del arquero, siempre hay que amagar".

Sus virtudes, igualmente, lo llevaron de Villa Mitre a Olimpo y ahí llegó a jugar dos partidos del Promocional de 1967, por el ascenso a Primera. "Fue como una traición, pasé del club de barrio al de los cajetillas. Creo que lo hice por ambición de jugar en un equipo que me ofrecía la posibilidad del Nacional B, de salir campeón. Yo diría que fue por ambición, sí", cuenta sobre su transferencia. Y completa: "Jugué de los 17 a los 27, cuando me lesioné los meniscos, y eso me vino bien para decir que no llegué más arriba por ese problema de la rodilla... Me tenía que operar pero no quise, porque era difícil que llegara a la Selección Argentina, ja. Y me retiré".

Con el retiro, se volcó de lleno al estudio (filosofía y psicopedagogía), condujo el informativo del canal 9 de Bahía que iba en el horario central de 21 a 22 y, como militaba políticamente, se dejó crecer el bigote. "No recuerdo cuándo me dejé crecer los bigotes. Tal vez cuando me retiré. O antes, y los afeitaba para salir a jugar, por eso no los tengo en esas fotos. Pero no sé en realidad. Creo que nací con bigotes", se ríe, aunque por esa militancia, durante la dictadura militar, tuvo que exiliarse en Europa. Trabajó en una mueblería, fue contador y repartidor. También hacía una revista llamada Correo Argentino desde la que proponían hacerle un boicot al Mundial 78. "Después, igual, nos juntábamos y gritábamos los goles como locos", recuerda.

Ese exilio en España, sin embargo, le sirvió para ser quién es hoy. En 1980, César Luis Menotti necesitaba alguien que le siguiera a los argentinos en Europa y a través de Cayetano Rodríguez, a quien él conocía de Bahía, lo contactó y se lo propuso. Fue el comienzo de una ligazón, de una comunión de ideales que nunca más se rompió. Y que hoy se ven reflejadas en este Huracán.

Fuente: Diario Olé - 17 de junio de 2009

Lírico en serio

El fútbol argentino no encuentra más elogios para la forma de jugar de este Huracán que dirige Ángel Cappa. El "tiqui tiqui" que impuso el equipo de Parque Patricios es admirado por propios y extraños. A dos fechas del final del Torneo Clausura de Primera División, el Globo se encuentra a un punto del líder Vélez, al cual deberá enfrentar en la última jornada. En diálogo con La Voz del Interior, Cappa explicó ayer el porqué de este presente "quemero".

– ¿Se imaginaba este presente cuando asumió en Huracán?
– Me lo imaginaba, pero al final del proyecto. En principio, la idea era respetar el estilo histórico de Huracán y tratar de sacar la mayor cantidad de puntos en este campeonato para evitar la angustia de los promedios. Y el torneo que viene, manteniendo este plantel, tratar de pelear en los primeros puestos. Ése era el proyecto inicial. Pero, bueno, las cosas se fueron dando más rápido que lo que teníamos previsto y ahora resulta que nos encontramos con la posibilidad de pelear el campeonato.

– Muchas veces en Córdoba se armaron planteles pensando más en sacar puntos que para que jueguen bien.
– Siempre uno trata de sacar puntos y para eso trata de jugar bien. No veo otra manera de sacar puntos. Uno no trata de jugar bien sólo por una razón estética, que de por sí sería valedera, sino que el propósito es ganar la mayor cantidad de partidos tratando de jugar lo mejor posible.

– Los futbolistas juegan un rol fundamental al creer y llevar a la práctica su mensaje.
– Se trata de compartir un objetivo. De comprometerse con un propósito y por supuesto recorrer un mismo camino. El objetivo siempre es tratar de ganar. ¿Por qué camino vamos? Una vez que se pone de acuerdo por dónde ir, a partir de ahí las cosas se encauzan.

– ¿Este Huracán es el equipo que mejor interpretó su mensaje?
– Otros equipos que dirigí jugaban bien, pero este fenómeno que se dio ahora en el fútbol argentino no lo viví antes, salvo en el Real Madrid. Nunca viví cosa semejante. Además, este plantel fue el que más rápido incorporó estos conceptos: la participación de todos en todo momento, que el equipo sea corto, que siempre cuando se tiene la pelota haya dos o tres opciones de pase, que el balón circule de banda a banda para encontrar los espacios, y después tener la paciencia suficiente para tocar hasta encontrar la oportunidad de atacar.

– ¿El título es posible?
– Vamos a ver. Ahora estamos en una semifinal, el domingo contra Arsenal. Si llegamos a la final, en la última fecha contra Vélez, puede pasar cualquier cosa.

– Más allá del resultado final, este Huracán se va a recordar.
– Es posible, pero no nos conformamos con ser recordados.

– ¿Será muy difícil retener a los cordobeses Pastore y Bolatti?
– Seis meses más se van a quedar. Esperemos que sea así.

¿ Estuvo cerca de dirigir en Córdoba?
Talleres e Instituto. Hace como 20 años, yo había arreglado con Banfield y no me acuerdo del presidente de Talleres que vino a cenar conmigo. En una servilleta hizo los números y el equipo que proyectaba en Primera. Decidí ir a Talleres y quedé mal con la gente de Banfield. Pero en el camino a Córdoba, ese presidente me dijo que se deshacía la operación. Hace un año y medio me llamó Martín Vilallonga para ir a Talleres, pero no pude porque tenía compromisos como periodista. Y después, cuando estaba trabajando en Sudáfrica, me llamaron de Instituto hace como cuatro años, pero me era imposible dejar aquello.

Fuente: La Voz del Interior (Córdoba) - 17 de junio de 2009

Monday, June 15, 2009

Cappa: "Uno de ellos me dijo que tuvimos la suerte del campeón"

En épocas donde se torna difícil mantener un ideal, Angel Cappa sigue en la trinchera: ahí anda, con un fusil gastado, y no permite resignarse a que el fútbol moderno sólo sea una alquimia entre velocidad y fuerza. Y, para ser consecuente en su lucha, luego de la gran victoria ante San Lorenzo enfrentó a los micrófonos con una mueca de seriedad, ceño fruncido, hasta chinchudo. ¿Haber ganado acaso no era el mejor premio que podía llevarse? "Cuando el equipo no juega bien, no me puedo sentir bien del todo. No tuvimos precisión, si hubiésemos estado más precisos podríamos haber ganado por un amplio margen. Obviamente que uno se va satisfecho por el triunfo, porque fue el clásico, pero yo quiero jugar mejor", fue la primero expresión del DT.

Durante el cerco de micrófonos y cámaras, Angelito relativizó el tema suerte. Para él, para su corriente de pensamiento, ganar no debe estar ligado a una cuestión del azar: "Hay que pensar en el juego, no en el resultado. Hoy (por ayer) hasta tuvimos suerte de conseguir la victoria, porque nos pegaron un tiro en el palo". Cuando estuvo ante menos periodistas, el técnico contó una anécdota que se llevó de la Bombonera: "Luego del partido, se me acercó un jugador de San Lorenzo y me dijo que tuvimos la suerte del campeón, je". Según su filosofía, "esa famosa suerte de la que hablan, hoy está y mañana no, por eso nunca me voy a quedar con eso".

- ¿No cree que en estas instancias hay que ganar de cualquier forma?
- No, no, no, jugando bien, jugando bien, eso de cualquier forma yo no sé qué significa. Hay que apostar a jugar bien, al juego.

Del énfasis para dejar en claro que él no aplaudió la producción de su equipo, sino que la aceptó pero con reservas, Angelito se dedicó al rival. Y ahí sí dejó un poco su habitual compostura. Tenía cosas para decir. Y las dijo. "Ganamos este partido jugando en un 30 o 40% de lo que nosotros podemos", fue su primera explicación. Y de ahí al piso: "San Lorenzo puso todo su empeño en arruinarnos la fiesta, pero no pudo. Qué importancia le habrá dado a este partido que quitaron a Gómez de la Selección, y nadie dijo nada, ni Batista, ni el periodismo. Cuando nosotros no cedimos a Pastore hubo un debate nacional. Pero bueno, le ganamos y por eso estoy feliz como cualquier hincha quemero".

- Angel, usted había dicho de que iban a jugar a la hora del café con leche. ¿Cómo califica a este clásico que ganó?
- El café con leche fue muy sabroso. El precio de un jugador de San Lorenzo es el presupuesto de cinco años de Huracán.

- ¿Van a ganar el título?
- Vamos a ver, vamos a ver. Arsenal es muy duro, faltan dos escalones más.

Fuente: Diario Olé

San Lorenzo 0 - Huracán 1

Si había algo que le faltaba a este equipo era ganar el clásico. Luego del partido contra Rosario Central se sabía que el próximo plato fuerte era este. Los jugadores no solo entendieron el mensaje sino que además estuvieron a la altura de las circunstancias y lograron un triunfo que le da la posibilidad a Huracán de ser responsable de su futuro, ya que de vencer en los próximos dos encuentros contra Arsenal y Vélez será el próximo campeón del fútbol argentino.

Este equipo es sabido que es de los que mejor juegan al fútbol en este torneo. También es sabido que era necesaria una victoria a como de lugar en este encuentro ya que de antemano sabíamos que Vélez había vencido a Newell´s y que Lanús había caído estrepitosamente contra Arsenal. Sumado a que el rival de turno era nuestro clásico rival todo daba como único resultado a esta ecuación que los tres puntos debían irse para Parque Patricios. Por más que todos los quemeros (o por lo menos la gran mayoría) se relaciona directamente con el fútbol vistoso. El jugado contra San Lorenzo en la mañana del domingo no estuvo conectado con el famoso “tiqui tiqui” que propone el conjunto de Cappa. Quizás se asemejó bastante a la contra del pensamiento futbolístico de Ángel, pero el mismo sirvió para vencer en un partido clave en la lucha por ser campeón.

El desarrollo del partido fue bastante trabado. Por un lado se encontraba Huracán que estaba obligado a vencer por la victoria velezana, y del otro lado San Lorenzo, que sentía la necesidad de aguarle al globo la fiesta por haber quedado eliminado de la Copa Libertadores en primera ronda y por estar totalmente afuera de la lucha por el campeonato. Como bien se dice en el barrio, San Lorenzo debía salvar el año ganándole al equipo quemero. Por más que los alardes de Gastón Aguirre y Jonathan Bottinelli, que llamativamente ayer estuvo muy seguro y con muchas ganas de jugar al contrario del partido con los granates, decían que “este era un partido más” en la cancha y en el desarrollo del partido durante la semana, quedo claramente demostrado que no fue así. Porque, por ejemplo, los dirigentes de su equipo hicieron lo imposible para recuperar a Alejandro “Papu” Gómez de su citación con el seleccionado juvenil que estaba disputando un torneo en Toulon.

Más allá de la desesperación de los dirigidos por Diego Simeone de ganar este partido, también se notó a un Huracán distinto al del resto del torneo pero que como la fecha pasada contra Banfield encontró una variante en el juego para ganar el clásico. Aquella vez contra los sureños la ventaja se consiguió mediante tiros de media distancia. Esta vez el tanto llegó a través de una pelota parada: centro majestuoso de Matías Defederico para la cabeza del solitario Paolo Goltz, que con un cabezazo al ángulo le dio el triunfo a su equipo en el derby y cosechó su tercer tanto ante los de boedo.

Esta victoria se compara con las grandes paradas que supo bancar este equipo en La Plata contra el duro Estudiantes, en Rosario contra el necesitado Central y en el Ducó con la paliza histórica contra River Plate. Esta fue la primera de las tres finales que deberá superar el equipo de Ángel Cappa. Los errores cometidos hoy se aceptan por el hecho de que fue en un partido aparte como lo es un clásico, pero para ser campeón Huracán no deberá volver a cometer fallas defensivas y ofensivas como contra San Lorenzo. Quedan dos rivales duros como Arsenal y Vélez, pero este equipo tiene material de sobra para poder vencerlos.

Fuente: Patria Quemera - www.patriaquemera.com.ar

Friday, June 12, 2009

A jugar con el Cappa FC

En 1998, un pibito hincha de Racing cambió su mirada sobre el fútbol y se encandiló con la visión del hoy entrenador de Huracán. Ocho años después, se comunicó con Ángel y creó un blog en gratitud a sus ideales. “Es una persona que no traiciona su forma de pensar”, dice.

Las gentes de fútbol tienen una costumbre ajena a las épocas: estampar para la historia a equipos que hirieron sus sensibilidades. Hayan ganado o no. Eso es indistinto. La Máquina de River, los Carasucias de San Lorenzo, el Brasil de México 70 y la Naranja Mecánica de Holanda son, por citar cuatro, ejemplos fieles. Ahora, en el barrio porteño de Parque de los Patricios, las gentes de fútbol se enamoran de Huracán -el Huracán de Ángel Cappa-, por la frescura de su juego, por la convicción de su entrenador y por el aprendizaje mutuo entre DT y jugadores.

Huracán, toque a toque, aún hoy supo contagiar. Y, además, reivindicar los caminos para obtener un triunfo adosado a valores. Esos mismos valores impresos en el Globo de Cappa que sedujeron en 1998 a un jovencito Nicolás Marino, hincha de Racing y hoy, a sus 25 años, estenotipista (“taquígrafo a máquina”, aclara) del Senado de la Nación. Los momentos de disfrute vividos por Nicolás cuando Cappa fue entrenador de la Academia lo impulsaron a crear un blog inspirado en los ideales del técnico: el Cappa FC.

Cuando Ángel dirigió a Racing en 1998 -cuenta Marino a elgrafico.com.ar- hubo un cambio muy grande en mi manera de pensar y de sentir el fútbol. Me sorprendió que su discurso no pasaba por pretender obtener resultados, sino que ponía por encima la idea de intentar jugar bien y de brindar un buen espectáculo. Y, entonces, entendí que había que defender esa idea”.

El técnico de Huracán tiene una relación fluida con Josep Guardiola, su par del genial Barcelona. La invención de la página de Nicolás sobre Cappa data de diciembre de 2006, es decir que no es un producto del presente de resultados positivos. Similar al caso de Paradigma Guardiola, un blog de Matías Manna, un joven periodista rosarino que intenta referenciar a través de Pep “una forma noble de entender el fútbol, la vida y la dignidad personal”.

Inicialmente, la idea era crear un blog que refleje lo que fue el Racing de Cappa, pero luego comencé a encontrar y a publicar material escrito por Ángel”, suelta Nicolás, que en el espacio mixtura artículos periodísticos, videos enriquecedores y textos que el propio Cappa le cede en exclusividad, como El sabor del café. “Quizá pecando de ambicioso, mi intención era generar conciencia en el hincha, de que la manera más disfrutable de obtener un resultado es aquella que propone un juego vistoso, al toque y por abajo”, narra Marino.

El cantante Andrés Calamaro, amigo y compañero de truco de Cappa cuando ambos residían en España, escribió en su página personal que “si Barcelona tiene a Guardiola, Argentina tiene a Cappa, y pongo las manos, y lo que haga falta, en el fuego por este caballero andante de la ética, la ideología, la amistad y el fútbol creativo y estético”. A Cappa, admirador de Joan Manuel Serrat y de Chico Buarque, entre otros, el músico Bernardo Stinco le dedicó una canción bajo el título de Angelito.

Sobre todo este movimiento, Cappa, sorprendido, dice: “No lo conozco personalmente a Nicolás. Él me comentó la iniciativa y me pareció que no lo iba a leer nadie, que no iba a tener mayor repercusión. Pero lo destacado es que este chico hizo la página hace mucho tiempo, cuando no estaba en el ruedo, en la primera plana”. Y sobre la similitud con el de Guardiola, agrega: “Seguramente esos dos chicos son partidarios del fútbol que ambos pregonamos, que es el buen fútbol”.

No estarán René Houseman, Carlos Babington ni Miguel Brindisi para pelear este campeonato donde Huracán es uno de los candidatos. Ni sus gambetas, toques y goles. Pero este equipo -el Huracán de Cappa- atrae a otros Nicolás, a hinchas de otros clubes y, también, desde lo más profundo, a las lágrimas de los nostálgicos que vieron al campeón de 1973. “En el fútbol -sostiene Cappa- no se recuerdan los resultados, se recuerdan las emociones”.

Fuente: El Gráfico - Por Roberto Parrottino

Cappa: "No quiero taparle la boca a nadie"

El campeonato argentino de fútbol tiene a cuatro equipos en la disputa por el título, pero cualquiera sea el campeón, hay alguien que ya ganó. Ángel Cappa hizo de Huracán, un club abrumado por la crisis económica, el lugar ideal para desarrollar su concepción futbolística. Esa que, asegura, pregona el buen juego por sobre el mero “resultadismo”. Y mucho tiene que ver con su visión del mundo. Lejos de un lirismo romántico con el que sus detractores suelen relacionarlo, él asegura que lo que busca es la eficiencia. El DT habló con Cristian H. Savio, de Newsweek. Extractos:

- ¿Habría que modificar reglas del fútbol para hacerlo más ofensivo?
- Creo que el reglamento del fútbol es perfecto, no hay nada que agregarle o sacarle. Protege el espectáculo, a los que juegan bien, y defiende el buen juego. Ahora, hay que aplicarlo. Porque al mismo tiempo, el entrenador trata de no perder porque tiene miedo de quedarse sin trabajo.
Pero parece que hay entrenadores que saben que enseguida consiguen otro club.
Son los que responden al discurso dominante, a que en el fútbol sólo vale ganar, que hay que trabajar mucho. Entonces trabajan con paracaídas, con chaleco lastrado, con pesas. Creen que el juego es lo de menos, que una cosa es jugar lindo y otra ganar. Hay una confusión muy grande.

- ¿Es falsa esa dicotomía?
- Uno no procura jugar lindo, sino jugar bien. Y cuando juega bien, hay momentos que son lindos.

- ¿Y está mal querer jugar lindo?
- No, ¡¿cómo va a estar mal?! Lo que pasa es que es una competencia, y vos competís para ganar. Entonces si hago un caño en la mitad de la cancha porque sí, porque es lindo, no tiene ningún significado dentro de lo que es el fútbol. Hacer cosas lindas que no tengan el objetivo de la eficacia no tiene sentido.

- ¿Hay debate de ideas en el fútbol argentino?
- No se da frecuentemente, menos entre entrenadores, porque somos muy vanidosos y no queremos de ninguna manera exponer nuestras dudas ante otros. Al contrario, tenemos que dar la impresión de que sabemos todo, de que somos muy fuertes y competitivos. Debatir ideas significa aceptar que uno tiene alguna duda, y hay que dar otra imagen, la del tipo siempre ganador. Eso frustra el posible debate.

- ¿Qué lo cautivó de la propuesta de dirigir a Huracán?
- Voy a responder con lo que me dijo (Alfredo) Di Stéfano cuando le conté que venía. Me dijo dos cosas: “Primero, Huracán es el equipo que menos plata tiene en el mundo. Segundo, es el lugar ideal para que cumplas tus sueños”. Es un club que encierra un poco los valores del tango, del barrio, que se van perdiendo. Es un refugio de todo eso.

- ¿Cuál fue su primer mensaje al plantel?
- Que íbamos a tratar de jugar bien al fútbol. Entonces, después vinieron los consejos para ver qué es jugar bien al fútbol. Que es mucho más exigente que jugar de cualquier manera.

- ¿Se puede trabajar en aspectos técnicos con un futbolista profesional?
- Sí, siempre. Es como un guitarrista que ensaya y perfecciona su técnica. Hay que cultivarla permanentemente, se aprende. Y también los entrenadores aprendemos. Yo me considero mucho mejor entrenador ahora que hace 10 años. Cambié en algunas cosas. Soy perfeccionista, pero aprendí a ser más paciente.

- ¿Cómo se siente tratado?
- En este momento creo que estoy muy bien tratado, inclusive en forma exagerada, según mi criterio. Pero ya soy grande y estas cosas no me afectan ni para bien ni para mal. Antes me enojaba, pero ahora acepto que un tipo pueda tener otro punto de vista, que no tiene por qué aceptar que el fútbol es como yo digo. No quiero taparle la boca a nadie.

- Usted se exilió en España en la dictadura...
- Me fui en septiembre del ‘76. Militaba en el peronismo de base y en mi grupo habían “caído” muchos presos y otros asesinados.

- ¿Cómo se define ideológicamente?
- Soy un hombre de izquierda. Lo que pasa es que hay que ver qué significa eso hoy. No tiene nada que ver con lo que era serlo en los ‘70.

- ¿Qué lectura hace de la votación europea que consagró a la derecha?
- Que la izquierda no existe en los países de Europa. La Europa que se construyó de espaldas a la gente y a favor de las ganancias de las empresas, se hizo con el consentimiento de la socialdemocracia.

- ¿Y cómo ve el proceso en América Latina?
- Con mucha esperanza, porque hay movimientos, países que comienzan a poner las cosas en su lugar. Bolivia, Venezuela, Ecuador, Paraguay, están poniendo las cosas en su lugar, aunque en general los medios de comunicación le den otro carácter, un carácter radical, de locura.

- ¿Y en la Argentina?
- Lo veo con muchas dificultades para escapar de las estructuras injustas a que la han sometido durante muchísimo tiempo. Tiene gestos hacia otro tipo de camino, algunos acertados, a favor de una sociedad más justa. Pero que no alcanzan a desarrollarse plenamente.

- ¿A quién votaría si estuviera empadronado?
- Me gusta Pino Solanas. Es el más sensato. Pero bueno, como pasa en España, no todos los partidos tiene las mismas posibilidades de hacerse oír, de tener la misma participación en los medios de comunicación. Ni tienen plata para poner carteles por todos lados y hacerse conocer.

Fuente: Newsweek

Saturday, June 6, 2009

Entrevista de Ángel Cappa en Terra



- ¿Este plantel de Huracán es el que mejor entendió su manera de pensar el fútbol?

- Es el que más rápido lo adoptó, porque entenderlo no es tan difícil. Es sencillo: es estimular al jugador a jugar de la manera que lo sienten casi todos o todos. Todos sienten el fútbol de la misma manera, de tratar de jugar lo mejor posible, de manejar la pelota, de manejar la situación, de ser integrante de un colectivo a favor del buen juego. Eso lo entienden todos. Pero lo que entendieron fueron un par de conceptos básicos: de la participación permanente --sin la pelota, pero también con la pelota-- y de ofrecerse a que tiene la pelota para que tenga dos o tres opciones. Eso se aprendió rapidísimo. Este plantel fue el que más rápido que lo incorporó.

- ¿Por qué reacciona tanto frente a las decisiones de los árbitros?
- (Risas.) Porque soy un maleducado. Esa es la verdad. Inclusive, muchas veces uno protesta por protestar. Sinceramente, hay veces que no veo tan claras las jugadas, pero las supongo a favor del equipo mío. No hay otra explicación que esa.

- ¿Es verdad que a los hinchas sólo les importa ganar?
- No, no es verdad. Hay una canción de Serrat que dice "Entre ganar y perder, prefiero ganar". Eso es así. Al hincha le importa ganar, por supuesto, pero también le importa y mucho cómo se gana. Por lo menos, al hincha de Huracán y, en otras épocas, al hincha de Independiente y de River. Yo creo que cuando uno gana jugando bien, desde la ilusión, generando alegría, gana el doble. Y, si pierde, por lo menos le queda la satisfacción de haber tratado de jugar a favor de los sentimientos, de lo que uno siente.

- ¿Se puede comparar a Lionel Messi con Diego Maradona? ¿Messi es actualmente el mejor jugador del mundo?
- Yo no tengo por qué comparar. No comparo a Pugliese con Troilo ni a Goyeneche con Gardel. No hay ninguna necesidad de comparar. Yo creo que la comparación es una cuestión más periodística que otra cosa. Las cosas no son "blanco o negro", "este es mejor y este peor". Es una mezcla. Además, Messi tiene 21 años, un mundo todavía por incorporar, por aprender, por mejorar. Aún así, es uno de los mejores jugadores del mundo. ¿Si es el mejor del mundo quién lo puede saber? Que es uno de los mejores del mundo, claro que sí, junto con Iniesta --que no tiene tanta prensa porque está en otra función--, Xavi, Fábregas y muchos jugadores. Pero es uno de los mejores del mundo, sin dudas.

- ¿Qué opina de Riquelme, la renuncia a la selección nacional y por qué cree que divide tanto las aguas en el fútbol argentino?
- No lo sé. Sobre la renuncia de Riquelme, no tengo ni idea, habrá que preguntarle a él y a Maradona. Pero Riquelme como jugador para mí es el mejor que hay por trayectoria en el fútbol argentino. Tiene un gran conocimiento del juego, habilidad y pausa. La pausa es la velocidad en el fútbol. Sin pausa el fútbol es choque. Mete pelotas de gol, tiene personalidad. Para mí es imprescindible en cualquier equipo y en la selección argentina. ¿Por qué divide? No lo sé. Recuerdo que hace muchísimos años Ermindo Onega --para mí uno de los grandes jugadores de la historia del fútbol argentino, que jugaba en el River de Cesarini que tuvo la mala suerte de no salir campeón-- también dividía las opiniones. Son jugadores que generan polémica o división de opinión. Yo estoy del lado de los que creen que Riquelme es uno de los mejores jugadores, que es imprescindible en cualquier equipo y en la selección argentina.

- ¿Considera que España es mejor selección que la Argentina o Brasil?
- No sé si es mejor selección. Sí sé que en este momento España juega mejor que cualquier otra selección. Juega un fútbol exquisito, excelente, basado de la mitad de la cancha hacia delante, donde hay jugadores --que para mí son cracks-- como Iniesta, Xavi, Fábregas, Alonso, Silva, Sena, Villa y Torres. De la mitad de la cancha hacia delante tiene enormes jugadores y un estilo de juego que imponen --sobre todo Iniesta, Xavi y Fábregas--, que es excepcional. Para mí juega, en este momento, mejor que cualquiera. Después hay que competir y, en una de esas, Argentina o Brasil le ganan porque también tienen jugadores de mucha categoría. Pero jugar mejor que España, en este momento no juega nadie.

- ¿Se sentaría a debatir ideas con Carlos Bilardo?
- Yo me sentaría, pero esa discusión sería inútil porque no llegaríamos a ningún lado. Bilardo tiene una manera diferente de entender el fútbol. Aclaro que lo respeto muchísimo porque la trayectoria que tiene no la tiene cualquiera en el mundo. Es uno de los entrenadores que tienen trayectoria y títulos absolutamente respetables. Me refiero simplemente a que la idea y el concepto de fútbol que tenemos es totalmente diferente. Desde mi humilde posición, no me sentaría porque no serviría para nada. Es decir, él seguiría con lo mismo y yo con otra idea. No tendría sentido.

- ¿Qué análisis hace para el próximo partido contra San Lorenzo?
- En primer lugar, que es una suerte poder participar de un acontecimiento de esta naturaleza. Es una gran alegría. Es un clásico, hay una gran expectativa, habrá mucha gente. Cuando uno lo mira de afuera, a mí me da envidia. A mí me ha tocado participar de clásicos importantes, como Real Madrid-Barcelona o Racing-Independiente, y yo me sentí un privilegiado. Y en este caso también me siento un privilegiado de poder participar en un partido de esta naturaleza, con toda la expectativa que hay. Fijate cómo es el fútbol que en el clásico anterior San Lorenzo estaba para ser campeón y Huracán lo único que le quedaba era ganar ese partido para poder arruinarle la fiesta al vecino, y ahora Huracán está peleando el campeonato y a San Lorenzo lo único que le queda es ganar el partido para arruinarle la fiesta. O sea que se invirtieron los papeles. Pero San Lorenzo tiene un gran equipo, muy buenos jugadores, y un entrenador --aunque yo no soy amigo pero sí tengo un afecto especial porque nos hemos encontrado muchas veces-- que siendo muy joven ha obtenido cosas importantes en el fútbol argentino. Seguramente, como hicieron contra Lanús, harán todo lo posible por ganarnos y nosotros también. Así que creo que será un partido de ida y vuelta, igualado. Ojalá salga un buen partido.

Fuente: Entrevista realizada para Terra (www.terra.com.ar) - 3 de junio de 2009

Friday, June 5, 2009

Ángel Cappa dio cátedra de fútbol

El DT de Huracán, Ángel Cappa, dio una charla sobre fútbol a beneficio organizada por la Escuela de Directores Técnicos Hugo Manuel García de Quilmes y el Centro de Entrenamiento y Actividad Física, dirigido por Alejandro Frega, que forma parte de su cuerpo técnico.

Los más de 300 asistentes que colmaron el auditorio del Sindicato de Empleados de Comercio de Quilmes colaboraron con útiles escolares para la comunidad aborigen del Pueblo Tonokote (Santiago del Estero).


Ángel Cappa reivindicó su estilo futbolístico y se mostró feliz por la aceptación que logró tras la gran campaña que está realizando con Huracán. "Me pone muy contento, porque mas allá que estén con nosotros, están con un estilo de fútbol que forma parte de nuestra identidad futbolística".


"Que la gente acompañe a Huracán quiere decir que eso no está olvidado y sigue vigente. Lo que más contento me pone es el reconocimiento a un estilo de fútbol, no tanto que sea a título personal, mucha gente que no es de Huracán me felicita por la manera que juega Huracán pero yo lo tomo como un reconocimiento a esa manera; yo soy hincha de todos los equipos que juegan bien o tratan de hacerlo".


Agregó que "era habitual decir que había una manera de jugar que ganaba y otra que era romántica, como si no interesaba el resultado. Pero siempre sostuve que no hay receta para ganar y se puede ganar de cualquiera de las dos maneras. Pero si uno gana de esta manera, la satisfacción es el doble".


Sobre su equipo, describió que "tiene convicción y personalidad pero todavía no tiene la madurez suficiente porque tiene muy pocos partidos pero sí que hay personalidad y convicción para no desesperarse y han asumido que el error forma parte del juego. Es imposible que un jugador no se equivoque alguna vez".


Cappa señaló más virtudes de Huracán: "nuestra intención es manejar la pelota y controlarla, atacar y generar situaciones de gol. Me he enterado que solo convertimos el 20 por ciento de las situaciones que generamos pero también me he enterado que todos los jugadores han hecho goles y eso significa que todos participan con y sin la pelota".


Fuente: Diario El Sol de Quilmes